Vecinos voluntarios, músicos, empresas, oenegés... se adaptan a las necesidades de la epidemia ofreciendo cuidados La solidaridad también se contagia en tiempos del coronavirus
En paradójica compatibilidad con la responsabilidad de aislarnos, la emergencia del coronavirus está dejando en nuestras ciudades conmovedoras imágenes de solidaridad intergeneracional, compromiso vecinal y apoyo a los más afectados
De Igualada a Madrid, de Zaragoza a Cádiz, de Logroño a las localidades gallegas colindantes con aldeas portuguesas... las iniciativas de cuidados se han ido propagando por redes sociales y los portales de las comunidades de vecinos
En paradójica compatibilidad con la responsabilidad de aislarnos, la emergencia del coronavirus está dejando en nuestras ciudades conmovedoras imágenes de solidaridad intergeneracional, compromiso vecinal y apoyo a los más afectados por esta crisis que ya implica, en muchas partes de España, confinamiento hasta nuevo aviso.
Hace días que en Italia, que ha impuesto drásticas medidas para combatir el avance de la pandemia, se empezaron a ver colgadas en las ventanas de las viviendas pancartas de ánimo. "Andra tutto bene", rezan los carteles o banderas, recordando a las consignas de solidaridad tras la catástrofe del Prestige o el "Je suis Charlie" en Francia.
Todo va a ir bien
De Igualada a Madrid, de Zaragoza a Cádiz, de Logroño a las localidades gallegas colindantes con aldeas portuguesas... las iniciativas de cuidados se han ido propagando por redes sociales y los portales de las comunidades de vecinos, donde los jóvenes, anunciándose en carteles, se están ofreciendo a las personas mayores de sus edificios para solucionarles recados como hacer la compra.
Se trata de que los más vulnerables (ancianos, personas que viven solas, grupos de riesgo, familias precarias a las que el cierre de los colegios ha dejado fuera de juego...) se vean acompañados y tengan más fácil la situación de cumplir con el confinamiento aconsejado por las autoridades políticas y sanitarias.
La confianza y la mutualidad parecen haber resurgido en bloques de viviendas en los que antes de esta emergencia, lo único que sabíamos de nuestros vecinos era ese sonido de darle dos vueltas a la llave al salir de su casa. Si plataformas online como Milanuncios estallan con comentarios de personas que necesitan ayuda para cuidar de sus hijos, las respuestas más comunes son las de estudiantes universitarios que se ofrecen a hacerlo o bien gratuitamente, o bien pidiendo solo el coste del desplazamiento, para no aprovecharse de la situación.
De músicos a empresas
En vista de estas circunstancias, cuando se decretó ayer el Estado de Alarma ya muchos sectores de servicios (sobre todo el cultural) se habían organizado para contribuir a hacer más llevaderos los días que vienen. Y es que, en cuanto el personal sanitario empezó a difundir el mensaje de "Quédate en casa", diversos artistas se unieron para sacar una iniciativa de conciertos "desde casa", para poder disfrutar de música en vivo gratis y a través de la pantalla.
Muchos museos, igualmente, están ofreciendo sus contenidos multimedia, y exposiciones de arte que hace cuatro días eran de pago, hoy pueden visitarse de manera gratuita y virtualizada.
Tal vez la imagen más emocionante haya sido la de músicos italianos que, desde el confinamiento en sus casas, han empezado a salir a los balcones y compartir su música con los vecinos que también están padeciendo la restricción de movimientos
Pero tal vez la imagen más emocionante haya sido la de músicos italianos que, desde el confinamiento en sus casas, han empezado a salir a los balcones y compartir su música con los vecinos que también están padeciendo la restricción de movimientos. Convirtiendo la responsabilidad ante la emergencia también en un escenario que crea y divulga belleza.
Oenegés e Iglesia
Sin quedarse atrás, múltiples oenegés se han puesto a trabajar para poder aportar su ayuda sin dejar de respetar el aislamiento necesario para proteger a los demás. Los Mayores Cuentan, por ejemplo, que se dedicaba a contar cuentos presencialmente a personas mayores en situación de soledad, ha sabido reconvertir su asistencia y actualmente está ayudando mucho telefónicamente. Contando cuentos y, además, escuchando, animando e informando de la situación y de cómo cuidarse.
Por su parte, Cáritas ha lanzado la campaña #LaCaridadNoCierra Apoya a tu vecino, moviendo a los jóvenes o personas que pueden pasar la cuarentena sin gravedad a ofrecerse a "los vecinos vulnerables, mayores, solos o enfermos". Descargando un rectángulo rojo creado por la oenegé de la Iglesia, puedes escribir tu nombre y algún dato de contacto y colgarlo en tu portal para que, si un vecino quiere contar con tu ayuda, te lo comunique. Una iniciativa más que demuestra que la emergencia está siendo respondida a través del trabajo en equipo y los gestos concretos de solidaridad. Y no solo el individualismo del "sálvase quien pueda" llenar de más papel higiénico el carro de la compra.