La fe o experiencia de la resurrección (27.4.14)
Es inútil querer demostrar la resurrección de Jesús con argumentos racionales. Lo sugiere bien ejemplo de Tomás el racionalista: “si no lo veo, no lo creo”. Ni se puede negar porque no hay pruebas racionales ni tiene sentido buscar pruebas para convencer a los que no creen.
1.La resurrección de Jesús es un acontecimiento, que si bien responde a un anhelo de inmortalidad que todos llevamos dentro, sólo tiene firme garantía en la buena voluntad de Dios que ha firmado alianza definitiva de amor con la humanidad en Jesucristo. Sólo abriéndonos a esa presencia de Dios capaz de llamar a las cosas que no son para que sean y capaz de dar vida a los muertos -eso es la fe- tenemos acceso a la resurrección de Jesús.
2. Los primeros cristianos –María de Nazaret, Mª Magdalena, Pedro, Juan, Andrés…-son los primeros creyentes: “vieron con los ojos de la fe y creyeron” (Tomás de Aquino). Los relatos evangélicos de las apariciones cuentan el proceso de esta fe, con sus gozos, dudas e interrogantes. Nuestra fe no es distinta de la fe que tuvieron aquellos primeros cristianos, si bien ellos la vivieron con singular intensidad y son referencia para todos los tiempos de la Iglesia.
3. ¿Cómo se manifiesta la fe o experiencia de la resurrección? Según los evangelios, aquellos primeros cristianos salieron de sus miedos, se sintieron perdonados, se llenaron de alegría, gustaron la paz y se vieron impulsados a transmitir el evangelio. Estos son también hoy los signos de que el Resucitado ha entrado en nuestras vidas. La fe cristiana no se reduce a creencias cerebrales; es un encuentro personal con Jesucristo que moviliza y compromete la totalidad del ser humano. Los primeros cristianos gustaron este encuentro como perdón, alegría y esperanza. Son los sentimientos que deben aflorar en nosotros cuando celebramos la resurrección del Señor.
1.La resurrección de Jesús es un acontecimiento, que si bien responde a un anhelo de inmortalidad que todos llevamos dentro, sólo tiene firme garantía en la buena voluntad de Dios que ha firmado alianza definitiva de amor con la humanidad en Jesucristo. Sólo abriéndonos a esa presencia de Dios capaz de llamar a las cosas que no son para que sean y capaz de dar vida a los muertos -eso es la fe- tenemos acceso a la resurrección de Jesús.
2. Los primeros cristianos –María de Nazaret, Mª Magdalena, Pedro, Juan, Andrés…-son los primeros creyentes: “vieron con los ojos de la fe y creyeron” (Tomás de Aquino). Los relatos evangélicos de las apariciones cuentan el proceso de esta fe, con sus gozos, dudas e interrogantes. Nuestra fe no es distinta de la fe que tuvieron aquellos primeros cristianos, si bien ellos la vivieron con singular intensidad y son referencia para todos los tiempos de la Iglesia.
3. ¿Cómo se manifiesta la fe o experiencia de la resurrección? Según los evangelios, aquellos primeros cristianos salieron de sus miedos, se sintieron perdonados, se llenaron de alegría, gustaron la paz y se vieron impulsados a transmitir el evangelio. Estos son también hoy los signos de que el Resucitado ha entrado en nuestras vidas. La fe cristiana no se reduce a creencias cerebrales; es un encuentro personal con Jesucristo que moviliza y compromete la totalidad del ser humano. Los primeros cristianos gustaron este encuentro como perdón, alegría y esperanza. Son los sentimientos que deben aflorar en nosotros cuando celebramos la resurrección del Señor.