Reig preside la Eucaristía como si nada en Alcalá de Henares Del cura llamando a misa puerta a puerta al obispo celebrando en la catedral: la minoría negacionista del coronavirus
Un sacerdote de Herrera (Sevilla), conminado por la Policía a dejar de trasladar en procesión al Sagrario y llamando a misa con una campana
Munilla acabó ordenando el cierre de los templos, pero días antes denunciaba a los apóstoles del miedo al virus
Han sido pocos, muy pocos, los clérigos que se han saltado la recomendación del Gobierno, y las indicaciones de los obispos, y han optado por seguir celebrando la misa en público. Un riesgo innecesario, tal y como ha determinado la Conferencia Episcopal, y las autoridades sanitarias que, sin embargo, no se han atrevido (alguien podría haber invocado los Acuerdos Iglesia-Estado) a cerrar los templos.
En pequeñas localidades, especialmente en la sierra, pero también en grandes ciudades, como Madrid, Alcalá o Valladolid, algunos curas han abierto los templos y oficiado las misas del domingo como si nada, apenas advirtiendo la necesidad de una cierta separación entre los fieles, y algunas normas mínimas de salubridad. En muchas de ellas, incluso, con comunión en la boca, un foco de contagio mucho mayor que el de la comunión en la mano.
Procesión con la custodia en Herrera
Especialmente significativo, por absurdo, ha sido el caso del párroco de la localidad sevillana de Herrera, que ayer a primera hora salió a las calles, custodia en la mano, llamando a los vecinos a asistir a misa. Detrás de él, el monaguillo tocando la campana, y siete vecinas mayores, tal y como informa Pasión en Sevilla.
Se trata del párroco de Santiago el Mayor, Pablo Peña, que ha sido grabado por algunos vecinos, que enviaron el vídeo al alcalde de la localidad, Jorge Muriel, quien de inmediato alertó a la Policía Local para que lo retuvieran y llevaran de vuelta a la iglesia.
Los agentes, alertados por la situación, han localizado al párroco, monaguillo y acompañantes junto a la Residencia de Mayores, a las afueras del pueblo, y después de advertirle de que no podía salir nadie a la calle, los ha acompañado hasta la Ermita de la Inmaculada Concepción, y han mandado a sus casa a todas las vecinas que hacían con él el recorrido por el pueblo. “Se le ha advertido que como vuelva a incurrir en un hecho de este tipo y no actúe conforme a la ley, será sancionado”, asegura el alcalde.
Los vecinos de Herrera han criticado la actuación del cura por las redes sociales, con capturas de pantalla del vídeo y denunciando que la actuación de «la autoridad eclesiástica del pueblo denota irresponsabilidad», ya que se trata de una persona que «ostenta una representación tan importante», por lo que, dicen, «debe ser un ejemplo a seguir y el primero en acatar las normas».
Reig asegura las misas en abierto
Entre las diócesis, ha causado estupor el caso de Alcalá de Henares, donde su obispo, Juan Antonio Reig Plá, saltándose, una vez más, el criterio de la Provincia Eclesiástica de Madrid y las recomendaciones del la CEE, ha ordenado “asegurar la celebración de la Eucaristía en todos los Templos Parroquiales y demás comunidades, manteniendo los horarios habituales”.
Él mismo celebró, con total normalidad, la misa el domingo en la catedral, abierta al público. Unas decenas de fieles se acercaron a recibir la comunión, todos de rodillas, todos en la boca. Únicamente uno de ellos parecía en actitud de recibir la forma en la mano... pero en ese momento (45,18) desapareció la imagen, cambiada por una oración sobre la comunión.
En menor medida, el Arzobispado de Granada ha asegurado que se adaptará la celebración de las eucaristías al decreto de alarma vigente en el país, aunque ha garantizado que cada sacerdote celebrará al menos una misa al día, con o sin fieles, que deberán en todo caso mantener las distancias de separación recomendadas de al menos un metro.
En un comunicado, el arzobispo Javier Martínez ha aclarado que los sacerdotes celebrarán las eucaristías aunque cumpliendo la normativa vigente, para lo que tomarán las medidas organizativas necesarias para evitar aglomeraciones.
Ha detallado que, en función de las dimensiones y características de cada templo, se ordenará a los asistentes para que respeten la distancia entre ellos de al menos un metro y se podrá limitar el aforo con indicaciones de los trabajadores, en casos como la catedral.
El diablo engorda con nuestro miedo…
— Jose Ignacio Munilla (@ObispoMunilla) March 12, 2020
Jesús nos dice: «¡No temáis!» pic.twitter.com/SEHzfylUeU
En cuanto al obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, que este sábado decidió suspender las celebraciones en público, sí se había significado en los últimos días por advertir de los que llamaban al miedo ante el coronavirus. “El diablo engorda con nuestro miedo…”, llegó a decir en su cuenta de Twitter.
Virus de la Providencia
Incluso, este mismo sábado, en sus vídeos semanales, Munilla comparaba la situación actual con “otros tiempos duros” como la guerra y la postguerra, para preguntarse: “¿Acaso este virus forma parte de una Providencia en la que estemos llamados a renacer, a entender que no somos nada sin la gracia de Dios, pero que con Dios lo somos todo, que en él podemos tener plena confianza y seguridad?”.
Dios no nos ha mandado el virus, aclara, pero nada escapa a su Providencia: "Dios conduce el hilo de la Historia a buen puerto, y nada sucede sin que Él tenga un designio de salvación en cuanto acontece", culmina el prelado de San Sebastián.
Finalmente, el obispo de Cádiz, Rafael Zornoza, que el pasado 13 de marzo emitió un decreto en el que aseguraba que "Los sacerdotes celebrarán sus misas diarias y dominicales, así como la administración de los sacramentos, con un numero limitado y controlado de fieles o sin presencia de ellos, pidiendo especialmente por el fin de esta pandemia", esta misma mañana ha lanzado un añadido, en el que cierra el Obispado y suspende los actos administrativos en la diócesis, pero no vuelve a añadir nada sobre las misas. Dios los cría...