Homenaje a Segundo L. Pérez, en el centro Torrente Ballester de Ferrol, el próximo día 10 Benito Méndez: "Para la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, Segundo representa un hito en la última parte del siglo XX"
"Buena ocasión para mostrarle en persona nuestro agradecimiento por todos los servicios prestados a la cultura gallega y a la Iglesia en Galicia"
"El anuario ‘Estudios Mindonienses’ le va a dedicar los números de 2023 (36) y 2024 (37) a Segundo L. Pérez López. Como en otras ocasiones, se hará una presentación del mismo que, en esta ocasión, tendrá lugar en Ferrol el próximo día 10 de junio"
"Merece la pena ser destacada la labor de Segundo en el Cabildo y Catedral de Santiago de Compostela, después de los tiempos difíciles del robo del Códice calixtino. Su labor organizadora y su compromiso por la transparencia en la gestión están a la vista de todos"
"Su trayectoria, su persona, su valía le hubieran hecho un excelente candidato al cualquier ministerio eclesial, y, especialmente, el episcopal. Es ‘vox populi’ que fue en varias ternas a lo largo de bastantes años. Sin embargo, está claro que, o bien había informes que no eran positivos, o que a “alguien” no le caía bien"
"Merece la pena ser destacada la labor de Segundo en el Cabildo y Catedral de Santiago de Compostela, después de los tiempos difíciles del robo del Códice calixtino. Su labor organizadora y su compromiso por la transparencia en la gestión están a la vista de todos"
"Su trayectoria, su persona, su valía le hubieran hecho un excelente candidato al cualquier ministerio eclesial, y, especialmente, el episcopal. Es ‘vox populi’ que fue en varias ternas a lo largo de bastantes años. Sin embargo, está claro que, o bien había informes que no eran positivos, o que a “alguien” no le caía bien"
| Benito Méndez, canónigo y profesor del ITC
1.- Un homenaje a Segundo L. Pérez López
Poco después del comienzo de 2023, uno de los miembros del consejo de redacción del anuario ‘Estudios Mindonienses’, Martinho Montero Santalla, me recordó que ese año Segundo, fundador del mismo, cumplía 75 años. Ese era un motivo más que suficiente para hacerle un homenaje, no sólo por la iniciativa de crear dicha publicación, sino por toda su trayectoria personal, pues ese mismo año cumplía además 50 como presbítero. Además, todavía está en activo en su parroquia natal y, por ello, es buena ocasión para mostrarle en persona nuestro agradecimiento por todos los servicios prestados a la cultura gallega y a la Iglesia en Galicia. El agradecimiento, por desgracia, escasea en estos tiempos, también en la Iglesia, y los servicios prestados no siempre son reconocidos.
En resumen, el anuario ‘Estudios Mindonienses’ le va a dedicar los números de 2023 (36) y 2024 (37) a Segundo L. Pérez López. Como en otras ocasiones, se hará una presentación del mismo que, en esta ocasión, tendrá lugar en Ferrol el próximo día 10 de junio. El consejo de redacción ha propuesto que, a la vista de la cantidad de trabajos recibidos, de Galicia y de fuera (más de 1.300 páginas), se publique en dos tomos. Su contenido se divide en las siguientes secciones: semblanzas de Segundo; temas relacionados con la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol; temas histórico-teológicos y, finalmente, una miscelánea de otros.
El acto se celebrará en el centro Torrente Ballester, del ayuntamiento de Ferrol. Además del director del anuario, intervendrán Martinho Montero Santalla, el vicario general de la Diócesis y obispo electo de Tui-Vigo, Antonio Valín, la historiadora Margarita Sánchez. También se contará, como siempre, con la presencia del obispo D. Fernando García Cadiñanos, para la clausura del acto. Y, como colofón, tendremos la oportunidad de escuchar una actuación musical, la del Real Coro Toxos e Froles, de amplia trayectoria en Ferrol y Galicia.
2.- Una revista, ‘Estudios Mindonienses’ que fundó el propio Segundo.
Corría el año 1985, estando al frente de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol D. Miguel Anxo Arauxo Iglesias. Segundo y yo mismo acabábamos de llegar de la Universidad Pontificia de Salamanca: él con su doctorado y yo con mi licenciatura a cuestas. Pero, la llegada a la Diócesis no fue una casualidad. Segundo ya traía en mente un proyecto nuevo para la Iglesia en Galicia: crear un equipo pastoral para atender toda una comarca: As Pontes de García Rodríguez (Coruña). Así fue. Ese proyecto abarcaba a los clérigos, pero también a un grupo de religiosas de la Compañía de María y a los seglares que se incorporaron. Todo ello era una novedad en aquellos tiempos, pero la iniciativa, apoyada por el obispo, se consolidó con el tiempo y sirvió de ejemplo para otras iniciativas similares.
