Encuesta sobre la ordenación femenina de diáconos
Un estudio reciente ha encontrado que más de las tres cuartas partes de los líderes de las órdenes religiosas de sacerdotes, hermanos y hermanas en los EE. UU creen que es “teóricamente posible” ordenar mujeres como diáconos en la Iglesia Católica.Casi la misma cantidad considera que la iglesia “debería autorizar” la ordenación de mujeres para el diaconado.
El estudio fue presentado por CARA el 2 de agosto, el segundo aniversario de la creación del papa Francisco de una comisión para estudiar el diaconado de las mujeres. Encuestó a los 777 líderes de las órdenes religiosas católicas de hombres y mujeres en los EE. UU., y obtuvo respuestas por debajo del 50 por ciento. Entre los hallazgos:
El 77 por ciento cree que es “teóricamente posible” ordenar mujeres como diáconos; El 72 por ciento dice que la iglesia “debería autorizar” tales ordenaciones; El 76 por ciento dice que ordenar mujeres como diáconos sería “mucho” o “algo” “beneficioso para la misión de la Iglesia Católica”; El 45 por ciento cree que la iglesia volverá a la práctica de ordenar a las mujeres como diáconos.
El nuevo estudio de CARA, que se centra únicamente en las actitudes de los líderes de las órdenes religiosas, sigue un estudio anterior del grupo sobre las actitudes más amplias de las mujeres católicas de los Estados Unidos. Ese estudio, publicado en enero, descubrió que el 60 por ciento de las mujeres pensaba que la iglesia debería implementar un diaconado para mujeres. Para la nueva encuesta, CARA, contactó a los líderes de todas las órdenes religiosas en los EE. UU., usando listas de correo proporcionadas por los tres grupos de tales órdenes: la Conferencia de Superiores Mayores de Hombres (CMSM), el Consejo de Superioras Mayores de Mujeres (CMSWR) y la Conferencia de líderes de mujeres religiosas (LCWR).
Se solicitó a cada líder que respondiera a un cuestionario de seis páginas. El 69% de los que respondieron a la encuesta representaba las órdenes de mujeres y el 31% a las órdenes de varones. El 28% de los encuestados forman parte de CMSM, el único grupo reconocido canónicamente para sacerdotes y hermanos en EE. UU. El 43 por ciento de los encuestados son parte de LCWR, que representa alrededor de 1.350 comunidades de mujeres; y, el 17 por ciento es parte de CMSWR, que representa a 120 comunidades de mujeres. Los miembros de CMSWR, un grupo de mujeres religiosas que se separó de la LCWR en 1992 y que normalmente se considera más conservador, se mostraron mucho menos entusiastas sobre la posibilidad de mujeres diáconos que otros encuestados.
A la consulta sobre si es “teóricamente posible” que la iglesia ordene a mujeres como diáconos, el 95 por ciento de los encuestados que forman parte de LCWR y el 75 por ciento de los encuestados que forman parte de CMSM dijeron que sí. Por el contrario baja al 36 por ciento los encuestados que forman parte de CMSWR y que se mostraron favorables
Y a la pregunta sobre si la iglesia “debería autorizar” la ordenación de mujeres, el 95 por ciento de los encuestados que forman parte de LCWR y el 68 por ciento de los encuestados que forman parte de CMSM respondieron afirmativamente mientras que solo el 21% de los encuestados que son parte de CMSWR estuvieron de acuerdo.
Los 122 líderes de órdenes de mujeres que respondieron a la pregunta sobre los posibles beneficios internos para su orden de ordenar mujeres como diáconos, CARA dice que uno de cada seis hizo comentarios que indicaban que sería “un signo de la aceptación de las mujeres y sus dones en la iglesia”. Otra respondió que: “Si se abriera el diaconado a las mujeres, el principal beneficio para nuestro instituto sería la afirmación oficial del lugar que corresponde a las mujeres en la iglesia”.
Pero el 26 por ciento de los encuestados también mencionó la confusión sobre la ordenación como diácono de un miembro de una orden religiosa, ya que probablemente tendría obligaciones tanto con su orden como con el obispo local. “Mientras los diáconos estén sujetos a los obispos, los miembros de mi congregación no podrán ser enviados a misiones por mí como superiores religiosos”, escribió uno de los encuestados. “El discernimiento para el ministerio siempre tendrá que tener en cuenta los deseos / necesidades del obispo”.
