En el transcurso del encuentro se trataron diversos temas de interés común -se lee en un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede-, como la migración, en la que la Iglesia y el Gobierno están fuertemente comprometidos, y algunas cuestiones de carácter ético. También se hizo referencia a la situación europea e internacional, con especial atención a la región mediterránea, reiterando la importancia del diálogo ecuménico e interreligioso en la construcción de la paz y la fraternidad entre los pueblos.
A continuación, se refirieron a la contribución del cristianismo a la historia, la cultura y la vida del pueblo maltés y al compromiso de la Iglesia con el desarrollo humano y social del país, especialmente en los ámbitos de la educación y el bienestar. El Primer Ministro obsequió al Pontífice con un ícono que representa a San Pablo y San Publio, patrones de Malta, así como con 7.000 bastoncillos de Covid para la Limosnería Apostólica. La hija del Primer Ministro, Georgia Mae, donó cien juguetes para niños y cuarenta mantas pequeñas.