Contribuyó a dictar las Leyes Nuevas de las Indias frente a las bulas Alejandrinas Fray Bartolomé de las Casas, precursor de la teología de la liberación

Bartolomé de las Casas
Bartolomé de las Casas

Fray Bartolomé de las Casas (Sevilla, 1474 – Madrid, 1566) pasó a las Indias diez años después de su descubrimiento, en 1502; en La Española (Santo Domingo) se ordenó sacerdote en 1512 (fue el primero que lo hizo en el Nuevo Mundo)

Su fama histórica se debe que fue el principal apologista de los indígenas. Dejó muy claro en sus escritos y sermones que la instrucción en la fe es incompatible con el maltrato a los indígenas

Con su constancia en denunciar los malos tratos que recibían los indígenas, contribuyó a dictar las Leyes Nuevas de las India (1542) para proteger a los indios. Por todo ello es considerado como el precursor de la teología de la liberación

Las Bulas Alejandrinas concedían el dominio sobre tierras descubiertas y por descubrir a cambio de evangelizarlas. Esas bulas solo especificaban los derechos de los conquistadores

Los conquistadores europeos tuvieron carta blanca para someter a todos los pobladores de los territorios ocupados, y, en el nombre de Dios y con la permisividad  del Papa, cometer los más abominables crímenes de guerra

La iglesia se movió entre dos aguas, enarbolando la cruz y la espada, siendo cómplice del empleo de la violencia contra los indígenas al ponerse del lado de los conquistadores… El Papa Francisco, en su visita a Hispanoamérica en el 2015, pidió "humildemente perdón a los pueblos originarios"

Fray Bartolomé de las Casas (Sevilla, 1474 – Madrid, 1566) pasó a las Indias diez años después de su descubrimiento, en 1502; en La Española (Santo Domingo) se ordenó sacerdote en 1512 (fue el primero que lo hizo en el Nuevo Mundo) y un año después marchó como capellán en la expedición que conquistó Cuba. Su fama histórica se debe que fue el principal apologista de los indígenas. Dejó muy claro en sus escritos y sermones que la instrucción en la fe es incompatible con el maltrato a los indígenas.

Fray Bartolomé de las Casas inició su vocación por defender a los indios al quedar intensamente impresionado por un sermón de fray Antón Montesino que pronunció en diciembre de 1511, subido al púlpito de la iglesia de los dominicos en La Española (Santo Domingo). Ese sermón denunció el trato cruel que los españoles daban a los indígenas. El predicador no tuvo pelos en la lengua y se expresó de este modo:

“Voz del que clama en el desierto. Todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís, por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes. Decid, ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre aquestos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas dellas, con muertes y estragos nunca oídos, habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin dalles de comer ni curallos en sus enfermedades, que de los excesivos trabajos que les dais incurren y se os mueren, y por mejor decir los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de quien los doctrine y conozcan a su Dios y creador, sean baptizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos? ¿Estos, no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No sois obligados a amallos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis, esto no sentís? ……”

"Aquel sermón no cayó en saco roto. Marcó el comienzo del cristianismo liberador, del reconocimiento de la dignidad de los indios y del respeto a la diversidad cultural y religiosa"

Aquel sermón no cayó en saco roto. Marcó el comienzo del cristianismo liberador, del reconocimiento de la dignidad de los indios y del respeto a la diversidad cultural y religiosa. Fue, asimismo, el germen de la teología de la liberación. Tres años después, otro dominico, Bartolomé de Las Casas, renunciaba a su función de encomendero y se convertía en el defensor de los derechos de los indios. Definió la encomienda como una forma de esclavitud:

“La encomienda es contra las reglas de la teología y la filosofía moral …por mucho que se predique, sin pía afección del que oye, no sé de dónde les ha de nacer a estos esa pía afección a nuestra fe, ni cómo podrán tener por divina la ley en que viven hombres tan inhumanos”.

Con su constancia en denunciar los malos tratos que recibían los indígenas, contribuyó a dictar las Leyes Nuevas de las Indias (1542) para proteger a los indios. Por todo ello es considerado como el precursor de la teología de la liberación, muy extendida hoy en Latinoamérica, y de los Derechos Humanos.

"Con su constancia en denunciar los malos tratos que recibían los indígenas, contribuyó a dictar las Leyes Nuevas de las India (1542) para proteger a los indios. Por todo ello es considerado como el precursor de la teología de la liberación"

Las Leyes Nuevas

El 20 de noviembre de 1542, se promulgaron en Barcelona las Leyes Nuevas, impulsadas por Bartolomé de las Casas. Eran un conjunto de normas que pretendían mejorar las condiciones de los indígenas de la América española, especialmente, a través de la supresión del sistema de encomiendas.

Las Bulas Alejandrinas

Las Bulas Alejandrinas, dictadas por el Papa Alejandro VI, de origen español, es una concesión a los Reyes Católicos y a sus sucesores en las que se precisa que se concede el dominio sobre tierras descubiertasy por descubrir en las islas y tierra firme del Mar Océano, por ser tierras de infieles en las que el Papa, como vicario de Cristo en la Tierra, tiene potestad para hacerlo. La concesión se hace con sus señoríos, ciudades, castillos, lugares y villas y con todos sus derechos y jurisdicciones para que los Reyes Católicos tuviesen tal dominio «como señores con plena, libre y absoluta potestad, autoridad y jurisdicción». La única contrapartida de la donación era la obligación los Reyes de evangelizar las tierras concedidas.

"Esas bulas solo especificaban los derechos de los conquistadores, pero no hay ninguna referencia a los derechos de los nativos ni al trato que había que darles"

Esas bulas solo especificaban los derechos de los conquistadores, pero no hay ninguna referencia a los derechos de los nativos ni al trato que había que darles. Tampoco hay referencia a los métodos que había que seguir para adoctrinarlos en la religión católica. Siendo así, los reyes de España y de Europa se permitieron devastar la cultura y las creencias religiosas de los indígenas para favorecer la expansión de la cultura de los conquistadores y de la religión católica, como también velar por los intereses de la Corona. O sea, que los conquistadores europeos tuvieron carta blanca para someter a todos los pobladores de los territorios ocupados, y, en el nombre de Dios y con la permisividad  del Papa, cometer los más abominables crímenes de guerra para despojarlos de sus creencias, de sus tierras y de su identidad.

Bulas Alejandrinas

La complicidad de la Iglesia en el trato violento a los indígenas

La iglesia se movió entre dos aguas, enarbolando la cruz y la espada, siendo cómplice del empleo de la violencia contra los indígenas al ponerse del lado de los conquistadores.  

El Papa Francisco, en su visita a Hispanoamérica en el 2015, reconoció el daño que hizo la Iglesia durante la colonización de América, pidió “humildemente perdón a los pueblos originarios por las ofensas y crímenes que cometió la Iglesia católica durante la llamada conquista de América”.  Reconoció que se habían cometido “muchos y graves pecados en el nombre de Dios “.

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