Durante cuatro décadas, 72 hermanos y 6 hermanas abusaron de 167 víctimas 'El Maciel francés': El informe que desvela "la cultura del abuso" ideada por el fundador Marie-Dominique Philippe

“Una cultura del abuso”. Esa es la conclusión a la que llega la Congregación de los Hermanos de San Juan, nacida en Friburgo en 1975, tras el informe de 800 páginas en el que se desvela el engranaje ideado por su fundador, el padre Marie-Dominique Philippe, para abusar sexual y espiritualmente durante décadas de más de un centenar de víctimas, la mayoría de ellas, mujeres.

Publicado el pasado 26 de junio, este informe -que supone una bajada a los infiernos para la propia congregación, pero también una oportunidad de sanación interna- revela que desde la fundación de los Hermanos de San Juan, “además del padre Marie-Dominique, no menos de 72 hermanos, incluidos 8 formadores (de 871), han estado involucrados en abusos de al menos 167 víctimas”, de ellas, 69 laicas, 30 monjas, 29 menores de edad y 15 niños.

“La mayoría de los actos fueron cometidos por hermanos sacerdotes, en el marco del acompañamiento espiritual de mujeres adultas”, según informa Katch, que añade que “el término abuso abarca desde palabras inapropiadas, solicitaciones equívocas, tocamientos sexuales hasta violación total”.

El informe, titulado realizado Comprensión y Sanación y realizado por un equipo de historiadores, psicólogos y teólogos, también identifica a 6 mujeres como depredadoras sexuales, sobre las que el fundador tenía una gran influencia.

"Sistema de control generalizado"

“Las revelaciones son abrumadoras -señala el portal informativo suizo-. El sistema de control generalizado dentro de Saint-Jean está ampliamente documentado. Ya en la década de 1950, el padre Marie-Dominique Philippe encubría a su hermano, Thomas Philippe, condenado en 1956 por Roma por abusar de mujeres a las que acompañaba espiritualmente en el marco de [la comunidad de] Agua Viva”.

“Él mismo -prosigue la información-, usando justificaciones ‘místicas’ claramente heredadas de su tío, el padre Dehau, un dominico como él, se apresuró a adoptar un comportamiento desviado. Los gestos sexuales que impone a las mujeres a favor del acompañamiento espiritual son puestos bajo el sello del secreto ante funcionarios hostiles que 'no pueden entender'. Esta retórica, al amparo de un lenguaje espiritual de gracia y, a menudo, de amor confuso, se desarrollará en las décadas siguientes y especialmente después de la fundación de los Hermanos de San Juan”.

Las casas de formación -por las que desfilaron 800 jóvenes en cuatro décadas- fueron el lugar elegido para perpetrar los abusos. “El aparente dinamismo de las casas de formación, con la alegría y el entusiasmo de los jóvenes, escondía una gran inquietud”, según los autores del informe.

La mayoría de los abusos, durante las confesiones

“Los hermanos y hermanas de San Juan se han acostumbrado a cosas anormales, a veces interpretadas a través de una espiritualización errónea”, añade el informe, que documenta tocamientos, besos forzados, felaciones, masturbaciones. “La mayoría de las agresiones sexuales de las que es culpable se produjeron durante las confesiones, muy principalmente con monjas jóvenes, pero también a veces con hombres jóvenes. Cuanto más grandes se hacían los encuentros, más aumentaba el nivel de violencia en general. Discurso místico-sexual de coartada, el teólogo dispensaba ‘gracias’ para hacer sentir a sus interlocutores el amor de Jesús”, según recoge estos días la prensa francesa, quien denomina al fundador 'el Maciel francés'.

Este doloroso informe pretende también “abrir un camino de verdad y sanación” en la propia congregación de los Hermanos de San Juan. Durante diez años, la comunidad ha cuestionado el legado de su fundador e implementado reformas y, desde 2015, la comisión de antiabusos creada para investigar lo sucedido y prevenir que continuase “la cultura del abuso”, ha estado recopilando testimonios que ahora cuajan en este estudio, que pretende que les ayude en un camino de “reforma y sanación que debe continuar”. Aunque no se sabe dónde desembocará finalmente.