El 26 de abril, vigilia de la fiesta de la Moreneta, fue presentado oficialmente este Milenario Montserrat, casa solariega de Cataluña, mil años sirviendo a la Iglesia y al país
"Fue con afecto y cariño, que el arzobispo Joan Enric Vives, de la diócesis de Urgell, definió a Montserrat de esta manera. También en Montserrat el 26 de abril, vigilia de la fiesta de la Moreneta, fue presentado oficialmente este Milenario"
"Celebrar mil años de vida en un mismo lugar, es un motivo para recordar con gratitud al grupo de monjes de Ripoll, enviados por el abad Oliba a fundar el monasterio de Montserrat"
"Desde el 1025, han sido miles los monjes que en este monasterio han orado y trabajado, acogiendo a peregrinos, a pobres y a huéspedes. Y con la Escolanía, estos monjes que nos han precedido, han alabado a Dios con cantos, himnos y salmos"
"Montserrat, que es un como 'un Magníficat de roca', por utilizar el título de un libro del P. Bernabé Dalmau, durante mil años ha sido como la casa solariega de Cataluña, donde Santa María, la madre de Jesús, es la estrella que ilumina la tierra catalana"
"Desde el 1025, han sido miles los monjes que en este monasterio han orado y trabajado, acogiendo a peregrinos, a pobres y a huéspedes. Y con la Escolanía, estos monjes que nos han precedido, han alabado a Dios con cantos, himnos y salmos"
"Montserrat, que es un como 'un Magníficat de roca', por utilizar el título de un libro del P. Bernabé Dalmau, durante mil años ha sido como la casa solariega de Cataluña, donde Santa María, la madre de Jesús, es la estrella que ilumina la tierra catalana"
Fue con afecto y cariño, que el arzobispo Joan Enric Vives, de la diócesis de Urgell, definió a Montserrat de esta manera. Y para presentar estos mil años de historia, el día de Sant Jordi, en el Centre de Estudis Catalans de la Universidad de la Sorbona de París, el P. Manel Gasch, abad de Montserrat y el P. Bernat Juliol, prior del monasterio y comisario del Milenario de Montserrat, inauguraron la exposición que ha preparado el H. Xavier Caballé, director del Museu de Montserrat.
También en Montserratel 26 de abril, vigilia de la fiesta de la Moreneta, fue presentado oficialmente este Milenario (que contará con un millar de actos), que se iniciará el 7 del próximo septiembre, con las primeras Vísperas de la fiesta de les Vírgenes encontradas y que acabará el 8 de diciembre de 2025.
Celebrar mil años de vida en un mismo lugar, es un motivo para recordar con gratitud al grupo de monjes de Ripoll, enviados por el abad Oliba a fundar el monasterio de Montserrat.
En una entrevista al programa, “Temps d’Església”, de la diócesis de Girona, el P. abad Manel Gasch nos recordaba que “el ADN del monje es la hospitalidad”. Por eso en este Milenario, los monjes hemos de renovar nuestra opción de acoger a Dios y a los hermanos en nuestra vida, de la misma manera que, en Montserrat, Santa María acoge a todos los que visitan su santa imagen.
En este Milenario, hemos de recordar, como decía el abad Manel, que los monjes, presentes en esta montaña santa desde hace mil años, sólo “somos administradores de un lugar que nos ha dado Dios” y por eso “ofrecemos compartir lo que somos en la fidelidad a la oración y el celo per la humanidad”.
Celebramos “mil años de un monasterio, que en los últimos 150 años ha estado vinculado a la catalanidad, como una fiesta mayor de Cataluña”, ya que, como decía el abad Manel, “pocas instituciones cumplen mil años y en el mismo lugar, con esta estabilidad de una comunidad que, a pesar de los dos exilios, no se ha roto nunca”.
El abad Manel también nos recordaba que los monjes hemos de ser muy conscientes de “la fidelidad a una misión”: anunciar el Evangelio a nuestra sociedad, como lo hemos hecho durante mil años “en un mismo lugar, en una misma fe y en una misma orden”, los benedictinos, mostrando Dios a los hombres y defendiendo nuestra lengua y nuestra cultura, sobre todo en momentos de represión y de falta de libertades.
Montserrat, que es un como “un Magníficat de roca”, por utilizar el título de un libro del P. Bernabé Dalmau, durante mil años ha sido como la casa solariega de Cataluña, donde Santa María, la madre de Jesús, es la estrella que ilumina la tierra catalana.
Desde el 1025, han sido miles los monjes que en este monasterio han orado y trabajado, acogiendo a peregrinos, a pobres y a huéspedes. Y con la Escolanía, estos monjes que nos han precedido, han alabado a Dios con cantos, himnos y salmos. Desde el abad Garcia Jiménez de Cisneros o el abad Bartomeu Garriga, hasta los abades más recientes: los PP. Cassià Mª Just, Sebastià Bardolet o Josep Mª Soler, hasta el actual abad, el P. Manel Gasch. Y entre los innumerables monjes que han vivido en este monasterio (más de 2250 desde el siglo XI hasta la entrada de nuestro monasterio en la Congregación Sublacense, el año 1862), quiero recordar algunos de los monjes que yo he conocido, como los hermanos Carles Solà, Àngel Caminos, Franscesc Perxacs, Maur Alcalà, Àngel Prieto, Esteve Palenzuela, Odiló Planàs, o los PP. Ireneu Segarra, Gregori Estrada, Miquel Estradé, Estanislau Llopart, Josep Mª Cardona, Agustí Figueras, Oriol Mª Diví, Cebrià Pifarré, Andreu Marquès….
Cuando el 1025, los monjes enviados por el abad Oliba llegaron para fundar el monasterio de Montserrat, ya encontraron en esta montaña una pequeña capilla dedicada a Santa María. Por eso hoy, como ayer, y desde esta montaña santa, la Virgen, como estrella brillante, vela por nuestro pueblo, como nos lo recuerda el Llibre Vermell de Montserrat, porque “aquellos que están tristes y desconsolados por cualquier razón, esta madre de consolación los consuela y les da alegría”.
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