Asamblea del SEDAC en la recta final Lizardo Estrada al SEDAC: "Necesitamos de ustedes, sus organizaciones, anhelos y esperanzas, para hacer este camino juntos"

Lizardo Estrada al SEDAC: "Necesitamos de todos ustedes, sus organizaciones, anhelos y esperanzas para hacer este camino juntos"
Lizardo Estrada al SEDAC: "Necesitamos de todos ustedes, sus organizaciones, anhelos y esperanzas para hacer este camino juntos"

Refiriéndose al SEDAC el prelado destacó su experiencia de muchos años que considera es "testimonio en la compleja y bella tierra centroamericana de haber vivido su ministerio de una manera sinodal, asumiendo fuertemente el sentido de la corresponsabilidad"

El Celam confía en el apoyo del organismo centroamericano para “estar al servicio de la vida, el cuidado de la Casa Común, la promoción de los DDHH y de los pueblos así como en la defensa de la familia y los más vulnerables"

"Que la Sangre de sus Mártires siga fecundando su acción evangelizadora, desde la humildad y la conversión permanente de los procesos pastorales”

"Apoyar la configuración de una Iglesia sinodal, en la que la escucha, el diálogo, el discernimiento espiritual y las estructuras de participación posibiliten que todos, personas, organizaciones y redes podamos poner nuestros dones y carismas en la construcción de la comunión para el servicio del Reino," fue una de las cuatro solicitudes que hizo Mons. Lizardo Estrada en nombre de la presidencia del Celam a la Asamblea del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC), reunida en Ciudad de Guatemala del 27 de noviembre al 1 de diciembre.

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Animar procesos de inculturación

Agradeciendo la invitación a participar en su Asamblea Anual, el prelado señaló que su "experiencia de muchos años nos testimonia que en esta compleja y bella tierra centroamericana, han realizado y vivido su ministerio de una manera sinodal, asumiendo fuertemente el sentido de la corresponsabilidad," por lo que el secretario general del Celam confía en el apoyo del organismo centroamericano para “estar al servicio de la vida, del cuidado de la Casa Común, de la promoción de los DDHH y de los pueblos, en la defensa de la familia y de los más vulnerables".

De la misma forma en que agradecerá su apoyo en la tarea de promover el diálogo intercultural, reconociendo los valores de la cultura y animando procesos de inculturación.

Seguro de los lazos de amistad y fraternidad que unen a los dos organismos en uno solo, el representante del Celam precisó que no pueden verse privados de sus voces, experiencias y aportes a la tarea pastoral. "Necesitamos de todos ustedes, de sus organizaciones, de sus anhelos y esperanzas para comprendernos más, y al hacer este camino juntos, logremos concretar acciones para las muchas de las causas comunes que compartimos," afirmó.

Así experimentando esa cercanía y firmes en la misión que compromete la acción pastoral de los dos organismos, Mons. Estrada confía en que todos "sean un solo organismo al servicio del Evangelio que impulse la sinodalidad y la corresponsabilidad de la Iglesia de América Latina y el Caribe en comunión con la Iglesia Universal, sintonizados con una Iglesia en Salida, que conozca la realidad de las Conferencias Episcopales, necesidades y prioridades para ofrecer servicios pertinentes que finalmente mantengan viva la pasión por el Pueblo de Dios y su capacidad de discernimiento de la historia, para señalarcaminos de integración, de mayor equidad, justicia y paz”.

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Impulso y audacia pastoral

En palabras del obispo auxiliar de Cusco, se trata de partir de la propia identidad de comunión, reflexión y servicio, para expresar desde ella una voz profética en aspectos como el respeto por la vida y la dignidad del ser humano, el cuidado de la Casa Común y el impulso de una audacia pastoral, siempre al servicio de Jesucristo y desde Él y con Él, al Pueblo de Dios a través de las Conferencias Episcopales, siempre manteniendo el horizonte de la misión Evangelizadora de la Iglesia en América Latina y el Caribe.

Para Mons. Estrada su presencia en la Asamblea del SEDAC es un motivo para dar gracias a Dios, que permite vivir este encuentro en el espíritu de la colegialidad episcopal y que entiende como una "mediación que nos regala la vida de la Iglesia, para ayudarnos mutuamente en la siempre difícil, aunque, sobre todo, edificante, misión de anunciar el Evangelio,” que según explica implica guiar a la comunidad cristiana, promover el cuidado de los pobres y coordinar la diversidad de carismas y ministerios, suscitados por el Espíritu para el bien común de la comunidad eclesial en el anuncio de la Buena Noticia del Reino,"  como aparece en el documento Síntesis del Sínodo.

Haciendo mención de la tradición pastoral de América Central, Mons. Estrada dijo que esta zona, es testimonio vivo de una tierra fecunda en la predicación profética del Reino, siempre desde la escucha del Pueblo de Dios, y su discernimiento a la luz de su Palabra y el rico Magisterio de la Iglesia, por lo que abogó para que "la Sangre de sus Mártires siga fecundando su acción evangelizadora, desde la humildad y la conversión permanente de los procesos pastorales” o lo que se conoce como la conversión pastoral y eclesial," citando de nuevo apartes de la síntesis del Sínodo.

Un documento que también señala que los obispos son insustituibles para animar y poner en marcha el proceso sinodal en nuestras Diócesis, promoviendo la circularidad entre “todos, algunos y uno”.

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Arcilla en manos del alfarero

Aspecto que se vio retratado en la convicción con la que los obispos de Centroamérica asumieron, este proceso, desde la Asamblea Eclesial, hasta el momento actual del camino sinodal. Esto agrega el prelado, es algo que “nos llena de esperanza,” porque de acuerdo con la convicción con la que “el Obispo asuma la perspectiva sinodal y el estilo con el que ejercite la autoridad, influirá de manera determinante en la participación de sacerdotes y diáconos, de laicos y laicas, consagradas y consagrados.”

Así afirmó en que el “Secretariado Episcopal de América Central” (SEDAC), es una posibilidad de acompañamiento, de fraternidad, de comunión, de apoyarse mutuamente en la realización de los aspectos esenciales de la misión del Obispo, de seguir con esperanza cultivando una auténtica fraternidad y colegialidad episcopal, una experiencia de caminar juntos en la comunión, la misión y la participación,” algo que le “anima y alegra, porque todos nosotros somos conscientes de que somos frágiles y limitados, “arcilla en manos del Alfarero ”.

Fue así como el secretario general del Celam, extendió su bendición en la tarea de ser un ejemplo de sinodalidad. "Que el Señor les ayude, nos ayude a ser como un coro, buscando cantar con variedad de voces y en la unidad de nuestros corazones. El Espíritu Santo nos conceda experimentar la armonía que solo Él puede originar: una armonía que es don y testimonio en medio de un mundo herido y dividido. Sigamos caminando juntos como bautizados, discípulos misioneros, desde nuestra diversidad de carismas, en esta vocación sacerdotal, en este ministerio del episcopado al servicio de toda esta región de Centroamérica".

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