Corredor-Matheos 4. IMAGEN Y POESÍA
En su poemario “Un pez que va por el jardín”, el notable investigador y crítico de arte ensaya con precisión y gracia el comentario humanista de diversas pinturas. Introduciremos, en la página de hoy, tres de sus inquietantes meditaciones frente a reconocidos cuadros.
¿QUÉ SOLEDAD AFLIGE A LA MUJER DEL CUADRO?
Primera diapositiva: “Habitación de hotel” (1931), de Edward Hopper, documentada en el Museo madrileño Thyssen Bornemisza. Una muchacha sin ropa reposa al borde de una cama de hotel. Las maletas todavía no han sido abiertas. La soledad de las ciudades modernas constituye uno de los temas centrales de Hopper. Así cierra la información del Museo su descripción de la escena: “La figura femenina ensimismada contrasta con la frialdad de la estancia, en la que predominan las líneas netas y los colores brillantes y planos, avivados por la fuerte luz cenital.”
Impactado por la fría soledad de la protagonista, el poeta Corredor-Matheos no solo nos confidencia su identificación con el sufrimiento de la desamparada cliente, sino su sospecha de que todos, aunque vivamos rodeados de mucha gente, en el fondo estamos también solos.
¿QUÉ SOLEDAD AFLIGE…?Ante el cuadro «Habitación de hotel»
de Edward Hopper
¿Qué soledad aflige
a la mujer del cuadro?
Tiene aún las maletas
por abrir,
como las tengo yo.
No acaba de volver
de sitio alguno,
y no parece estar
a punto de marcharse.
Como está estamos todos:
ignorantes,
colgados en un tiempo
y un espacio
que no pueden ser nuestros.
No hay soledad que pueda
compartirse,
y esto es lo que la aflige
y nos aflige.
Saber que estamos solos,
y que no estamos solos,
y es más profunda así
la soledad.
UNAS SIMPLES CEREZAS Y HUMILDES ALCACHOFAS
Segunda diapositiva: “Bodegón con alcachofas, flores y recipientes de vidrio” (1627), de Juan van der Hamen y León, documentado en el Museo del Prado madrileño. Misterio del arte que te deja traspuesto al borde de la trascendencia. Sabes que no hay aroma, ni sonidos. Y no te explicas “la razón / del resplandor”, tampoco averiguamos bien de dónde nos llega “El mortal resplandor / que emana de las flores”. Visión alucinatoria tan posible como imposible de traducir a vulgares vocablos.
LOS BRILLOS DEL CRISTALAnte un bodegón
de Juan van der Hamen
Los brillos del cristal.
El mortal resplandor
que emana de las flores.
Unas simples cerezas
y humildes alcachofas.
Aspiras los aromas.
Oyes la melodía,
más allá de la música.
Sabes qué representan
las figuras,
pero no la razón
del resplandor.
Y expresas tu emoción
con la palabra,
siempre tan engañosa.
VUELVE A SER LO QUE ERA EN EL PRINCIPIO EL MUNDO
Durante de Segunda Guerra Mundial, fue dibujando Joan Miró, en provisionales domicilios, 22 revolucionarias láminas (de 1939 a 1941), conjunto que acabaría llamándose “Constelaciones”. Su nieto Joan Punyet así describió en TV3 la extraordinaria creación de Miró: “Las Constelaciones son una escapada a lo sublime. Son un viaje hacia la energía. Hacia el universo. Son una puerta para irse de una guerra circunstancial, de un genocidio, de una brutalidad. Las
Constelaciones son decir: mi único salvador en esta tragedia mundial es el espíritu, es el alma que me lleva hacia el cielo. Que me lleva hacia lo sublime. Es como si Miró fuera un pájaro nocturno capaz de evadirse de la tierra, que marchó hacia el cielo para viajar por los astros, por las constelaciones, capturarlas todas con una mano, volver a tierra y dibujarlas sobre una hoja de papel.”
Llegó a confesar el abuelo sus hondos sentimientos de aquellos años con estas palabras: “Sentía un profundo deseo de huir. Me cerré deliberadamente en mí mismo. La noche, la música y las estrellas comenzaron a tener un papel decisivo en mi pintura.”
Quien ha descrito como nadie la sublime aventura del vuelo a lo infinito fue André Bretón, que escribió magníficos textos para los 22 “mapas astrales” de Miró: “La mano del pintor arrojó en la tela un puñado de semillas, gérmenes, colores y formas vivas que se acoplan, separan y bifurcan con una alegría a un tiempo genésica y fantástica. Metáforas del nacer, el crecer, el amar, el morir, el renacer. Felicidad instantánea de existir, felicidad repetida cada día por todos los seres vivos.”
La imagen que preside estos versos se llama "Estrella de la mañana" y fue realizada en 1940 con gouache y pintura de trementina sobre papel. Pasemos ya a conocer el poema que titulamos, por el primer verso, “Hace crecer los árboles…” Me gustaría subrayar la entrañable amistad de José y Joan, a quien dedica un capítulo completo de sus memorias (“Corredor de fondo…”), con el título “El paraíso entrevisto de Joan Miró”:
HACE CRECER LOS ÁRBOLES…Ante «Las constelaciones»
de Joan Miró
Hace crecer los árboles,
da cuerda a las estrellas,
convoca a las hormigas,
despunta las espadas,
da rienda suelta al sueño.
Por el color ahora
vuelve a ser lo que era
en el principio el mundo.
Con Miró, miro y veo
lo que ver no podía,
oigo algo inaudible,
aspiro los perfumes
de las constelaciones.
El nombre de Miró
es un conjuro,
y al pronunciarlo sientes
que todo es luz y música.
Percibes los aromas
de tu infancia,
gusto a tierra mojada
y un temblor que es de júbilo.
Sabes por fin entonces
que tú eres
sólo un globo cautivo
que suelta sus amarras.
JOSÉ CORREDOR-MATHEOS
Premio Nacional de Poesía 2005
1.Carta a Li Po
EL SOL TODO LO ABRE
¿PARA QUIÉN MECE EL VIENTO...?
HA LIMPIADO LA LLUVIA...
2.El don de la ignorancia
¿ES EL MAR EL QUE BRILLA...?
POCAS COSAS DESPIERTAN...
OLVIDAN LO QUE SON...
3.Un pez que va por el jardín
LOS PÁJAROS REBUSCAN...
AL SALIR A LA CALLE...
SI A ESTE INOCENTE PÁJARO...
4.Imagen y poesía
¿QUÉ SOLEDAD AFLIGE...?
LOS BRILLOS DEL CRISTAL...
HACE CRECER LOS ÁRBOLES...
5.¿Puede todo vivir sin dios que le sustente?
SI AHORA MIRO EL CIELO...
ALGO QUE NO HA NACIDO...
NO, LOS MUERTOS NO HABLAN...
6.Sin ruido
EN TUS CUADROS, EL CUERPO...
IMAGENES. PLAZUELA DE LA ADUANA
¿ES SOLO UN CALCETÍN...?