Antonio Casado, sacerdote: "Ya han pasado más de seis años de mi suspensión cautelar, que en realidad, es una condena encubierta"
"Ya de obispo auxiliar de Getafe solucionó el 'problema' desterrando al sacerdote a Portugal y así, lavándose las manos, daba carpetazo al asunto. La falta de empatía, soledad y el abandono de los suyos, hicieron mella en su corazón y al poco tiempo falleció lejos"
"Desde noviembre de 2020, un sacerdote amigo mío, el P. Rafael Vez lleva ya más de cuatro años suspendido cautelarmente por levantar la voz ante hechos muy sospechosos de ilegalidad e inmoralidad acontecidos en la diócesis de Cádiz en estos trece años"
"Cuando se vaya de Cádiz dejará usted un problema de difícil solución pues está tan embarrado en medias verdades, injusticias e intereses económicos que será difícil desmadejar"
Sorprende que pasados ya más de veinte días de la renuncia, por motivos de edad, presentada por el Obispo de Cádiz y Ceuta, los abundantes comentarios en los medios de comunicación, afines, sean todos de alegría por el fin de su etapa, y no le dejen en buen lugar por sus actitudes antihumanas y antievangélicas. Parece que la gente poco a poco está despertando de la pasividad y el letargo. Ante estos comentarios quiero aportar mi experiencia.
Hace ya muchos años que conozco a Don Rafael. Todo empezó con una visita a mi parroquia, de un sacerdote de Getafe que había sido compañero y formador en el seminario de Getafe, cuando Zornoza era rector. Pasaba unos días de descanso en Cádiz después de verse envuelto en un grave problema del que Don Rafael Zornoza era conocedor. Ya de obispo auxiliar de Getafe solucionó el 'problema' desterrando al sacerdote a Portugal y así, lavándose las manos, daba carpetazo al asunto. La falta de empatía, soledad y el abandono de los suyos, hicieron mella en su corazón y al poco tiempo falleció lejos. No abundo en más datos, ya que los interesados y el propio Obispo conocen bien el asunto, del que yo desgraciadamente también fui partícipe.
Con esto quiero manifestar sus maneras bastante maquiavélicas e inhumanas en su forma de gobernar... Eso sí, sigue celebrando misas por el eterno descanso de su compañero con las puertas cerradas en la iglesia del seminario. ¿Por qué las puertas cerradas y en horas tan tempranas?
Durante trece años ha gobernado la diócesis de Cádiz y Ceuta, nefasto número dicen. Desde noviembre de 2020, un sacerdote amigo mío, el P. Rafael Vez lleva ya más de cuatro años suspendido cautelarmente por levantar la voz ante hechos muy sospechosos de ilegalidad e inmoralidad acontecidos en la diócesis de Cádiz en estos trece años. Para informarse basta acudir a los medios de comunicación provinciales y nacionales, y a las diversas redes sociales de entonces. Que yo sepa nadie, hasta ahora, ha sido capaz de desmentirlos. Tampoco los compañeros sacerdotes han sido capaces de levantar la voz y apoyarlo a pesar de que algunos le pasaron los datos de su denuncia pública. ¡Lamentable!
Ya han pasado más de seis años de mi suspensión cautelar, que en realidad, es una condena encubierta, como el caso antes citado. El asunto está en los tribunales canónicos y civil por querencia del Obispo y aunque todavía ninguno de los dos ha emitido sentencia condenatoria alguna definitiva, el mismo obispo se ha dedicado a condenarme y mancillarme a diestra y siniestra.
Tampoco en este caso abundo en los hechos que son de sobra conocidos por todos y que tienen que ver con fundaciones y capellanías de Vejer y estafas y coacciones... Poderoso caballero es Don dinero. Tanto los ha ido aireando el Sr. Obispo que incluso algunos sacerdotes jóvenes se han atrevido a sentenciar públicamente. El P. Rubén o el P. Marco Antonio, parecen estar muy convencidos de mi culpabilidad por el único motivo de que así se lo ha dicho el Obispo. (En parte es lógico pensar que un obispo no miente).
Basten estos hechos que me incumben personalmente para explicar la situación que estamos viviendo en la diócesis. Y aprovecho esta publicación para decirle a Don Rafael que aún está a tiempo de retomar el sentido común y evangélico. Cuando se vaya de Cádiz dejará usted un problema de difícil solución pues está tan embarrado en medias verdades, injusticias e intereses económicos que será difícil desmadejar. La diócesis esta ya cansada, y dividida.
Termino con el salmo 57 "No hagas a nadie lo que no quieres que te hagan a tí"...se lo puede tomar como un imperativo moral o como un asunto de fe y corazón. No mire para otro lado, no todo se arregla con pasar página, como usted dice.