El obispo de Pemba lamenta que esté resurgiendo el "fantasma" de la violencia "Esperanza, paz, reconciliación": la promesa del Papa a Mozambique nunca fue tan necesaria
"Mientras haya personas utilizadas por poderes invisibles para imponer sus intereses, no habrá paz, ni reconciliación y menos esperanza en Mozambique", denuncia el obispo, Luiz Fernando Lisboa
Alienta a los ciudadanos a "no resignarse a la violencia ni cansarse de pedir justicia y paz, porque significaría dejar a nuestros hermanos en manos de delincuentes"
| RD/Fides
“Esperanza, paz y reconciliación”. Es el lema de la visita que el Papa Francisco se llevará a cabo del 4 al 10 de septiembre en Mozambique, Madagascar e Islas Mauricio.
En el caso de Mozambique, las tres palabras del lema tienen un significado especialmente importante. Se necesita esperanza en las zonas del norte afectadas por los ciclones tropicales Idai y Kenneth.
Alrededor de 600 personas murieron debido al Idai y otras 45 debido al ciclón Kenneth.
El daño material a las infraestructuras y los cultivos asciende a unos 900 millones de dólares. El sur, salvado de las lluvias, sufre las graves consecuencias de la sequía.
Hay necesidad de paz y reconciliación debido a los fuertes enfrentamientos políticos entre los principales partidos políticos, que han derivado en enfrentamientos militares.
Precisamente en vista de la visita papal el 6 de agosto, el presidente Filipe Nyusi, representante del Frente de Liberación de Mozambique (Frelimo), y el líder de Renamo, Ossufo Momade, firmaron un histórico acuerdo de paz.
El deseo de paz y reconciliación es áun más fuerte en la provincia de Cabo Delgado, en el noreste de Mozambique, donde los grupos yihadistas siembran muerte y destrucción.
Monseñor Luiz Fernando Lisboa, obispo de Pemba, declara en una carta abierta que se está “luchando contra un fantasma”.
“Mientras haya personas utilizadas por poderes invisibles para imponer sus intereses, no habrá paz, ni reconciliación y menos esperanza en Mozambique”, lamenta el obispo.
Monseñor Lisboa, sin embargo, alienta a las personas de buena voluntad a “no resignarse a la violencia ni cansarse de pedir justicia y paz, porque significaría dejar a nuestros hermanos en manos de delincuentes”.
La visita del Papa Francisco está despertando el entusiasmo también en la vecina Malawi, donde la Iglesia local intenta facilitar el desplazamiento de quienes deseen viajar a Mozambique.
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