El jesuita publica en Sal Terrae 'Después de Dios', nuevo libro de González Faus
Sensibilidad especial, que por la gracia de Dios y el esfuerzo personal , constituye y define el caudal de su sabiduría religiosa
Con veracidad y, por tanto, con todos los honores de la profesionalidad religiosa más honrada, satisface reconocer que en el elenco actual de los teólogos, José Ignacio González Faus ocupa lugares muy relevantes. Confirma tal aserto su nuevo libro publicado por “Sal Terrae”, en su colección “ El pozo de Siquén”, con sus 152 páginas, profundas, y a la vez, tersas y claras.
Su índice, que es el siguiente, lo declara todo o casi todo, y se comenta a sí mismo: Muerte de Dios; Caer de rodillas; Desnudez (con el apéndice de después de ETA); Moral versus Bondad; Hambre de justicia o sed de venganza (con el apéndice de “las manadas, las salvajadas y las algaradas); Católicos, no tan cristianos; Dios materialista (con el apéndice de migraciones); Después de Dios: ¿dinero y desigualdades? (con el apéndice de Cataluña); Deseos y derechos; Afectividades (con el apéndice de los otros lados de la cama); Si este es un hombre…;Aviso final :inevitables problemas sobre el lenguaje de Dios…”
A la hora de recomendar la lectura de algún capítulo concreto, su selección no resulta fácil, dado que el interés por los temas y su planteamiento estimula y acrecienta la atención sobre todas y cada una de sus páginas. No obstante, sugiero que el capítulo 9, titulado “Catolicismo no cristiano”(pp. 57 y ss.) es de “lectura obligada”.
El misterio de la alta calificación teológica que detenta el padre González Faus radica no solo en la formación- información , grados universitarios y capacidad de docencia en ciencias sagradas de los que es poseedor, sino en la sensibilidad especial, que por la gracia de Dios y el esfuerzo personal , constituye y define el caudal de su sabiduría religiosa. Es todavía extraño encontrarse en estos menesteres tan sagrados, con personas –ellos y ya ellas- doctas, doctísimas, en las ciencias de la espiritualidad y, sin embargo, al vivir alejados de los problemas de cada día y de cada colectivo, no les resulte posible contar con su colaboración y ayuda sobrenatural que ilumine sus pasos y responsan salvadoramente a cuantas preguntas se formula, y le formulen a la Iglesia y a sus “doctores” oficiales.
Dejando a un lado las dedicatorias rituales -familiares, sociales, amistosas y profesionales-, propias de los libros, su autor, en su lugar, destaca en la página 7, a modo de aviso para caminantes y cristianos al uso, estas palabras tomadas del capítulo V del profeta Amós:
"Odio vuestras fiestas religiosas, vuestros cultos y vuestras ofrendas…Lo que quiero es que fluya La justicia, como el agua, y la equidad como un arroyo…”
Por si a alguno, o algunos, pudiera resultarles un tanto estridente tal dedicatoria, contenido y oportunidad, le informo que el texto del libro lo avala el “Imprimatur” canónico correspondiente, firmado por don Manuel Sánchez Monge, obispo de Santander, el día 23 de noviembre del 20l8. Es una garantía más, en el caso de posibles incautos, que siempre, o casi siempre, están, o pueden estar, al acecho.