"Las prostitutas os precederán en el Reino de los Cielos"

(Mateo 21,31)"Las prostitutas os precederán en
el Reino de los Cielos"



Lucas: 7, 36-50:

Un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él. Jesús entró en casa del fariseo, se recostó en la mesa. Y una mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino con un frasco de perfume y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a lavarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado, se dijo: «Si este fuera profeta, sabría quién es esta mujer que lo está tocando y lo que es: una pecadora». Jesús tomó la palabra y le dijo: «Simón, tengo algo que decirte», ti respondió: «Dímelo, maestro». Jesús le dijo: «Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenía con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de los dos lo amará más?». Simón contestó: «Supongo que aquel a quien le perdonó más». Jesús le dijo: «Has juzgado rectamente». Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Cuando yo entré en tu casa, no me pusiste agua para los pies: ella en cambio me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con su pelo. Tú no me besaste; ella en cambio desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella en cambio me ha ungido los pies con perfume. Por eso te digo sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor; pero al que poco se le perdona, poco ama». Y a ella le dijo: «Tus pecados están perdonados». Los demás convidados empezaron a decir entre sí: «¿Quién es este que hasta perdona pecados?». Pero Jesús dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado. Vete en paz».


1.-La pobreza y la prostitución.-La prostitución infantil se alimenta de la miseria y la pobreza, es fruto de la indigencia y del hambre más absolutas. Muchos padres de los países empobrecidos acuden a ella como sustento económico, y miles y miles de niños de la calle del Tercer Mundo se prostituyen porque no les queda otra alternativa para matar el hambre: unos 550.000 niños son víctimas de la trata en Iberoamérica y el Caribe. El obsceno y perverso turismo sexual se incrementa de año en año. La prostitución no es el "oficio" más antiguo del mundo, sino que lo son la explotación, la injusticia, la desigualdad, la esclavitud y la violencia de género contra las mujeres y los niños/as ejercidas por los hombres. España es el tercer país del mundo con mayor demanda proporcional de prostitución, que mueve unos 18.000 millones de € al año, y a nivel mundial pasa de los 200.000 millones. El sexo es uno de los negocios que más dinero mueve en el mundo.



Detrás de varios cientos de miles de mujeres que ejercern la prostitución en España, procedentes la gran mayoría de países del Tercer Mundo como Ecuador, Colombia, Nigeria, Sierra Leona, etc., están la feminización de la pobreza (el 75 % de los empobrecidos del mundo son mujeres), la precariedad y discriminación laboral de las mujeres. Tener que llegar a legalizar la prostitución supone legalizar la violencia, la discriminación, la explotación, el vilipendio de la mujer y la rastrera bajeza moral de los hombres.
2.-El comportamiento de Jesús:
El comportamiento de Jesús era diametralmente opuesto: todas las mujeres que se encontraron con El siempre salieron rehabilitadas del trato con Jesús, hasta el punto de llegar a convertirse en protagonistas del hecho más importante de su vida, la resurrección.

El lenguaje de Jesús para aquellas personas que practicaban una religiosidad vacía, solo ritual y elitista, era muy duro y crítico. Tal es el caso de este hombre, un fariseo religioso, sibarita, refinado, que invita a Jesús a comer, como lo son hoy quienes afirman y honran a Dios con los labios, pero su corazón y sus hechos están muy lejos de El. La mayoría de las religiones dan mucha importancia a lo cultual, a las ceremonias, a los ritos. Gastan muchos dineros en objetos, ropas, ornamentos, imágenes, ostentaciones, etc., pero el compromiso con los grandes valores del Evangelio, que son lo esencial del mensaje de Jesús, queda difuminado, olvidado, o en todo caso reducido a limosnas. Otras veces se reduce a pasear las imágenes de cristos, santos y vírgenes en procesiones o en custodias lujosas (día de Corpus, por ejemplo, en Toledo), mientras que el Jesús viviente en los empobrecidos está pasando hambre, frío, abandono, impotencia, sufrimiento y desesperación. En los Evangelios no se narra un solo acto de culto del Templo de Jerusalén en el que Jesús haya participado. Jesús actuó siempre como un laico, comprometido con los problemas y necesidades del pueblo y de cada persona. Su religiosidad y relación con Dios era solo desde el compromiso con la justicia, la verdad, el amor, la fraternidad, la comprensión, la compasión, el perdón, la salud, la vida, el servicio a todas las personas, pero siempre desde una conciencia crítica y comprometida, incluso escandalosa para mentes cerradas, como eran las de los fariseos, saduceos, letrados, legistas y senadores que merodeaban y vivían de las prebendas del templo de Jerusalén. Por algo Jesús les dijo: "las prostitutas os precederán en el Reino de los Cielos". Cuando nosotros vemos una prostituta por la calle, ¿cómo la miramos, qué pensamos, qué sentimos?


