Decleración ante la guerra en Ucrania expresando su disposición a orar por la paz Religiones por la Paz: “Un conflicto violento nunca puede tener resultados positivos”
Expresan “sus oraciones y su amor a todas las personas atrapadas en la última ronda de violencia y conflicto sin sentido que actualmente tiene lugar en Ucrania”
“La violencia engendra violencia, y necesitarán mucho apoyo para recuperarse del miedo, la inseguridad, la amargura y el trauma que inevitablemente sigue a un conflicto violento”
A los líderes les piden “que recuerden su deber jurado de proteger la vida de todos los seres humanos bajo su liderazgo, y cesen de inmediato esta violencia sin sentido”
A los líderes les piden “que recuerden su deber jurado de proteger la vida de todos los seres humanos bajo su liderazgo, y cesen de inmediato esta violencia sin sentido”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Ante el conflicto bélico que se está viviendo en Ucrania, Religiones por la Paz, de donde forma parte el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), siendo su presidente, Mons. Miguel Cabrejos parte de su Consejo Mundial, ha emitido este lunes 28 de febrero de 2022 una Declaración al respecto, en la que señalan enviar “sus oraciones y su amor a todas las personas atrapadas en la última ronda de violencia y conflicto sin sentido que actualmente tiene lugar en Ucrania”.
Siguiendo algo que está presente en el fundamento de la organización, “una profunda convicción religiosa por la paz, inherente a todas nuestras tradiciones”, desde Religiones por la Paz rechazan “sin reservas cualquier forma de violencia”, insistiendo que “un conflicto violento nunca puede tener resultados positivos”.
Al mismo tiempo, desde su condición creyente rechazan “la invocación de defender la religión o la tradición como pretexto para la guerra”, a lo que unen su oración “con todas nuestras fuerzas por cada una de las personas involucradas en el conflicto”. Su oración va dirigida a “los niños, las mujeres y los hombres que han resultado muertos y heridos, y por quienes están huyendo de sus hogares aterrorizados por lo que ha sucedido”.
Ante esa situación, hacen “un llamado a todas las partes a ayudar a garantizar un corredor humanitario para la evacuación segura de civiles y la entrega de la ayuda que tanto se necesita”. También dicen orar “por los ciudadanos de Ucrania y Rusia que, sin culpa propia, sufrirán ahora tanto espiritual como materialmente en las próximas décadas”. Desde Religiones por la Paz se insiste en que “la violencia engendra violencia, y necesitarán mucho apoyo para recuperarse del miedo, la inseguridad, la amargura y el trauma que inevitablemente sigue a un conflicto violento”.
La Declaración recuerda la oración “por nuestros hermanos y hermanas en la Iglesia Ortodoxa Rusa, el Consejo Ucraniano de Iglesias y Organizaciones Religiosas (UCCRO), el Consejo Interreligioso de Rusia (ICR), los creyentes de sus denominaciones religiosas, y por las personas de todas las religiones de la región”. A todos ellos les recuerdan “el propósito fundamental y la naturaleza de todas las religiones, y se levanten y hablen por la paz”.
También hablan de los líderes políticos, esperando “con todo nuestro corazón que se detengan lo suficiente para recordar la esencia y la bondad de su humanidad, y la preciosidad de cada vida humana en este planeta”. A ellos les piden “que recuerden su deber jurado de proteger la vida de todos los seres humanos bajo su liderazgo, y cesen de inmediato esta violencia sin sentido”. Igualmente oran “por todos aquellos en todo el mundo que han salido a protestar por esta guerra y a exigir el fin inmediato de esta violencia”.
Desde Religiones por la Paz, “como organización dedicada a la paz y la prosperidad de todos”, se reafirma “su creencia de que la incidencia por una resolución no violenta de esta crisis es una expresión de nuestro compromiso espiritual compartido con una paz justa y sostenible”.
Por ello, señalan que “Religiones por la Paz convocará propuestas para apoyar iniciativas interreligiosas que provean ayuda a los desplazados por el conflicto”. Para ello, insisten en que “hacemos un llamado a otras organizaciones religiosas y seculares de la sociedad civil a apoyar la acción colaborativa para proteger a los perjudicados por la guerra”.