Apenas una semana. Un trabajo callado, en el que han podido conocer, de primera mano, todas las versiones de la situación de la diócesis de Colonia, asolada por el escándalo de abusos y encubrimiento que tiene en la cuerda floja al cardenal Woelki.
El cardenal Arborelius y el obispo de Rotterdam, monseñor Van den Hende, ya se encuentran de vuelta en sus lugares de origen, después de siete días de encuentros con expertos, víctimas, laicos y representantes de organismos diocesanos, así como sacerdotes y obispos, informa Katholisch.de.
En un comunicado hecho público por la diócesis de Rotterdam, se afirma que los visitadores "pondrán a disposición del Papa Francisco" las conclusiones de su investigación, que busca subrayar los "posibles errores" de Woelki y los responsables diocesanos en la gestión de la pederastia clerical.
"Al final de la visita, los visitantes agradecen a todos los que estuvieron dispuestos a venir para una entrevista", concluye la nota, que también da las gracias a todos los que han querido participar a través de cartas o correos electrónicos.