¡Por muchos años más! Setenta y cinco años de 'Hoja Dominical'

Setenta y cinco años de 'Hoja Dominical'
Setenta y cinco años de 'Hoja Dominical'

"Esta semana, la Hoja Dominical ha cumplido setenta y cinco años. Fue el 19 de marzo de 1950, solemnidad de San José"

"La Hoja nos ayuda a abrirnos a toda la comunidad diocesana y también a la universal, y nos hace redescubrir nuestra más genuina pertenencia. Nos vincula con nuestro obispo, que nos escribe una carta cada semana"

"Podemos estar seguros de que ha nutrido la fe de muchas personas y ha contribuido a hacerlas sentir miembros vivos de la diócesis y de sus respectivas comunidades"

Por ello, junto con esta edición, encontraréis la primera lámina de una serie de doce, que se entregarán cada primer domingo de mes, en las que hacemos memoria de las primeras Hojas Dominicales publicadas"

Estimadas y estimados, esta semana, la Hoja Dominical ha cumplido setenta y cinco años. Fue el 19 de marzo de 1950, solemnidad de San José. Por ello, junto con esta edición, encontraréis la primera lámina de una serie de doce, que se entregarán cada primer domingo de mes, en las que hacemos memoria de las primeras Hojas Dominicales publicadas.

Newsletter de RD · APÚNTATE AQUÍ

Sin embargo, la historia de las Hojas Parroquiales o Diocesanas viene de más lejos. Cabe decir que, además de iniciativas de parroquias concretas, a partir del 6 de enero de 1907, por iniciativa del obispo Torras i Bages, comenzó a publicarse una «Hoja Dominical», con la bendición de la mayoría de los obispos de Cataluña, aunque en Tarragona no llegó a consolidarse.

Homenaje al cardenal Benjamín de Arriba y Castro, en Tarragona |  GaliciaAberta - Secretaría Xeral da Emigración

No fue hasta 1950 cuando el Arzobispo Benjamín de Arriba y Castro tomó la iniciativa de crear una Hoja propia para Tarragona. En una circular a los párrocos, expuso el proyecto, indicando que incluiría, incluso, algún artículo en catalán. Se dejaba libre la cuarta página para que cada parroquia pudiera imprimir las noticias locales.

En 1977, nuestra Hoja se unió a las de las diócesis de Vic y Solsona, aunque cada una mantenía páginas propias. El arzobispo Josep Pont i Gol decía en la presentación: «Se impone la necesidad de una creciente vertebración de las Iglesias de Cataluña […]. Precisamente, para hacer más efectiva esta amistad pastoral, todos juntos hemos pensado que sería interesante probar a sumar esfuerzos y afanes» en la creación de una Hoja conjunta. Esta unidad perduró hasta 2001, cuando el arzobispo Lluís Martínez Sistach se desvinculó del proyecto.

Y así es como, semana tras semana, año tras año, nuestra Hoja ha alcanzado los setenta y cinco años. Y, si Dios quiere y nosotros también queremos, seguirá su camino hacia nuevas metas. Como un compañero fiel, y procurando adaptarse al paso del tiempo, llega cada fin de semana a nuestras manos y nos la llevamos a casa como un complemento de lo que hemos vivido en la iglesia con nuestra comunidad.

La Hoja nos ayuda a abrirnos a toda la comunidad diocesana y también a la universal, y nos hace redescubrir nuestra más genuina pertenencia. Nos vincula con nuestro obispo, que nos escribe una carta cada semana. La Hoja nos transmite y comenta la Palabra de Dios y nos informa sobre las noticias de otras comunidades. Nos mantiene al día sobre la vida de nuestra Iglesia, nos propone reflexionar sobre muchos temas que afectan nuestra acción en el mundo y nos da a conocer personas y grupos que estimulan nuestra vida de fe. De esta manera, se convierte en esa pequeña gota de agua que perfora la roca.

Algún día será necesario analizar con precisión la historia interna y externa de nuestra Hoja. Aun así, podemos estar seguros de que ha nutrido la fe de muchas personas y ha contribuido a hacerlas sentir miembros vivos de la diócesis y de sus respectivas comunidades. ¡Por muchos años más!

Volver arriba