Sin embargo, la capacidad de trabajo y la capacidad de organización de Segundo le permitieron combinar el pilotaje de este proyecto con su labor intelectual y pedagógica en el Instituto Teológico Compostelano, además de la promoción cultural de la Diócesis. Precisamente en este último ámbito entró la creación de Estudios Mindonienses. Seguramente la idea le venía asaltando desde hacía tiempo. No en vano hizo su tesis con un mindoniense, D. Antonio García, OFM, natural de Bretoña (Lugo), uno de los grandes impulsores del Synodicum Hispanum. Segundo vio que la historia no se hace solo de grandes acontecimientos, sino del día a día de los problemas, las vivencias, y las ilusiones de las gentes. Por ello vio que era necesario dar a conocer la Historia Local. Sin lugar a dudas, Estudios Mindonienses fue una publicación pionera en este tipo de estudios.
3.- ¿Qué representa Segundo para la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, y para la archidiócesis de Santiago de Compostela?
Para la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, y esto es opinión personal, representa un hito en la última parte del siglo XX. Cierto es que ha habido grandes figuras en Mondoñedo. De hecho, hay toda una escuela poética gallega que ha salido de su seminario mindoniense. Sin embargo, después del Concilio Vaticano II, pocos han sido los que, como Segundo, han sabido dar relieve a la Iglesia como realidad local: por su habla, por su cultura, por sus gentes, por su espiritualidad. No es solo la creación de ‘Estudios Mindonienses’, sino la creación de un ‘Teologado de la Diócesis’ en Santiago, la Pascua Juvenil, la celebración del Año San Rosendo, con la creación de una Academia Auriense-Mindoniense de estudios rosendianos, y otras muchas iniciativas debidas a su mente creativa y generosa.
La archidiócesis de Santiago y Galicia entera también le deben el impulso definitivo para la agregación del Instituto Teológico Compostelano, cuya Junta patronal forman todos los obispos de Galicia, a la Universidad Pontificia de Salamanca, con la posibilidad de ofrecer el grado de Teología Fundamental. Segundo fue director del centro en varias ocasiones y ha impulsado, entre otras iniciativas, las Jornadas de Teología, que se vienen celebrando desde hace más de 20 años, además de ir incorporando paulatinamente a profesorado de las distintas diócesis de Galicia. Esperemos que más pronto que tarde podamos tener en Galicia una Facultad de Teología propia, como sucede en otras partes de España. La estructura está creada; ahora falta el impulso de la Junta Patronal, teniendo en cuenta el informe que el claustro de profesores presentó a los visitadores enviados por el Vaticano el curso pasado.
Junto a ello, merece la pena ser destacada la labor de Segundo en el Cabildo y Catedral de Santiago de Compostela, después de los tiempos difíciles del robo del Códice calixtino. Su labor organizadora y su compromiso por la transparencia en la gestión están a la vista de todos. No menos importante ha sido su labor a la hora de organizar la acogida a los peregrinos, que hoy cuenta con unas instalaciones muy adecuadas para ello. Además de la acogida en sí, ha fomentado la celebración de Congresos sobre la peregrinación, así como la atención pastoral a los peregrinos en diferentes idiomas.
4.- ¿Qué representa la figura de Segundo para la Iglesia y la sociedad gallegas?
No podría separar un ámbito del otro, puesto que Iglesia y sociedad están implicadas. Segundo era muy sensible, desde los tiempos del postconcilio -también lo era el obispo Arauxo Iglesias- de aquello que había diagnosticado el papa Pablo VI: la separación entre la fe y la cultura como uno de los dramas de nuestro tiempo. Segundo se esforzó por mantener los cauces del diálogo, porque estaba y está firmemente convencido de que el Evangelio es buena noticia también para nuestros tiempos. Por ello, la cultura en general, es decir, el arte, la literatura, la historia, …todo ello es terreno propio y no ajeno. Porque creemos en un Dios que se ha hecho humano y, así, todo lo humano, como decían los hombres del Renacimiento, no nos puede ser ajeno. En este sentido, Segundo participó en muchas iniciativas que tenían como fin inculturar el Evangelio en Galicia (‘Boa Nova’, ‘Encrucillada’, Estudios Mindonienses’, Rudesindus’…).
