Verbo Divino recupera la memoria del obispo de los pobres en un libro que repasa su vida y causas Pedro Casaldáliga, atravesando la última cerca
Luchó durante toda su vida contra las cercas del latifundio y de la propiedad privada; contra las cercas interiores que podían encerrarlo en sí mismo; contra las cercas de la ignorancia, los muros de la represión; contra todas las barreras sociales; contra las cercas que separan al clero de los laicos, hombres y mujeres, fieles e infieles
| Editorial Verbo Divino
(Verbo Divino).- El pasado 8 de agosto recibíamos la noticia de la muerte de Pedro Casaldáliga a sus 92 años. En ese día, el “obispo del pueblo”, el “obispo de los pobres", entregaba su último aliento al tiempo que dejaba la imborrable huella de un verdadero misionero.
Nacido en Cataluña en 1928, Casaldáliga se trasladó a Brasil cuando tenía 40 años. Al llegar a Araguaia en 1968, el religioso se dedicó a la desafiante labor de defender a la población desfavorecida en la lucha por la propiedad de la tierra. Fue el primer obispo prelado de São Félix do Araguaia, nombrado en 1971 por el Papa Pablo VI, y ocupó el cargo hasta 2005, cuando presentó su renuncia.
Desde su sencillez y autenticidad, Pedro Casaldáliga logró asumir la radicalidad del evangelio hasta sus más extremas consecuencias. El “Hermano Pedro”, como se dejaba llamar por todos, fue un hombre de mirada firme, palabra justa y de un corazón que emanaba ternura, fuerza y esperanza. Desde Verbo Divino, deseamos que la figura y la impronta eclesial de este hombre de hábitos sencillos y humildes permanezcan para siempre en nuestra memoria.
A todas aquellas personas que deseen acercarse a su historia y a su legado, les invitamos a leer "Un obispo contra todas las cercas. Vida y causas de Pedro Casaldáliga", recientemente publicado por Editorial Verbo Divino. Quien lea este libro entenderá por qué y cómo Pedro Casaldáliga luchó durante toda su vida contra las cercas del latifundio y de la propiedad privada; contra las cercas interiores que podían encerrarlo en sí mismo; contra las cercas de la ignorancia, los muros de la represión y las llaves escondidas del olvido; contra todas las barreras sociales; contra las cercas que separan al clero de los laicos, hombres y mujeres, fieles e infieles; en defensa de los más pobres y oprimidos del mundo.