Llegar a quienes tienen dificultad para llegar al hospital Inauguración del Barco Hospital San Juan XXIII, que este domingo inicia su misión de llevar salud al Amazonas brasileño
“Seguir los pasos de Dios y hacer esta búsqueda y buscar a todos los hermanos que están necesitados”
En cinco años, el barco hospital Papa Francisco ha prestado 500.000 servicios, rescatando muchas vidas, especialmente durante la pandemia, siendo un instrumento para llevar esperanza y paz a las personas
“Un hospital que camina”, que “navega por los ríos”, ayudando a la gente a superar las dificultades que existen en la Amazonía para llegar a los hospitales
“Un hospital que camina”, que “navega por los ríos”, ayudando a la gente a superar las dificultades que existen en la Amazonía para llegar a los hospitales
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Los ríos de la Amazonía y las personas que viven en las comunidades indígenas y ribereñas pronto podrán disfrutar de un gesto más de amor a través del barco San Juan XXIII en la Providencia de Dios, nombre que recuerda la figura del Papa bueno, el Papa de la sonrisa y de la caridad, que ahora estará presente en la vida de las personas de la región. El barco, que comienza su labor el domingo 8 de diciembre, estará al servicio de las comunidades locales, llevando salud y caridad.
Un servicio a través de los ríos
Una misa presidida por el arzobispo de Manaos, cardenal Leonardo Ulrich Steiner, y que contó con la presencia del obispo de Óbidos (Estado de Pará), Mons. Bernardo Baumann, del obispo auxiliar de Manaus, Mons. Zenildo Lima, y del obispo emérito de Primavera do Leste-Paranatinga, Mons. Derek Byrne, dio inicio a un evento que contó con la presencia de diversas autoridades del estado de Amazonas y de otras regiones de Brasil.
El barco hospital es un signo de salud, según el cardenal Steiner, que agradeció a Dios por “todas las manos generosas que nos ayudaron a construir este barco para que ahora pueda servir a nuestras comunidades ribereñas”. También dio las gracias a los frailes franciscanos que hicieron realidad la idea.
El arzobispo de Manaos destacó cómo Dios fue en busca de Adán y Eva, que se habían distanciado de Él, “yendo en busca y encontrando”. Una búsqueda que Dios también hizo con María, “Él busca a María, la de la aldea de Nazaret, la joven, la adolescente, Dios la busca porque quiere estar con sus hijos e hijas”. El cardenal recordó que “Dios tuvo la delicadeza de preguntarle: ¿Aceptas? Y ella dijo que sí. Sí, porque se da cuenta de que Dios la buscó, porque la buscó y se hizo uno de nosotros”.
Ir en busca de quien necesita salud
Una actitud que está presente con el barco, “no vamos a esperar, vamos a buscar. Queremos conocerte y queremos preguntarte dónde estás para poder cuidar de tu salud, ya sea la salud de tu cuerpo o la salud de tu espíritu”. Algo que se hace, “porque se ha hecho providente en medio de nosotros, en Jesús. Es en el nombre de Jesús que lo vamos a hacer, en el nombre de Jesús que vamos a estar ahí, en el nombre de Jesús que también queremos ser evangelizadores a través de la caridad”, haciendo un llamamiento a “seguir los pasos de Dios y hacer esta búsqueda y buscar a todos los hermanos que están necesitados”. El cardenal destacó el gran número de personas implicadas en el proyecto que ayudarán a ser “esta expresión de Dios”, y a llegar “a los lugares donde pensamos que no hay nadie, pero allí hay alguien que está necesitado.”
El cardenal Steiner insistió en “agradecer a todos los que han ayudado, colaborado, para que este barco pueda ser realmente un signo de nuestra fraternidad, pueda ser un signo de justicia, donde todos tengan derecho a la salud, pueda ser un signo de paz, pero también pueda ser un signo de salvación”, bendiciendo a los presentes con una reliquia de San Juan XXIII que acompañará los servicios del barco.
Una idea nacida en 2013
Mons. Bernardo Baumann ha recordado que los barcos hospitales Papa Francisco, San Juan Pablo II y San Juan XXIII fueron una idea que surgió en 2013, ante la necesidad de muchos enfermos que no podían desplazarse a las ciudades para recibir tratamiento, por falta de dinero para llegar o por las largas colas que les hacían perder la esperanza, y surgió la idea de hacer realidad un hospital que va hasta el paciente. Así fue como “se plantó una semilla de mostaza que, de repente, creció hasta convertirse en un gran árbol”.
