Comentario al Evangelio de XXV Domingo del Tiempo Ordinario Mons. Óscar Ojea: “Convertir el corazón y a buscar incluir a todos en la viña del Señor”
“El sentido de la parábola no tiene que ver con la justicia del salario, ya que le va a pagar a todos igual, el Señor no está hablando de eso. El Señor está diciendo que él tiene otros caminos y que todo se lo debemos a él como don de Dios, que él tiene otra lógica"
“Él sabe por qué los últimos no han conseguido trabajo, Él sabe de sus capacidades, de la educación de cada uno, de los problemas de cada uno, de los impedimentos de cada uno, de las facilidades que uno encontró y otro no encontró"
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Comentando el Evangelio del XXV domingo del Tiempo Ordinario, Mons, Oscar Ojea señala que “nos encontramos con este propietario de la viña que tiene la preocupación de incluir a todos en el trabajo de la viña, y sale cinco veces en distintas horas del día a buscar trabajadores. Arregla en un denario cada uno por día, pero, sin embargo, al salir a todas horas, la última vez que sale, encuentra todavía algunos desocupados y los llama, y estos trabajan poquito”.
Todo lo debemos a Dios como don
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina hace ver que “el sentido de la parábola no tiene que ver con la justicia del salario, ya que le va a pagar a todos igual, el Señor no está hablando de eso. El Señor está diciendo que él tiene otros caminos y que todo se lo debemos a él como don de Dios, que él tiene otra lógica y por lo tanto, esa envidia o esa rabia que les da a los que trabajaron todo el día pero sacaron lo mismo que los últimos no tiene que ver con ese profundo conocimiento que tiene el propietario de cada uno de los viñadores”.
Según el obispo de San Isidro, “Él sabe por qué los últimos no han conseguido trabajo, Él sabe de sus capacidades, de la educación de cada uno, de los problemas de cada uno, de los impedimentos de cada uno, de las facilidades que uno encontró y otro no encontró. Entonces cuando se quejan los que pudieron llegar primero y trabajaron todo el día y cobran igual que los últimos, el propietario dice una frase que nos llega al corazón: '¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?, si yo combiné con vos en un denario que no estoy faltando a la justicia. ¿Por qué tenes esta envidia de pensar que hago una injusticia cuando yo conozco profundamente lo que le pasa a tu hermano y vos no lo conoces? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?'”. Algo que ve como “una invitación a convertir el corazón y a buscar incluir a todos en la viña del Señor”.
Sínodo de la Sinodalidad
El prelado ha anunciado su participación en Sínodo junto con otros cuatro hermanos obispos argentinos, otros sacerdotes del mundo entero, laicos, laicas, religiosos, religiosas. Según él, “vamos a participar de este Sínodo sobre la sinodalidad en el cual tenemos tanta esperanza, un estilo nuevo para nuestra Iglesia, la búsqueda de un estilo nuevo para nuestra Iglesia”. Para ello señala que “vamos a escucharnos todos con los distintos tiempos, todos que los que trabajamos en la viña del Señor, el Señor conoce la historia de cada uno, pero el Señor nos llama a escucharnos de verdad para poder construir una Iglesia nueva, una Iglesia que necesita siempre de renovación”.
Por eso, pide a todos “oraciones especiales por este tiempo en el que queremos incluir a todos repitiendo lo que el Papa Francisco nos ha recordado en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa: “todos, todos, todos”, tienen un lugar en la viña del Señor, más allá de nuestros egoísmos, más allá de nuestro propio interés y más allá de nuestra pretendida meritocracia para alcanzar el Reino de los Cielos”.