El Papa Francisco ha lamentado la muerte del "honorable Mikhail Gorbachov", al que califica como "respetable hombre de Estado". En un telegrama enviado a su hija Irina, Bergoglio, recuerda con gratitud "su clarividente compromiso con la concordia y la fraternidad entre los pueblos, así como con el progreso de su país en una época de importantes cambios".
El último líder de la Unión Soviética falleció por la noche, a los 91 años, en el Hospital Clínico Central de Moscú, donde estaba ingresado debido a una larga enfermedad. Nacido en 1931, Mijaíl Gorbachov fue una de las figuras más destacadas de finales del siglo XX tanto por el restablecimiento de las relaciones con Occidente y el compromiso de reducir los arsenales nucleares como por las reformas emprendidas en el seno de la URSS que condujeron a la caída del comunismo soviético y al fin de la Guerra Fría.
El programa de reformas
"Perestroika" y "Glasnost" fueron las palabras que guiaron sus esfuerzos de reforma. Con la primera, "reestructuración", se referían a las reformas económicas, que incluían una primera apertura a la economía de mercado tras décadas de estatismo. Con la segunda, "transparencia", se referían a arrojar luz sobre el pasado, a menudo oscurecido por la propaganda, y a abrir el sistema a una información más libre.
Carrera política
Originario del Cáucaso Norte, Gorbachov estudió derecho y a los 39 años fue nombrado líder del partido en su región. En 1978 estuvo en Moscú como secretario del Comité Central del partido, en 1985 fue secretario general después de Černenko, y en 1990 fue elegido presidente de la URSS.
El encuentro con Juan Pablo II
El encuentro con Juan Pablo II en el Vaticano el 1 de diciembre de 1989 fue inolvidable. El Presidente soviético y el Papa polaco se dan la mano. La foto da la vuelta al mundo en un contexto histórico inimaginable: Gorbachov junto a Juan Pablo II mientras los regímenes comunistas se derrumbaban en Europa del Este. En 1990 recibió el Premio Nobel de la Paz "por su papel protagonista en el cambio radical de las relaciones entre Oriente y Occidente". Luego, en agosto de 1991, sobrevive a un golpe de Estado y es encarcelado durante tres días en la villa presidencial del Mar Negro: en diciembre de ese mismo año, la Unión Soviética se derrumba.
Reacciones internacionales
Fue un "líder poco común", de "extraordinaria previsión", "que hizo el mundo más seguro", comentó el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mientras que el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, recuerda a "un estadista único que cambió el curso de la historia". El mundo, añadió, ha perdido a un "líder global y defensor incansable de la paz". "Preparó el camino para una Europa libre", palabras de la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
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