Ambas partes "están sometidas a una presión considerable" Los obispos alemanes vuelven a Roma: tercera reunión con la Curia sobre el Camino Sinodal
La participación de los laicos en la selección de obispos, y la inclusión de todo el pueblo de Dios en las decisiones relevantes de cada diócesis sigue siendo los principales puntos de fricción. Desde Roma, algunos sectores temen que dichos cambios puedan arrastrar, en el futuro, a una Iglesia 'paralela' y a la implementación de medidas polémicas, como el papel de la mujer o la modificaciones en la estructura jerárquica
Los obispos alemanes "quieren convencer a sus interlocutores romanos de la interpretación opuesta de la dramática situación de la Iglesia católica en Alemania y conseguir la aprobación de nuevas medidas de reforma"
Después de las reuniones del 26 de julio del año pasado y el 23 de marzo anterior, los obispos alemanes regresan a Roma para encontrarse con algunos responsables de la Curia vaticana, en la que será la tercera ronda de conversaciones, dentro del acuerdo de colaboración para la implementación del Camino Sinodal alemán en consonancia con el derecho canónico.
Tal y como apunta Katholisch, ambas partes "están sometidas a una presión considerable", tanto para el episcopado alemán como para la Curia, y por el propio momento, a pocos meses de la segunda Asamblea del Sínodo mundial. La participación de los laicos en la selección de obispos, y la inclusión de todo el pueblo de Dios en las decisiones relevantes de cada diócesis sigue siendo los principales puntos de fricción. Desde Roma, algunos sectores temen que dichos cambios puedan arrastrar, en el futuro, a una Iglesia 'paralela' y a la implementación de medidas polémicas, como el papel de la mujer o la modificaciones en la estructura jerárquica.
La Iglesia alemana, por su parte, se encuentra con una gran crisis institucional, con medio millón de fieles que cada año abandonan su pertenencia al catolicismo, algo que los obispos alemanes interpretan como un acicate para implementar nuevas reformas, mientras que los más conservadores sostienen que, al contrario, la fuga de creyentes se ha agudizado con el Camino Sinodal.
"El hecho de que muchos en Roma compartan esta opinión no facilita las cosas a la delegación de obispos reformistas. Quieren convencer a sus interlocutores romanos de la interpretación opuesta de la dramática situación de la Iglesia católica en Alemania y conseguir la aprobación de nuevas medidas de reforma", sostiene Katholisch.