"Un hombre sencillo y risueño, humilde y lleno de la sabiduría del corazón" Rafel Barruè, nuevo abad de Poblet
Este lunes, 22 de abril, la comunidad del monasterio de Poblet ha elegido a su nuevo abad, el P. Rafel Barruè i Broch, después que el anterior abad, Octavi Vilà, fuese ordenado obispo de Girona ayer domingo del Buen Pastor
El nuevo abad de Poblet nació en la localidad valenciana de Vila-real, el 31 de agosto de 1966. El día 1 de mayo de 2000 vistió el hábito de novicio en el monasterio de Poblet, de manos del abad Josep Alegre, y un año más tarde, el 11 de julio de 2001, fiesta de San Benito, Rafel Barruè hizo la profesión monástica
El nuevo abad ha sido hospedero del monasterio diversas veces, maestro de novicios durante el abadiato del abad Josep Alegre y prior desde el 20 de marzo de 2016, actividades que ha compaginado con su vocación artística de pintor
El nuevo abad ha sido hospedero del monasterio diversas veces, maestro de novicios durante el abadiato del abad Josep Alegre y prior desde el 20 de marzo de 2016, actividades que ha compaginado con su vocación artística de pintor
Este lunes, 22 de abril, la comunidad del monasterio de Poblet ha elegido a su nuevo abad, el P. Rafel Barruè i Broch, después que el anterior abad, Octavi Vilà, fuese ordenado obispo de Girona ayer domingo del Buen Pastor. Ha sido esta mañana cuando los monjes, reunidos en la sala capitular, bajo la presidencia del Abad General del Orden del Císter, Mauro Giusepp Lepori, han elegido como nuevo abad al valenciano de Vila-real, quien tras aceptar su elección, ha sido inmediatamente confirmado e instalado en el cargo.
Como abad de Poblet ha asumido automáticamente la presidencia de la Congregación Cisterciense de la Corona de Aragón, integrada por los monasterios, además del de Poblet, de Santa María de Solius, Santa Maria de Vallbona y Santa María de Valldonzella. Licenciado en Bellas Artes por la Universitat Politècnica de València, el nuevo abad de Poblet nació en la localidad valenciana de Vila-real, el 31 de agosto de 1966. El día 1 de mayo de 2000 vistió el hábito de novicio en el monasterio de Poblet, de manos del abad Josep Alegre, y un año más tarde, el 11 de julio de 2001, fiesta de San Benito, Rafel Barruè hizo la profesión monástica. El 2009 obtuvo la licenciatura de Teología Fundamental por la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma y el 11 de julio de 2010 fue ordenado presbítero en la iglesia abacial de Poblet por el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol.
El nuevo abad ha sido hospedero del monasterio diversas veces, maestro de novicios durante el abadiato del abad Josep Alegre y prior desde el 20 de marzo de 2016, actividades que ha compaginado con su vocación artística de pintor. El pasado 29 de febrero asumió provisionalmente el gobierno del monasterio, debido a que el abad, Octavio Vila, había sido nombrado nuevo obispo de Girona.
Conozco al nuevo abad Rafel desde hace tiempo y recuerdo que a principios de julio de 2015, y acompañado de los novicios de Montserrat, estuve en Poblet, un monasterio donde la historia se une a la belleza del arte y de la naturaleza, y a la oración de los monjes. Allí reencontré a los padres Maties, de Castelló y Rafel, de Vila-real y fray Joaquim, de la Vall de Gallinera y fray David, de Sueca, que son los monjes valencianos de Poblet.
Rezar en Poblet al lado de las tumbas de los reyes Jaume I o Alfons el Magnànim, y contemplar el retablo del valenciano Damià Forment, me evocó las raíces cristianas del País Valenciano, ya que el rey conquistador incorporó nuestra tierra a la civilización cristiana occidental. Solo cabe recordar que el rey Martí l’Humà fundó la cartuja valenciana de Valldecrist.
