Ayer se publicó la noticia de que el cardenal Bertone, arzobispo de Génova, sería el próximo Secretario de Estado. Noticia que aún no ha confirmado la Santa Sede. Si se confirmara, os anticipo mi alegría. A un eficaz y conservador Secretario de Estado, como lo ha sido el cardenal Sodano le sucedería otro todavía más tradicional. Y que, por sus antecedentes, todo hace suponer que también lo hará muy bien.

El cardenal Tarcisio Bertone nació en Romano Canavese el 2 de diciembre de 1934. Tiene, por tanto 71 años. Ingresó en la congregación salesiana y en 1991 fue nombrado arzobispo de Vercelli. En 1995 pasó a ser secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, convirtiéndose en el más directo colaborador del entonces cardenal Ratzinger, prefecto de la misma. Si todos los años curiales de quien es hoy Benedicto XVI le hacen el mejor conocedor de la Curia Romana, a Bertone le conoce como nadie. Fue su fiel segundo hasta el 2003 en que fue nombrado obispo de Génova.

En esa importantísima archidiócesis del noroeste de Italia se ha acreditado como excelente pastor. No nos extrañaría nada que lo quisiera tener el Papa en el segundo puesto más importante de la Iglesia. Sería, por otra parte, dada su edad, en el Secretario de Estado del actual Pontífice. Los años de ambos no hacen esperar otro Secretario de Estado ni la prolongación del encargo de Bertone con un nuevo Pontífice. Cuando el actual arzobispo de Génova llegue a la edad que hoy tiene Sodano el Papa tendría ya 86 años. Nadie puede hacer cálculos sobre la Providencia de Dios, que llama a su seno cuando Él quiere. Pero, la conjetura es verosímil.

Si el nombramiento se produjera quedan todavía más tocadas las esperanzas cardenalicias de quienes aún no lo son. Pues el próximo arzobispo de Génova iba a ser cardenal seguro. Pues ya están comprometidas Washington, París, Bombay y Génova. La renuncia aceptada de Swiatek hace probable también su arzobispado. Y alguna de África. Pues para que se preocupen sedes importantes paro de segunda división como Marsella o Barcelona.

La noticia puede ser un rumor interesado. Hay que esperar a la confirmación. Si se produjera, enorme alegría por mi parte.