El arzobispo de Bolonia advierte de las consecuencias de la pandemia Cardenal Zuppi: "Basta de la idea falsamente optimista de luchar contra el virus, la victoria sobre el mal no es rápida"
Doce meses despues del primer encierro decretado por el gobierno de Italia, el arzobispo de Bolonia Matteo Maria Zuppi se ha mostrado tajante ante la necesidad de no bajar la guardia
"El gran reto es saber sacar hoy los recursos que se necesitarán mañana para la reconstrucción”, ha afirmado el prelado, apelando al sentido de la responsabilidad mutua como antídoto para apoyar a los más perjudicados por la pandemia
Doce meses después del primer encierro decretado por el gobierno de Italia para frenar la ola de contagios de covid-19, el arzobispo de Bolonia Matteo Maria Zuppi se ha mostrado tajante ante la necesidad de no bajar la guardia.
Así lo ha manifestado en una entrevista concedida a SIR, la agencia de noticias de la Conferencia Episcopal Italiana, en la que ha afirmado que la Iglesia debe ayudar a luchar contra el virus y a paliar sus efectos de forma responsable, a sabiendas de que las consecuencias de la crisis pandémica no terminarán con la victoria sobre el coronavirus.
"El gran reto es saber sacar hoy los recursos que se necesitarán mañana para la reconstrucción”, ha afirmado el prelado, que advierte, además, de que solo el sentido de la “responsabilidad mutua y la solidaridad podrá servir para apoyar a quienes han perdido su empleo o lo perderán”.
El arzobispo anima a seguir adelante con la esperanza de que “este sea el último esfuerzo” para dejar atrás la crisis. “Tendemos a percibir la vida como una sucesión inmediata de acontecimientos —ha explicado—, a caer en la inmediatez de la sociedad actual. Pero la lucha contra el mal es cualquier cosa menos rápida”.
Tras un año en que toda Italia se ha visto obligada a encerrarse en casa y con Bolonia en números rojos desde el 4 de marzo, Zuppi ha mostrado su preocupación dado que el número de hospitalizaciones no desciende y la fatiga y el sufrimiento de la gente empieza a hacerse sentir.
Emilia-Romaña, junto con Lombardía, Véneto y Campania, se encuentra entre las regiones italianas más afectadas en esta fase de la pandemia. Ante esta cruda realidad, el arzobispo italiano ha manifestado la necesidad de alejarse de la idea falsamente optimista, de luchar contra el virus. “Esto puede servir para fomentar o reforzar la motivación para ganar, pero debemos ser realistas y admitir que la lucha contra el virus requiere un gran esfuerzo”.
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