El gobierno no renueva el visado de Sor Enedina, defensora de los dalits durante cinco décadas Una monja española, víctima del creciente fundamentalismo hindú en la India
La religiosa no había tenido problemas con el permiso de residencia desde que llegó al país en 1965 para servir como misionera, médico y enfermera
El gobierno no ha dado razones por su expulsión, aunque se ha acercado a grupos que piden la expulsión de todos los misioneros, que, sostienen, buscan solo convertir a los indígenas
¿Ha sido una monja española víctima del creciente fundamentalismo hindú en la India? Esta es la tesis que se baraja después de que el Gobierno de Narendra Modi -que coquetea con sectores radicales que quieren hacer de la India una nación exclusivamente hindú- decidiera no renovar el visado de Sor Enedina, de 86 años, tras cinco décadas de dedicación a los más pobres del país.
Sor Enedina fue informada de la decisión de no renovar su permiso el pasado 11 de agosto. Las autoridades le dijeron que tenía diez días para abandonar el país, tal como informa UCANews.
Esta Hija de la Caridad zamorana, médico de profesión, no había tenido problemas con el visado desde que llegó a India en 1965.
Finalmente partió de Nueva Delhi ayer, el 20 de agosto, en un vuelo rumbo a Madrid.
Sor Martha Pradhan, superiora de la provincia del Norte de India en las Hijas de la Caridad, dijo a UCANews que Sor Enedina había solicitado la renovación de su visado a principios de mes, pagando las tasas correspondientes y cumpliendo con todos los requisitos.
"No nos dijeron por qué no se renovó", lamentó Sor Martha.
El gobierno indio, como mucho de sus homólogos alrededor del mundo, mantiene la política de no dar razones sobre por qué no renueva visados.
Pero lo cierto es que los grupos hindúes radicales a los que se ha acercado Modi vienen buscando la expulsión del país de todos los misioneros extranjeros.
Mantienen que usan el trabajo social como al que se dedicó Sor Enedina como pretexto para convertir a personas desfavorecidas al cristianismo.
Sor Enedina lleva una carrera de 54 años como misionera como médico, enfermera y profesora. En mayor parte en los distritos de Ganjam y Gajapati en el estado de Orissa, entre los pobres y los dalits. Mucho de ellos "le consideraban una madre", dijo Sor Martha.
La superiora dijo que Sor Endina "vivirá en una de nuestras casas en España".
El obispo de Berhampur, Sarat Chandra Nayak, se dijo entristecido por la expulsión de Sor Endina.
"Es desafortunado que una religiosa tan cualificada y formada haya de abandonar el país", lamentó.
El padre Madan Sual Singh, director de Jana Vikas, una organización de desarrollo de la archdiócesis de Cuttack-Bhubaneswar, dijo que conoció a la monja cuando era escolar.
"Su trabajo duro y dedicación a los pobres eran muy conmovedores", dijo el cura.
"No dudaba en coger el coche y irse incluso hasta las aldeas más remotas, arriesgando su vida donde los recursos eran limitados. Aprendió el idioma local y la gente naturalmente desarrolló una amistad con ella".