De los 145 líderes de las órdenes de mujeres que respondieron a la pregunta sobre si permitirían a los miembros de su orden convertirse en diáconos, 6 de cada 10 respondieron afirmativamente. Entre las respuestas destacamos: “La llamada sería discernida por la hermana “Estoy seguro de que nuestro capítulo y nuestro consejo estarían dispuestos a que los miembros sean ordenados si así lo desean”,
“Las mujeres en esta área aportarían una dimensión diferente que una Iglesia dominada por los hombres a menudo no tiene”. Entre otras preguntas de opción múltiple, se preguntó a los encuestados si los escritos de autores particulares influyó en sus respuestas. Los mas citados fueron: el 38% citó a la hermana Joan Chittister; el 36 por ciento a la hermana Sandra Schneiders y el 15 por ciento citó a la teóloga Phyllis Zagano, miembro de la comisión de estudio del Papa creada en agosto de 2016 a petición de la Unión Internacional de Superiores Generales (UISG), un grupo mundial global de líderes de las órdenes religiosas femeninas. El 23% de los encuestados tienen miembros en la UISG. Francisco aceptó la solicitud de crear dicha comisión durante una sesión de preguntas y respuestas en mayo de 2016 con unos 900 miembros de la UISG.
El Vaticano no ha divulgado información sobre la comisión, tampoco sabemos el número de veces que se ha reunido desde que se anunció su creación. El cardenal Luis Ladaria, que encabeza la comisión y es el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, habló públicamente sobre el grupo por primera vez en junio. Dijo que no planea aconsejar a Francis sobre reinstituir la práctica de ordenar mujeres como diáconos. “El Santo Padre no nos pidió que estudiáramos si las mujeres podían ser diáconos”, dijo Ladaria entonces y agregó que el “objetivo principal” de su grupo es considerar qué papel cumplieron las mujeres que sirvieron como diáconos en los primeros siglos del cristianismo. Aunque el Papa Juan Pablo II afirmó en su carta apostólica de 1994 Ordinatio Sacerdotalis que “la Iglesia no tiene autoridad alguna” para ordenar a una mujer como sacerdotes, muchos historiadores de la iglesia han dicho que hay abundante evidencia de que las mujeres sirvieron como diáconos en los primeros siglos de la iglesia. El apóstol Pablo menciona a una mujer, Febe, en su carta a los Romanos.
Joshua J. McElwee
El estudio fue presentado por CARA el 2 de agosto, el segundo aniversario de la creación del papa Francisco de una comisión para estudiar el diaconado de las mujeres. Encuestó a los 777 líderes de las órdenes religiosas católicas de hombres y mujeres en los EE. UU., y obtuvo respuestas por debajo del 50 por ciento. Entre los hallazgos:
El 77 por ciento cree que es “teóricamente posible” ordenar mujeres como diáconos; El 72 por ciento dice que la iglesia “debería autorizar” tales ordenaciones; El 76 por ciento dice que ordenar mujeres como diáconos sería “mucho” o “algo” “beneficioso para la misión de la Iglesia Católica”; El 45 por ciento cree que la iglesia volverá a la práctica de ordenar a las mujeres como diáconos.
El nuevo estudio de CARA, que se centra únicamente en las actitudes de los líderes de las órdenes religiosas, sigue un estudio anterior del grupo sobre las actitudes más amplias de las mujeres católicas de los Estados Unidos. Ese estudio, publicado en enero, descubrió que el 60 por ciento de las mujeres pensaba que la iglesia debería implementar un diaconado para mujeres. Para la nueva encuesta, CARA, contactó a los líderes de todas las órdenes religiosas en los EE. UU., usando listas de correo proporcionadas por los tres grupos de tales órdenes: la Conferencia de Superiores Mayores de Hombres (CMSM), el Consejo de Superioras Mayores de Mujeres (CMSWR) y la Conferencia de líderes de mujeres religiosas (LCWR).
Se solicitó a cada líder que respondiera a un cuestionario de seis páginas. El 69% de los que respondieron a la encuesta representaba las órdenes de mujeres y el 31% a las órdenes de varones. El 28% de los encuestados forman parte de CMSM, el único grupo reconocido canónicamente para sacerdotes y hermanos en EE. UU. El 43 por ciento de los encuestados son parte de LCWR, que representa alrededor de 1.350 comunidades de mujeres; y, el 17 por ciento es parte de CMSWR, que representa a 120 comunidades de mujeres. Los miembros de CMSWR, un grupo de mujeres religiosas que se separó de la LCWR en 1992 y que normalmente se considera más conservador, se mostraron mucho menos entusiastas sobre la posibilidad de mujeres diáconos que otros encuestados.