Dio la casualidad que, durante la estancia en Poblet, en el 2015, el monje de Vila-real i nuevo abad, Rafel Barruè estaba ultimando una exposición de una parte de su obra pictórica, de una gran belleza, titulada, “Estimar”, que se expuso en Vila-real, su localidad natal, en el “Convent, espai d’art”.
Las numerosas obras pictóricas (tanto de formato grande como otras más pequeñas) del nuevo abad, han sido expuestas en Vila-real, Castelló, Borriana, València, la Vall d’Uixó, Mallorca, Nules o Benicarló, entre muchas otras ciudades.
En el catálogo de esta exposición, la Sra. Rosalia Torrent, de la Universitat Jaume I de Castelló de la Plana, destacaba de la pintura de Rafel Barruè, “su estilo limpio y etéreo, su afecto por los azules, pero también por los blancos y, ahora especialmente, por los verdes caminos del paisaje”. Y también, como en sus cuadros, el P. Rafel Barruè “busca despertar la emoción interior, tanto a través de les extensas manchas de colores con que cubre los cuadros, como por la aparición (insinuada o incluso fantasmagórica) de la acción humana en el paisaje”.
También Robert Roda, de la Universitat Rovira i Virgili, escribía en el catálogo de esa exposición, como Rafel Barruè “se acerca a la realidad con una presencia en la mirada”. Y es que este monje de Poblet y nuevo abad, “sabe con la tradición que, como expresó de manera tan bella San Gregorio de Nisa, la materia, del ser humano, como ocurre con una telaraña, mirada en sí misma es oscuridad, vacío, no-ser; pero mirada en el contraluz adecuado, es una obra excepcional”.
En el catálogo de una exposición de Rafa Barruè de 2011, el P. Josep Alegre, abad de Poblet, destacaba de los cuadros de este monje “la belleza de la creación que es reflejo de la belleza divina, para proyectarla en el color de sus pinceles”. Por eso la pintura de Rafel Barruè puede ser contemplada “bajo un suave y ligero velo, que es descubrimiento y ocultación del misterio”.
Como escribía el 2011 en aquel catálogo Montserrat Artigau, directora de la Escola Superior de Conservació i Restauració de Bens Culturals de Catalunya, Rafel Barruè “encuentra inspiración en el retablo del altar mayor de Poblet para su obra pictórica”, un retablo, obra de Damià Forment, nacido en València el 1480, y realizado entre los años 1527 y 1529.
La luz y el agua
En la pintura de Rafel Barruè encontramos de una manera predominante la luz y el agua, con “una técnica acrílica, para diluir las pinceladas y hasta las formas y los colores”, como resaltaba Montserrat Artigau.
Fue el actual abad, Rafel Barruè, quien en el 2011 me enseñó su estudio de pintura, donde pude descubrir el arte de este monje de Vila-real, que en su “ora et labora” de cada día, integra la oración y la pintura en un conjunto del todo harmónico.
La pintura bellísima de Rafel Barruè, de colores suaves, “deja entrever la belleza del misterio, y es como una llamada a pararse en el tiempo y a buscar el encuentro con el misterio sugerido”, como decía el entonces abad de Poblet.
La espiritualidad, la naturaleza y el arte de Poblet, juntamente con la historia que contienen sus muros y los edificios del monasterio, nos hablan de trascendencia y de la belleza de Dios, una belleza que queda como reflejada en las obras de este monje de Vila-real.
La bendición abacial tendrá lugar en unas semanas. Pero ya desde ahora rezamos por el nuevo abad, un hombre sencillo y risueño, humilde y lleno de la sabiduría del corazón. Su prudencia y buen hacer, ha hecho que sus hermanos monjes hayan confiado en el P. Rafel Barruè, como nuevo padre de la comunidad. Un pastor solícito y bueno, atento y servicial, que guiará a la comunidad cisterciense de Poblet.
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