La penúltima, porque este chiquito de montillesco aspecto no para, ha sido, según informa
Religión en Libertad, prohibir a una hermano en el episcopado participar en una manifestación contraria al aborto.
Si tenemos en cuenta que los gurús cardenales que el progresismo intenta vanamente relanzar son una ruina física como Arns o Martini y Rodríguez Maradiaga, del que periódicamente nos decía que militaba en sus filas les ha decepcionado no sería de extrañas que pasen a darnos la tabarra todos los días con el conde von Schönborn. El que además sea hijo de un conspicuo masón añade más morbo a la candidatura.
Es el cardenal más metepatas de todo el Sacro Colegio. Pues, como tonto no es, alguna explicación tendrá. ¿Qué se propone? La ruina de la Iglesia austriaca no, porque esa ya está conseguida y no se necesitan más esfuerzos. Más bien parece querer situarse ante la opinión mundial como el líder de los católicos avanzados y modernos.
Ojo al conde. Tiene más peligro que una piraña en un bidé. Y lo peor es que sólo tiene 64 años.
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P.D.: La elección es bien sencilla/entre Bogarde y Montilla