A lo largo del año seguro que tenemos fechas importantes marcadas en el calendario por distintos motivos e incluso las hay bien especiales y significativas, como lo es para las Dominicas de la Presentación, el 21 de noviembre.

Celebramos con gozo la Fiesta de la Presentación de la Virgen María en el Templo. En la Congregación es tradición en este día, que cada hermana renueve los votos religiosos de obediencia, pobreza y castidad. Es un día a nivel personal  y comunitario fuerte en nuestro camino espiritual.

Es un recordar nuestra profesión religiosa, renovar nuevamente nuestro SÍ al Señor, que nos sigue seduciendo. Es el sí de cada día, desde el camino de fidelidad que queremos seguir viviendo.

María es presentada al Templo, ya dirige su vida hacia Dios. Es nuestro Sí personal y en comunidad al seguimiento de Jesús, es el Sí de cada día, el seguir caminando en fidelidad con el Señor. Nuestra tarea es permanecer en su amor y cada instante repetir como la Virgen María: ¡Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad!

Hoy renovamos nuestra consagración, nuestro SI a Dios. Que siga conduciendo nuestras vidas desde la fidelidad al carisma de Marie Poussepin y Nuestra Señora de la Presentación siga siendo nuestro modelo a seguir y guía para vivir nuestra misión de conocer y anunciar a Jesucristo. ¡Feliz fiesta de la Presentación!