A la consulta sobre si es “teóricamente posible” que la iglesia ordene a mujeres como diáconos, el 95 por ciento de los encuestados que forman parte de LCWR y el 75 por ciento de los encuestados que forman parte de CMSM dijeron que sí. Por el contrario baja al 36 por ciento los encuestados que forman parte de CMSWR y que se mostraron favorables
Y a la pregunta sobre si la iglesia “debería autorizar” la ordenación de mujeres, el 95 por ciento de los encuestados que forman parte de LCWR y el 68 por ciento de los encuestados que forman parte de CMSM respondieron afirmativamente mientras que solo el 21% de los encuestados que son parte de CMSWR estuvieron de acuerdo.
Los 122 líderes de órdenes de mujeres que respondieron a la pregunta sobre los posibles beneficios internos para su orden de ordenar mujeres como diáconos, CARA dice que uno de cada seis hizo comentarios que indicaban que sería “un signo de la aceptación de las mujeres y sus dones en la iglesia”. Otra respondió que: “Si se abriera el diaconado a las mujeres, el principal beneficio para nuestro instituto sería la afirmación oficial del lugar que corresponde a las mujeres en la iglesia”.
Pero el 26 por ciento de los encuestados también mencionó la confusión sobre la ordenación como diácono de un miembro de una orden religiosa, ya que probablemente tendría obligaciones tanto con su orden como con el obispo local. “Mientras los diáconos estén sujetos a los obispos, los miembros de mi congregación no podrán ser enviados a misiones por mí como superiores religiosos”, escribió uno de los encuestados. “El discernimiento para el ministerio siempre tendrá que tener en cuenta los deseos / necesidades del obispo”.
De los 145 líderes de las órdenes de mujeres que respondieron a la pregunta sobre si permitirían a los miembros de su orden convertirse en diáconos, 6 de cada 10 respondieron afirmativamente. Entre las respuestas destacamos: “La llamada sería discernida por la hermana “Estoy seguro de que nuestro capítulo y nuestro consejo estarían dispuestos a que los miembros sean ordenados si así lo desean”,
“Las mujeres en esta área aportarían una dimensión diferente que una Iglesia dominada por los hombres a menudo no tiene”. Entre otras preguntas de opción múltiple, se preguntó a los encuestados si los escritos de autores particulares influyó en sus respuestas. Los mas citados fueron: el 38% citó a la hermana Joan Chittister; el 36 por ciento a la hermana Sandra Schneiders y el 15 por ciento citó a la teóloga Phyllis Zagano, miembro de la comisión de estudio del Papa creada en agosto de 2016 a petición de la Unión Internacional de Superiores Generales (UISG), un grupo mundial global de líderes de las órdenes religiosas femeninas. El 23% de los encuestados tienen miembros en la UISG. Francisco aceptó la solicitud de crear dicha comisión durante una sesión de preguntas y respuestas en mayo de 2016 con unos 900 miembros de la UISG.
El Vaticano no ha divulgado información sobre la comisión, tampoco sabemos el número de veces que se ha reunido desde que se anunció su creación. El cardenal Luis Ladaria, que encabeza la comisión y es el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, habló públicamente sobre el grupo por primera vez en junio. Dijo que no planea aconsejar a Francis sobre reinstituir la práctica de ordenar mujeres como diáconos. “El Santo Padre no nos pidió que estudiáramos si las mujeres podían ser diáconos”, dijo Ladaria entonces y agregó que el “objetivo principal” de su grupo es considerar qué papel cumplieron las mujeres que sirvieron como diáconos en los primeros siglos del cristianismo. Aunque el Papa Juan Pablo II afirmó en su carta apostólica de 1994 Ordinatio Sacerdotalis que “la Iglesia no tiene autoridad alguna” para ordenar a una mujer como sacerdotes, muchos historiadores de la iglesia han dicho que hay abundante evidencia de que las mujeres sirvieron como diáconos en los primeros siglos de la iglesia. El apóstol Pablo menciona a una mujer, Febe, en su carta a los Romanos.
Joshua J. McElwee