Exigen "coherencia y decisión" para que la Iglesia sea "un lugar seguro para los niños" Víctimas de abusos recorren en bicicleta la distancia entre Múnich y Roma para encontrarse con el Papa

Un ciclista observa la basílica de San Pedro
Un ciclista observa la basílica de San Pedro G. C. Marino/Unsplash

Ppiden al papa que haga todo lo que esté en su mano "para que en todos los rincones de la Iglesia universal la cuestión de los abusos sexuales y espirituales se aborde y se evite mediante medidas preventivas adecuadas"

"Se han dado los primeros pasos, pero, desde nuestro punto de vista (...) hay que enviar una señal clara a los responsables y a los obispos de que no han no han cumplido con sus responsabilidades y que, en cierta medida, todavía no lo hacen"

Un grupo de 15 víctimas alemanas de curas pederastas llegó hoy a Roma tras un viaje desde Múnich en bicicleta para entregar durante la audiencia general una carta al papa Francisco en la que dicen que "siguen esperando y deseando que los líderes de la Iglesia católica aborden con coherencia y decisión los abusos del pasado" y que se garantice que la Iglesia sea "un lugar seguro para los niños".

La víctima más anciana del grupo es Dietmar Achleitner, de 80 años y quien de niño asistió a un internado religioso donde fue objeto de abusos regularmente durante siete largos años, mientras que el más joven es Robert Köhler, de 53, que también sufrió abusos similares.

El grupo de víctimas, junto a algunos familiares, partió la semana pasada desde la Marienplatz de Munich hacia Roma tras recibir la bendición de la archidiócesis de Munich y Freising, que ha apoyado la iniciativa.



Tras recorrer los 720 kilómetros que separan Munich de Roma, asistieron hoy a la audiencia en la plaza de San Pedro y entregaron una carta al papa y la obra de arte "Corazón" del artista Michael Pendry.

"Tenemos en común el corazón herido, la gran herida de la vida que día tras día con cada nuevo informe en los medios sobre abusos en el contexto de la Iglesia, con cada informe pericial que se elabora en las diócesis de la Iglesia universal y que revela las crueles acciones de sacerdotes y religiosos, así como el fracaso y encubrimiento de los perpetradores, las cicatrices se reabren y las heridas comienzan a sangrar de nuevo", se lee en la carta.

Sin embargo, añaden "hay personas maltratadas que no quieren ni pueden cerrar definitivamente con 'su Iglesia' y con su fe, que siguen esperando y deseando que los líderes de la Iglesia católica aborden con coherencia y decisión los abusos del pasado y hagan todo lo posible para garantizar que la Iglesia sea un lugar seguro para los niños y jóvenes, donde puedan experimentar la belleza y la liberación del mensaje de Jesucristo".

Rien Schuurhuis, 'el ciclista del Papa'
Rien Schuurhuis, 'el ciclista del Papa'



En la carta piden al papa que haga todo lo que esté en su mano "para que en todos los rincones de la Iglesia universal la cuestión de los abusos sexuales y espirituales se aborde y se evite mediante medidas preventivas adecuadas".

"Se han dado los primeros pasos, pero, desde nuestro punto de vista (...) hay que enviar una señal clara a los responsables y a los obispos de que no han no han cumplido con sus responsabilidades y que, en cierta medida, todavía no lo hacen", añadieron.

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