El Papa insiste también en el ángelus en no olvidar "al martirizado pueblo ucraniano" Francisco pide al Gobierno de Nicaragua "diálogo abierto y sincero" para "una convivencia respetuosa y pacífica"
"Sigo desde cerca con preocupación y dolor la situación creada en Nicaragua que involucra a personas e instituciones. Quisiera expresa mi convicción y mi deseo de que, por medio de un diálogo abierto y sincero, se pueda aún encontrar las bases para una convivencia respetuosa y pacífica"
"Se esperaba que Francisco se refiere a la situación de Nicaragua, tras un silencio que fue criticado por los elementos más contrarios al pontificado de Bergoglio, que lo acusan de 'filocomunista'"
"Sigo desde cerca con preocupación y dolor la situación creada en Nicaragua que involucra a personas e instituciones. Quisiera expresa mi convicción y mi deseo de que, por medio de un diálogo abierto y sincero, se pueda aún encontrar las bases para una convivencia respetuosa y pacífica. Pidamos al Señor, por la intercesión de la Purísima, que inspire en el corazón de todos tal concreta voluntad".
Había mucha expectación ante el ángelus de este domingo 21 de agosto, y no solo por la glosa que el Papa pudiera hacer del evangelio dominical. Ante los preocupantes acontecimientos vividos en las últimos días en Nicaragua, con la detención del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, se esperaba que Francisco se refiere al asunto, tras un silencio que fue criticado por los elementos más contrarios al pontificado de Bergoglio, que lo acusan de "filocomunista".
Nueva petición al Gobierno de Ortega
Sin embargo, como la víspera declaró el secretario del Pontificio Consejo para América Latina, Rodrigo Guerra, en Aleteia, "un silencio papal no significa inactividad o falta de decisión, no, nada de eso; significa que se están trabajando en otros planos". Y este mediodía, desde el balcón del palacio apostólico, tras mudar su gesto en seriedad tras la glosa del Evangelio, Francisco lanzó esa petición al Gobierno de Daniel Ortega, petición en la que se viene trabajando de manera insistente, por otro lado.
Y también como es habitual antes de despedirse, el Papa volvió a poner sus ojos en Ucrania, pidiendo que "perseveremos en la cercanía y en la oración por el querido pueblo ucraniano, que está viviendo una inhumana crueldad".
"Una puerta abierta para todos"
En cuanto a la glosa del evangelio dominical, sobre el pasaje de Lucas y la puerta estrecha (Lc 13,24), Papa se apresuró a tranquilizar a la audiencia: "Esta puerta es estrecha, ¡pero está abierta a todos!", señaló, para aclarar que "para entrar en la vida de Dios, en la salvación, hay que pasar a través de Él, acogerlo a Él y su Palabra"
"Así como para entrar en la ciudad, había que 'medirse' con la única puerta estrecha que permanecía abierta -aclaró Francisco-, del mismo modo, la vida del cristiano es una vida 'a medida de Cristo”', fundada y moldeada en Él. Esto significa que la vara de medir es Jesús y su Evangelio: no lo que pensamos nosotros, sino lo que nos dice Él".
"Se trata de una puerta estrecha no por ser destinada a pocas personas, sino porque pertenecer a Jesús significa seguirle, comprometer la vida en el amor, en el servicio y en la entrega de sí mismo como hizo Él, que pasó por la puerta estrecha de la cruz".
Y entrar a través de esa medida en el proyecto de vida que Dios propone "implica limitar el espacio del egoísmo, reducir la arrogancia de la autosuficiencia, bajar las alturas de la soberbia y del orgullo, vencer la pereza para correr el riesgo del amor, incluso cuando supone la cruz".
Los "gestos cotidianos" de la puerta estrecha
En este sentido, Bergoglio hizo alusión a todos esos "gestos cotidianos" llenos de ejemplos de personas que "no eligen la puerta ancha de su conveniencia, sino la puerta estrecha de Jesús, de una vida entregada en el amor", como pueden ser los padres dedicados a sus hijos, los que se ocupan de los demás, los que están al servicio de los ancianos, de los pobres... "Estas personas, dice hoy el Señor, serán reconocidas por el Padre mucho más de los que se creen ya salvados", indicó.
En este punto, Francisco lanzó interpelantes preguntas para saber de qué lados queremos estar: "¿Preferimos el camino fácil de pensar exclusivamente en nosotros mismos o la puerta estrecha del Evangelio, que pone en crisis nuestros egoísmos, pero nos vuelve capaces de acoger la verdadera vida que viene de Dios? ¿De qué lado estamos?".
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