| Gemma Morató / Hna. Ana Isabel Pérez
Encontré a dos personas conocidas y cercanas en la calle en distintos momentos y con ambas la conversación giró en torno al tiempo de vacaciones que ya disfrutaban y el cuál se hace tan necesario para volver al trabajo con otras energías, fuerzas, quizás más ganas… Tener tiempo para uno mismo, hacer otras cosas que gustan o que en otro momento no es posible hacer; hacer un viaje, encontrarse con las amistades, etc.… pero no se trata de acabar cansándose pero sí de saber descansar de verdad uno mismo. Hablamos del ajetreo del día a día, y se puede caer en continuar también con muchas cosas debido a las ganas de aprovechar, de hacer… Lo mejor es hacerlo en su justa medida y sabiéndolo disfrutar, sin que pase sin más.
En una oración había esta frase: “Busca el silencio, ten alerta el corazón, calla y contempla”.
Seguramente no estará en nuestros planes buscar el silencio, tener en alerta el corazón para escuchar a Dios, callar y contemplar….quizás dejemos pasar la oportunidad de sencillamente encontrarnos con nosotros mismos, de sosegar nuestra mente, de abrirnos al Dios que da aliento en el caminar de la vida ¡Atrévete a buscar el silencio! Ojalá podamos buscar ese tiempo donde el silencio nos ayude y hable, nos acoja con todo lo que llevamos en la mochila de la vida, con todo lo que somos para oxigenar nuestra alma. "Precisa mirar hacia dentro, vaciarse de ruidos y dejar paso al amor. Precisa de paz interior. Precisa de Dios”.