El todavía Obispo de la Diócesis de  León, Mons. Julián López, escribe una amplia carta en el semanario: "Iglesia en León", en la que se despide de todos los ciudadanos de esta iglesia particular a la que sirvió como Obispo durante 18 años.

Mons. Julián López, entre otras cosas expresa: "..Con este motivo me cabe el honor y la satisfacción de manifestar en primer término, mi gratitud hacia Su Santidad el Papa Francisco, así como al Excmo. Señor Nuncio Apostólico en España, S.E.R. Bernardito Auza, al haber sido aceptada mi petición y al haberse resuelto en tan breve tiempo la designación de mi sucesor en la diócesis.

"...Comprenderéis que en estos momentos se agolpan en mi memoria infinidad de recuerdos y de vivencias junto a todos vosotros, los fieles cristianos miembros del pueblo de Dios de las parroquias y de las asociaciones laicales de la diócesis, los sacerdotes y diáconos, los miembros de los Institutos de Vida Consagrada, los alumnos de nuestros seminarios de San Froilán y Redemptoris Mater "Virgen del Camino", los niños y niñas, os jóvenes, los adultos y las personas mayores y los enfermos. Quiero también expresar mi gratitud a las autoridades y representantes de las instituciones civiles, militares y culturales de la capital y provincia de león y de la comunidad autónoma por la colaboración que prestan a nuestra iglesia diocesana y por las atenciones que han tenido conmigo..."

"León es mucho León" -continúa Mons. Julián López-, decía mi padre en los años en que vivió y disfrutó aquí gracias a Dios y a los amigos que hizo. Lo mismo pienso yo, fijándome no solo en la Santa Iglesia Catedral, tan celebrada y admirada, sino también y muy especialmente en las piedras vivas, es decir, en todos vosotros..."

"...Al llegar a este punto de la carta me doy cuenta de que me he salido del propósito inicial que era dar las gracias sencillamente y pedir comprensión y perdón por mis fallos. He pasado de la confidencia de la intrahistoria terreno de la memoria y de los hechos externos. Espero que me disculpéis y que recéis por mi pues lo necesito. Invoco sobre todos la bendición del Señor y la protección de la Reina y Madre del pueblo leonés.