Virgen de... Misericordia
En la ciudad de Reus se pide a la Virgen de Misericordia, patrona de la ciudad, que nos mire siempre con ojos de amor, con mirada de misericordia, que es mirada de verdadero amor de Madre. Ojalá yo quiera, hacer mía también esta mirada compasiva y misericordiosa, perdonando a quienes “no han cometido falta alguna” e imitando las virtudes de la Virgen María.
| Gemma Morató / Hna. Carmen Solé
En el capítulo 12 del evangelio de San Mateo, se recoge una breve, pero exigente afirmación de Jesús dirigida a todos aquellos que creen obrar siempre en justicia:
“Vosotros no habéis entendido qué significan estas palabras de la Escritura: ‘Quiero que seáis compasivos, y no que me ofrezcáis sacrificios. Si lo hubierais entendido, no condenaríais a quienes no han cometido falta alguna.”
Ofrecer sacrificios puede resultar incluso bastante fácil y hasta en nuestro orgullo, complaciente, es algo que puedo palpar y me satisface, ser compasivo en cambio puede resultarme difícil desde mi orgullo y poco satisfactorio.
Me es más fácil condenar a los demás, ver cómo no obran el bien, cómo se apartan del querer de Dios, en definitiva, cómo el pecado existe en su vida. Pero pocas veces me paro a pensar si aquellos a quienes juzgo tienen conciencia de su mal obrar, de su culpa, y como dice el evangelio, condeno, critico, a quienes no han cometido falta alguna.
Intentar mirar siempre a los demás y a mí misma con compasión me ayudará a comprender limitaciones y pobrezas, contrasentidos e insensateces en las que vivimos inmersos sin pensar, y especialmente sin comprender. Solo cuando intente ser compasiva y misericordiosa con los demás y conmigo misma habré comprendido la riqueza y exigencia de este breve versículo evangélico.
En la ciudad de Reus se pide a la Virgen de Misericordia, patrona de la ciudad, que nos mire siempre con ojos de amor, con mirada de misericordia, que es mirada de verdadero amor de Madre. Ojalá yo quiera, hacer mía también esta mirada compasiva y misericordiosa, perdonando a quienes “no han cometido falta alguna” e imitando las virtudes de la Virgen María.