La escritora y vitalista contagiosa publica 'También hay Cielo', en Editorial Albada Rosa Pich-Aguilera: "¡Muchas veces tocamos el cielo aquí, en la Tierra, el cielo existe!"

(FLAMA).- Rosa Pich Aguilera es una mujer que desborda vitalidad. Madre de 18 hijos “del mismo marido y por voluntad propia”, puntualiza, ha logrado transformar su experiencia de vida en una fuente de inspiración para muchos. Con su característico humor y optimismo, ha compartido las claves de su felicidad en libros como ¿Cómo ser feliz con 1, 2, 3... hijos? (Editorial Palabra, 2013) y La vida es bella (Editorial Planeta, 2022). Ahora, nos sorprende con una tercera obra, También hay Cielo (Editorial Albada, 2024), donde profundiza en el papel fundamental de la fe, la familia y la amistad.

A pesar de los retos y las pérdidas que ha vivido, Rosa ha encontrado en la oración y la confianza en Dios la fuerza para seguir adelante. En También hay cielo, comparte su testimonio sobre cómo la oración y la alegría pueden guiarnos, incluso en medio de las dificultades, hacia una meta final: el Cielo. “¡Muchas veces tocamos el cielo aquí, en la Tierra, el cielo existe!”. Con una voz sincera y espiritual, Rosa nos muestra que, pase lo que pase, siempre hay motivos para vivir con esperanza y gratitud.

A través de los siete capítulos de También hay cielo, descubrimos a una mujer que no solo sobrevive a los embates de la vida, sino que los abraza con una sonrisa. Una lectura que emociona, invita a reflexionar y, sobre todo, inspira.

Rosa confiesa que nunca había imaginado escribir un tercer libro. “Todavía hoy, cuando me presentan como escritora, me parece sorprendente.” Aun así, asegura que la intensa experiencia que ha vivido, con la pérdida de su marido –Chema–, de tres hijos –Carmina, Javier y Montse–, y el acompañamiento durante el proceso de quimioterapia del benjamín de la familia –Rafa–, la ha llevado a querer compartir su experiencia. “Cuando escribo, transmito, eso es lo que me dicen amigos y familiares, y es lo que me anima a continuar.”

La autora recuerda que la lectura no formaba parte de su infancia. Ella también proviene de una familia numerosa, con 16 hermanos, y los días estaban llenos de juegos y entretenimiento. Sin embargo, su marido, intelectual y lector apasionado, la acercó a la lectura. “Ahora, leer me entretiene y me relaja, e intento transmitir este hábito a mis hijos e hijas.” Esta afición, según explica, también le ha proporcionado momentos de calma en medio del caos cotidiano.

El éxito de sus libros fue inesperado, pero muy significativo. Rosa explica que el interés por su historia surgió durante la pandemia, cuando muchas editoriales buscaban mensajes de esperanza. “Vinieron a buscarme, contactaron conmigo y estoy muy contenta del impacto que han tenido mis libros.” Rosa Pich-Aguilera cuenta con más de 119 mil seguidores en su cuenta de Instagram.

Según Rosa, lo que conecta con los lectores es la sinceridad y la autenticidad. “En un mundo lleno de postureo, donde lo material es el centro, necesitamos historias reales, de personas de carne y hueso.” Este enfoque honesto ha sido clave para llegar al corazón de muchas personas que buscan testimonios como el de la autora, llenos de luz y fuerza para superar las dificultades de la vida.

Su experiencia con la pérdida y el dolor es uno de los temas centrales de También hay cielo. Rosa admite que la fe ha sido un apoyo esencial para superar los momentos más difíciles. “Sé que el sufrimiento no puede conmigo, mi fe me da el aliento para seguir adelante.” Esta visión trascendente es fundamental en su mensaje vital.

Además de la fe, Rosa también destaca la importancia de cuidarse a nivel físico y emocional. “Somos cuerpo y espíritu. Cuidar el cuerpo es una manera de atender también el espíritu.” Esta filosofía le ha ayudado a encontrar equilibrio, incluso en momentos de gran dolor, y a ser una figura de apoyo para sus hijos e hijas. “Todavía hay 9 que viven en casa conmigo, y aun así sigo acompañando y educando a los que están fuera, el que vive en Corea, la que vive en México, el que estudia en Madrid…”

Como madre de una familia numerosa, Rosa ha aprendido que poner límites es esencial. “Los niños y adolescentes necesitan normas, y nosotros como padres debemos saber aguantar sus reacciones, aunque sea difícil. Nadie ha dicho que educar sea fácil, es una ciencia que hay que estudiar y practicar.” En las páginas de sus libros también se puede leer sobre esta experiencia, que le permite transmitir valores como la convivencia, la generosidad, la amabilidad y la capacidad de superar las frustraciones.

Finalmente, Rosa anima a niños y jóvenes a ver la familia como una fuente de plenitud. “La vida no se basa solo en el éxito profesional o material.” Su mensaje es un canto a la esperanza, al amor y a la importancia de valorar lo que realmente importa.