El obispo de Óbidos destacó que muchas personas han ayudado en este sueño, “porque también entendemos que la caridad nunca puede parar”, afirmando que cuando “ponemos la caridad a trabajar, crece”. En cinco años, el barco hospital Papa Francisco ha prestado 500.000 servicios, rescatando muchas vidas, especialmente durante la pandemia, siendo un instrumento para llevar esperanza y paz a las personas.
Seguir el ejemplo de Jesús que cura
Un barco que es un ejemplo concreto de una Iglesia en salida, según Fray Francisco Belotti, “no sólo una Iglesia que sale, sino una Iglesia que anuncia y también presta asistencia para curar a la gente, como hizo Jesús”. Insistió en que, con la ayuda de la gente, nada es imposible, y agradeció a las personas que ayudan a construir y a hacer funcionar los barcos hospital para que se produzcan los milagros. El fraile dijo que “hoy el estado de Amazonas está ganando una perla, una gema, una joya que es para toda la población, para que las personas puedan encontrar la salud, y puedan encontrar también su tratamiento”.
El fraile recordó las palabras de San Francisco, que decía que “hay que empezar por hacer lo necesario, luego lo posible y después alcanzar lo imposible”, de San Juan XXIII: “el milagro ocurre cuando la voluntad del hombre se une a la voluntad de Dios”, y de Gandhi: “llevo sobre mis hombros toda la transformación que quiero ver en este mundo”. Palabras que inspiran el barco hospital, “un hospital que camina”, que “navega por los ríos”, ayudando a la gente a superar las dificultades que existen en la Amazonía para llegar a los hospitales.
Un barco que “va al encuentro de las personas”, lo que es muy importante, según Fray Belotti, que dijo que el barco “es el mayor y mejor plan de salud que puede existir en Brasil”, dado que “las personas llegan, hacen consultas, exámenes, si es necesario, son hospitalizadas, operadas si es necesario, reciben alimentos, medicinas e incluso la posibilidad de que ambulancias las lleven a sus casas”. Agradeció al Ministerio Público, al Tribunal Regional del Trabajo, al Gobierno del Estado de Amazonas, a la Asamblea Legislativa del Estado de Amazonas, al Ayuntamiento de Manaos, al Sistema Único de Salud y a otras entidades y empresas, así como a la Archidiócesis de Manaos, que desde el primer momento abrió sus brazos, abrió su corazón. No se olvidó de sus colaboradores, que hacen su trabajo voluntariamente, haciendo milagros todos los días.
Presencia de diversas autoridades
El fiscal regional de la Fiscalía del Trabajo de Amazonas, Dr. Jorsinei Dourado do Nascimento, destacó la importancia de un barco altamente equipado, que atenderá a miles de ribereños, comunidades indígenas y quilombolas, que se encuentran en las sinuosas orillas de los ríos del Amazonas, y que tiene una misión de vida, ir al encuentro de aquellos que más lo necesitan, que se encuentran en situación de vulnerabilidad social. En la misma línea, la fiscal general Adjunta de Trabajo del Estado de Amazonas, Dra. Ivana Auxiliadora Mendonça dos Santos, destacó la importancia del barco como “poderosa herramienta de inclusión y atención”, y “mitigadora de los crueles desafíos logísticos que representan para miles de personas las largas horas de navegación para obtener atención médica”.
Junto con la Fiscalía de Trabajo, la empresa MARFRIG es uno de los principales socios del proyecto. Según su presidente, Marcus Molina, es un honor formar parte de este proyecto, anunciando la construcción de un barco más. El ministro del Tribunal Superior de Justicia y Corregidor Nacional de Justicia, Mauro Campbell, destacó la figura de San Juan XXIII, que convirtió su fe en obras, recordando las dificultades de acceso a la asistencia sanitaria en la Amazonía. El barco hospital João XXIII cuenta con la colaboración del estado de Amazonas, que, a través de su gobernador, Wilson Lima, agradeció la realización del proyecto, asegurando la colaboración y los recursos para un barco que formará parte de la política de salud pública del estado de Amazonas.
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