Una Voce Málaga, que ha reanudado su excelente labor tras una breve interrupción, publica hoy esta tremenda fotografía reveladora del odio a la misa tradicional de algunos. Odio que por lo que se sigue leyendo no se ha extinguido al día de hoy.
Unos policías franceses arrastran violentamente a un sacerdote que estaba celebrando la misa de San Pío V a petición del obispo de Versalles, Simonneaux. Hoy nadie se acuerda ya de ese bellaco obispo francés. Pero hechos como éste si no justifican la actitud radical de algunos tradicionalistas hoy hacen que al menos se pueda entender. Benedicto XVI quiere que hechos así sean un triste recuerdo y que todos vivamos el gozo de la misa, en cualquiera de sus formas, como hermanos que no sólo se respeten sino que se amen. Pero sigue habiendo unos cuantos Simonneaux empeñados en boicotear la voluntad del Papa.