La entidad inauguró una exposición sobre la pandemia a un año del inicio de la crisis Càritas Barcelona advierte que las secuelas de la crisis “se están enquistando”
"La protección social no llega a las personas más vulnerables, lo cual, sumado a la sensación de aislamiento y agotamiento, provoca que las familias se estén viendo obligadas a soportar situaciones insostenibles", remarcó Míriam Feu
“No podemos abordar la pobreza promoviendo estrategias de contención que lo único que hacen es tranquilizar y convertir a los pobres en seres inofensivos”, advirtió Omella.
“Las secuelas de esta crisis se están enquistando, aumenta la desigualdad y la desprotección dentro del contexto de fatiga pandémica y la solución no podrá sostenerse durante mucho más tiempo si no se toman medidas de manera inmediata”. Así de concluyente se expresaba el pasado lunes 12 de abril Míriam Feu, coordinadora del departamento de análisis social e incidencia de Càritas Diocesana de Barcelona, que compareció para explicar las secuelas de la pandemia en el marco de la exposición “COVID19: Obre els Ulls. Una lectura social i ecològica de la pandèmia”, recientemente inaugurada en el museo diocesano de la ciudad.
"La protección social no llega a las personas más vulnerables, lo cual, sumado a la sensación de aislamiento y agotamiento, provoca que las familias se estén viendo obligadas a hacer frente a situaciones insostenibles. Debemos construir un nosotros integrador que no deje a nadie atrás", indicó Feu, haciendo balance de las secuelas de la crisis pandémica una años después del inicio del estado de alarma decretado por el Gobierno de Sánchez.
6 de cada 10 personas que acompañan desde Càritas, dijo Feu, no disponen de un empleo digno, bien porque no lo encuentran, o bien porque están abocadas a subsistir en la economía sumergida. Esta situación —reza la nota de la entidad— hace que más del 20% de las familias atendidas por la entidad, unas 3.500 familias, vivan sin ingresos.
Y de la imposibilidad de acceder a un empleo con garantías se derivan las carencias en materia de vivienda (1 de cada 4 personas se ha visto obligada a canviar de vivienda para encontrar una más barata), alimentación (el 48,5 % carecen de una alimentación adecuada) y sanitaria (un 35% no puede acceder a la medicación que necesita).
“Necesitamos trabajar juntos para salir de esta crisis”, advirtió en la misma rueda de prensa el arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella. “No podemos abordar la pobreza prometiendo estrategias de contención que lo único que hacen es tranquilizar y convertir a los pobres en seres inofensivos”, alertó el prelado.
Junto a Feu y Omella se encontraban Salvador Busquets, director de Càritas Diocesana de Barcelona, y Mn. Robert Baró, director del museo diocesano, quien advirtió que la exposición, formada por 40 fotografías de diversos fotoperiodistas que muestran el territorio diocesano en tiempos de pandemia, es una muestra de la obra social de la Iglesia. No en vano, la muestra, que podrá visitarse de manera gratuita hasta el próximo 30 de junio, recoge imágenes del sufrimiento, la angustia, la soledad y la desesperanza que ha azotado a los habitantes de la diócesis durante los últimos 13 meses.