Encuentro de los representantes de América Latina y Caribe en el Sínodo Mons. Jaime Spengler: Con el Sínodo, "estamos involucrados en la gran cuestión del presente y del futuro de la Iglesia"
Quienes han sido elegidos para representar a los episcopados del continente y a las iglesias con sus comunidades, tienen "una oportunidad única, es una gracia, es una bendición, es también una responsabilidad, porque de alguna manera estamos involucrados en la gran cuestión del presente y del futuro de la Iglesia"
"la cuestión es la capacidad del cristianismo y de la Iglesia de ser elocuente para todas las culturas y de ser comprendida en su esencia"
"Un momento privilegiado para que realmente intentemos armonizar nuestro discurso"
"Un momento privilegiado para que realmente intentemos armonizar nuestro discurso"
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Del 29 al 31 de agosto, el Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (Celam) celebra un encuentro con representantes de las iglesias del continente de cara a la primera sesión de la Asamblea Sinodal que tendrá lugar en Roma en octubre. Alrededor de 50 personas -obispos, religiosos, religiosas, laicos, presbíteros, miembros de la asamblea y facilitadores- se reúnen en la sede del Celam en Bogotá (Colombia).
Continuar el camino iniciado
Siguiendo lo que presentó la Liturgia de la Palabra del día, haciendo un llamado a no tener miedo, a seguir adelante, Mons. Jaime Spengler, en la homilía de la Eucaristía de apertura, relacionó las palabras de la Escritura con lo que se hará en los próximos días, "continuar el camino iniciado en vista de la celebración de la primera sesión de la Asamblea del Sínodo de los Obispos", destacando la presencia del padre Giacomo Costa, secretario especial de la Asamblea Sinodal que se realizará en octubre.
El presidente del Celam insistió en que "el tema del Sínodo es la Iglesia", recordando el deseo que había de celebrar un Sínodo sobre este tema, pero que no se sabía cómo llevarlo a cabo. Según el arzobispo de Porto Alegre, "el Papa Francisco ha asumido esta tarea y ha propuesto un camino que ya está dando frutos en algunos aspectos, así como ácidas críticas". Quienes han sido elegidos para representar a los episcopados del continente y a las iglesias con sus comunidades, tienen "una oportunidad única, es una gracia, es una bendición, es también una responsabilidad, porque de alguna manera estamos involucrados en la gran cuestión del presente y del futuro de la Iglesia", enfatizó Mons. Spengler.
La Iglesia está atrasada 200 años
Ante la realidad actual, en la que "el cristianismo parece tener dificultades para presentarse con una palabra creíble y autorizada", el presidente del Celam afirmó que "hay quien dice que la adhesión a la fe y a la Tradición ha llegado a su fin". Recordó las palabras del cardenal Martini, quien dijo que "la Iglesia está atrasada 200 años", cuestionándose por qué esto no molesta y afirmando que "tenemos miedo, miedo en vez de valentía".
"El punto central no es la Iglesia de hoy, no es la Iglesia del pasado, el punto es la Iglesia por venir, es decir, la Iglesia que queremos dejar como legado a las generaciones futuras", según el arzobispo de Porto Alegre. Subrayó que "la cuestión es la capacidad del cristianismo y de la Iglesia de ser elocuente para todas las culturas y de ser comprendida en su esencia". Y es que "en algunos sectores parece estar desapareciendo la figura del practicante y empieza a surgir la figura del nómada y del peregrino" en relación con la Iglesia. Ella "necesita ser ayudada y apoyada en su camino de verdad y libertad, en lugar de una Iglesia que siempre tiene algo que decir y siempre está dispuesta a dar orientaciones y recetas", subrayó.
La crisis es buena y sana
Mons. Spengler definió la situación actual de la Iglesia en una palabra: "estamos en crisis, y esto es bueno, esto es sano, esto es esperanzador, la crisis trata de evitar que ocurra lo peor. La Iglesia siempre está en crisis, o al menos debería estarlo, pero su mayor límite está en no darse cuenta de esta situación". Según el arzobispo de Porto Alegre, "la pluralidad es enorme y la vitalidad sorprendente, es el Evangelio", recordando que el Papa Francisco se ha dado cuenta de esta situación, y pidiendo que "el Espíritu divino nos inspire y nos guíe, y que el diálogo franco entre hermanos y hermanas nos fortalezca".
Sobre el encuentro, que tendrá lugar en la sede del Celam del 29 al 31 de agosto, Mons. Jaime Spengler apuntó tres puntos: rezar juntos, al final es el Espíritu de Dios el que nos inspira; conocernos, saber quiénes somos, de dónde venimos, qué hacemos, cuáles son nuestras expectativas; iniciar un diálogo en torno a lo que es el tema de este Sínodo, la propia Iglesia con sus diversos aspectos. El presidente del Celam insistió en que "una oportunidad como ésta, estos días aquí en la sede del Celam, se convierte en un momento privilegiado para que realmente intentemos armonizar nuestro discurso".
Una sinodalidad que "ya está presente en muchos ámbitos de la vida eclesial", destacó el presidente del episcopado brasileño, quien afirmó que "queremos avanzar en esta forma de trabajar", citando diferentes ejemplos de esta sinodalidad en la vida eclesial presente en los consejos que existen en todos los niveles de la Iglesia, que según el arzobispo de Porto Alegre es "el espíritu que el Santo Padre nos pide que retomemos, por así decirlo, en un nuevo tono". Insistió en adoptar el mismo tono, "captando la sintonía de lo que el Santo Padre nos pide en este momento". En este sentido, dijo, "no son banderas, es la identidad de la Iglesia según los criterios que vienen del Evangelio, de la Tradición de los Santos Padres, y también de la hermosa Tradición de la Iglesia".