“Mesopotamia y el Antiguo Testamento”, editado por Verbo Divino Una guía para escuchar el eco de Mesopotamia entre las líneas de la Sagrada Escritura
La narración del Diluvio se entrelaza con la epopeya de Gilgamesh; el Código de Hammurabi asoma entre la legislación bíblica; el “zigurat” de Babilonia deja entrever su silueta en la mención de la Torre de Babel
Mesopotamia no está tan lejos como algunos piensan. Menos lejos está para los cristianos. Ni el Antiguo Testamento tampoco es tan antiguo como tantos otros quisieran. Religiosa, política, geográfica e históricamente, Mesopotamia y el Antiguo Testamento se asoman de alguna manera por las balconadas de los noticiarios informativos de la actualidad más apremiante, no siempre, ni mucho menos, pacífica y tranquilizadora, aunque con otros nombres y apellidos.
Y, por lo que respecta a las ponderaciones propias de esta sección bibliográfica de RD, religiosa por naturaleza, planteamiento y configuración, reconozco la necesidad de reseñar la aparición del nuevo libro editado por EVD -”Verbo Divino”-, precisamente con el título de “Mesopotamia y el Antiguo Testamento”, con sus 236 páginas, de fácil, docta, curiosa, documentada y actualizad lectura, en su tan recomendada colección “El mundo de la Biblia”.
El siguiente párrafo de su contraportada puede estimarse como síntesis fiel de su contenido: “El conocimiento de la historia y literatura de Mesopotamia constituye el entramado necesario para la buena comprensión de la Biblia, especialmente del Antiguo Testamento. La narración del Diluvio se entrelaza con la epopeya de Gilgamesh; el Código de Hammurabi asoma entre la legislación bíblica; el “zigurat” de Babilonia deja entrever su silueta en la mención de la Torre de Babel, mientras la leyenda de Sargón orienta la mirada hacia la figura de Moisés”
En definitiva, ciertamente, y para satisfacción e ilustración de muchos,“el lector inquieto por conocer la relación entre la Biblia y el mundo oriental encontrará en este libro una guía para escuchar el eco de Mesopotamia entre las líneas de la Sagrada Escritura”.
'Mesopotamia' conforma la llanura existente entre los dos grandes cursos fluviales que son el Éufrates y el Tigris, que surgen en las montañas de Armenia
En tiempos eclesiales de exigente necesidad de educar y ser educados en la Biblia, este libro aporta elementos suficientes como para conseguir que la fe antediluviana y pueril en cuyo marco todavía se nos adoctrina, y adoctrinamos, se abra paso por caminos propios para personas adultas. La formación-información religiosa así lo demandan.
“Mesopotamia”, que en griego significa “tierra entre ríos”- conforma la llanura existente entre los dos grandes cursos fluviales que son el Éufrates y el Tigris, que surgen en las montañas de Armenia, con desembocadura en el Golfo Pérsico, después de haber recorrido el primero de ellos 2,800 kilómetros y 1,900 el segundo.
Cuna de civilización y meta, aspiración y añoranza, además de eco bíblico del Paraíso Terrenal –Edén, que significa “jardín”-, le brinda al lector elementos acendradamente cultos para la mejor interpretación de referencias de los sagrados libros del Antiguo Testamento. Del autor del libro, Francesc Ramis Darder, los bibliógrafos refieren que es doctor en Teología y profesor de Antiguo Testamento, a la vez que Director del Museo Bíblico de Mallorca.
El recuerdo del sagrado libro del Eclesiástico (44,1) se hace activamente presente en el atrio-prólogo del libro de EVD, con estas solemnes palabras: “Hagamos el elogio de las personas ilustres de nuestros antepasados por generaciones…”.
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