¿Se acabaron los fariseos? El Obispo Francisco hace unos días les llamó claramente la atención a los Obispos italianos con estas palabras: "no hay que dejarse seducir por la arrogancia, la ambición de carrera, el atractivo de dinero y por compromisos con el espíritu del mundo", y "vigilar para no transformarse en un funcionario, un empleado del Estado, más preocupado por sí mismo, por la organización y la estructura, que por el bien del pueblo de Dios". Me parece que a algunos curas de tirita en el cuello este Papa no les va.



3.-El testimonio del Evangelio de hoy es bien evidente:

Jesús le echa en cara al fariseo, delante de los demás comensales, hasta la más elemental falta de cortesía, pues lo invitó a comer pero no tiene con El las mínimas consideraciones que eran costumbre en entre los judíos. Jesús se lo dice abiertamente: "no me diste agua para lavarme, no me diste toalla, no me diste con que refrescar los pies, ni siquiera me diste el beso de saludo al llegar". Esta mujer, que tu juzgas como pecadora, "me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con su pelo. Tú no me besaste; ella en cambio desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella en cambio me ha ungido los pies con perfume.



Aquel fariseo tenía muchas cosas que darle a Jesús, pero no le dio nada de amor. Aquella mujer no tenía ninguna cosa que darle, pero le dio lo mejor: mucho amor. El fariseo no esperaba nada de Jesús, aquella mujer lo esperaba todo. Aquel fariseo y los demás comensales la juzgan como pecadora pública, pero Jesús la rehabilita delante de ellos: no solo le perdona sus muchos pecados sino que le dice: "Tu fe te ha salvado. Vete en paz". Los indígenas, tan pobres, de Guatemala, cuando llegabas a sus casas, aunque fuera de incógnito, siempre, siempre, tenían algo que darte. Carecían de casi todo, pero para el que llegaba, siempre había algo. Te recibían con inmensa amabilidad, con la mayor gratitud por visitarlos. Los pobres dan de lo que necesitan; los ricos, dan a veces algo es de lo que les sobra.



4.-Corrosión y corrupción del capitalismo:



Por algo Jesús les decía a los discípulos: "abrid los ojos y guardaos de la levadura de los fariseos y saduceos". Hoy la levadura más corruptora y corrosiva es la del neoliberalismo capitalista, que cada vez más lo inunda todo y nos está llevando a un mundo cruel y salvaje. Tenemos un ejemplo bien palmario en lo que hicieron los bancos y cajas con los clientes que les confiaron ingenuamente sus ahorros: les quitaron, les robaron, impunemente la mayor parte de lo que habían ahorrado viviendo muchas veces austeramente, muchos de ellos ancianos y pensionistas. Entra un atracador a un banco e inmediatamente llega todo un despliegue policial a detenerlo o perseguirlo. ¿Por qué no hacen lo mismo con la cúpula de los grandes bancos y cajas, que han diseñado toda una estrategia bien planificada, en connivencia con los gobiernos respectivos y el aparato burocrático de Bruselas, para quedarse con los ahorros de sus clientes A TRAVÉS DE PREFERENTES Y SUBORDINADAS? Esta forma de hacerse con muchos millones de dinero ajeno, de miles de clientes, ¿no es un atraco, como el de los que entran directamente a robar? ¿Por qué estos van de inmediato a la cárcel por una miseria comparada con los muchos millones de aquellos que no la van a pisar? Esto sí que es fariseísmo absoluto de una sociedad tan cruelmente injusta. Y no hablemos de desahucios, grandes sobresueldos, fraudes fiscales cuantiosos de gobernantes y cargos públicos que deberían ser el mejor modelo de ciudadanía.



5.-¿A quién llevamos dentro?



Pero, ¿no somos todos algo culpables, tanto civiles como religiosos y eclesiásticos?, pues en vez de tener a Jesucristo con todos sus grandes valores como modelo de hombre, estamos identificados con el sistema neoliberal-capitalista que se encarga de introyectar en el interior de los oprimidos la imagen del opresor, para que el oprimido, en lugar de identificarse con los demás oprimidos como él, se identifique con el opresor, y en vez de unirse a los oprimidos y hacer con ellos fuerza transformadora del sistema injusto que nos oprime, exprime y domina, intentamos escalar individualmente hacia arriba pasando también a ser opresores de los oprimidos, y a tener en el opresor nuestro modelo y testimonio de hombre.



Objetivo: desenganchase del sistema, ante todo mentalmente, y cada vez que sea posible también vitalmente, para a través de un proceso que va a durar años, dar origen a un nuevo orden social, donde el valor y la dignidad de la persona estén plenamente asegurados, y por tanto en coherencia con la dimensión inmanente y trascendente del hombre, según el mensaje liberador integral de Jesucristo.



Que así sea. Un cordial abrazo a tod@s.-Faustino




EL DATO: En España para 45 millones de personas hay 69 diócesis, y en Italia para 60 millones hay 226. Hay demasidas diócesis y demasiados obispos, que tienen poco que hacer y se pasan demasiado tiempo mirando para Roma y cómo llegar allí (hacer carrera), en vez de acompañar a su pueblo. Por eso el Papa les pidió también que reduzcan diócesis y se dejen de escalar.
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