En su figura podemos ver en persona a un ‘ilustrado’ en el mejor sentido de la palabra, respetado también fuera del ámbito propiamente eclesiástico, por su saber, por su saber estar, y por su saber hacer de forma eficaz; pero siempre con un estilo de respeto y cercanía con las personas. En un tiempo de indiferencia como el que vivimos, Segundo es un maestro en ese saber conectar la fe con la cultura en el más amplio sentido de la palabra. Si uno visita su biblioteca, se puede encontrar, además de Teología, también con historia, literatura general, literatura gallega, filosofía…es decir, es la biblioteca de un humanista.
5.- Su labor pastoral
¡Lejos de pensar en Segundo como un intelectual de salón o de escritorio! Siempre ha tenido los pies en el suelo. Desde que fue ordenado, y hasta hoy, siempre ha estado en contacto con el trabajo de la pastoral directa (atención a la gente, celebración, catequesis, caritas, etc.). Por lo tanto, es un ejemplo para tantas generaciones de presbíteros que hemos estado a su lado. En efecto, lo que necesitamos es estar aprendiendo siempre, no solo por el estudio -fundamental- sino por el contacto con la gente. No en vano el Concilio y el Papa actual nos recuerda la necesidad de atención a los signos de los tiempos y al sentido de la fe del pueblo, que no se equivoca en el creer.
Si hoy es necesario hablar de una teología con los ‘ojos abiertos’, en Segundo se cumple a la perfección, pues siempre tuvo la intuición de estar al día en los asuntos teórico-teológicos, pero siempre, también, atento al “periódico”, es decir, teniendo los pies en el suelo. En este sentido, así lo quiero destacar, todos los seminaristas que han pasado sus años de formación con él -durante 25 años fe rector del seminario o teologado que la Diócesis tenía en Santiago de Compostela- han quedado marcados por su profundo conocimiento y por su compromiso en la aplicación de los principios fundamentales emanados del Concilio Vaticano II, en cuya nueva fase estamos implicados en estos momentos.
6.- Segundo como persona y como sacerdote.
Como persona, en primer lugar, es un gran trabajador. Su capacidad de organizar el tiempo, de tomar decisiones, de impulsar a otros para realizar proyectos, para animar son admirables. Los que hemos trabajado con él más directamente lo sabemos bien, pues no siempre era fácil seguir su ritmo. Ello requería para él una gran disciplina personal, muchas horas quitadas al sueño y no pocos disgustos. Pero, la iniciativa en muchos ámbitos siempre la llevaba él, pues era él el que ya traía estudiados los temas que había que discutir y siempre traía, por ello, alguna solución en el zurrón. Yo siempre recuerdo que, hablando con él sobre alguna preocupación personal, siempre salía aliviado, siempre me ofrecía una luz en medio de la oscuridad.
Como sacerdote, se puede decir que era de esos que emiten autenticidad, por su entrega constante, por su generosidad total, y por el compromiso con los pobres. Me consta que, de forma discreta, ha ayudado a muchísima gente. Lo hacía por convicción personal, pero también porque conocía a fondo la realidad y la idiosincrasia del pueblo que le tocó apacentar.
7.- Biblioteca
La Diócesis de Mondoñedo - Ferrol, como indica su nombre, tiene dos sedes. En Mondoñedo se cuenta ya con una importante biblioteca con fondos antiguos y modernos. En Ferrol, por el contrario, aunque existe el edificio del obispado (Domus Ecclesiae), no hay una biblioteca de estudios teológico-histórico y humanísticos en general que se pueda ofrecer al público. Por ello consideramos que era una buena iniciativa crear aquí esta biblioteca. Y, en efecto, dado que Segundo está ya prácticamente jubilado y tiene una magnífica biblioteca personal, se ha comprometido a donarla con esta finalidad. En poco tiempo vamos a contar con otras relevantes donaciones, pero, sin duda, la de Segundo será la más importante, como fondo propio que lleve su nombre. De ese modo contribuimos a que su figura quede para la posteridad como la de alguien que ha estado implicado muy fuertemente en la promoción de la Iglesia y de la Cultura gallegas. Lo único que cabe esperar es el apoyo de las instituciones públicas y privadas para llevar a cabo el proyecto: una biblioteca pública diocesana, y con miras ecuménicas.
Este último apartado es meramente un deseo, pero no se ha de descartar: que la biblioteca pudiera tener también secciones en las que miembros de otras confesiones cristianas pudieran tener aquí sus libros de consulta. No hay olvidar que en Ferrol y su comarca todavía se encuentran los herederos de los hermanos de Plymouth, junto con los de Marín en Pontevedra. Si decimos que nada de lo humano nos ha de ser ajeno, mucho más lo ha de ser lo que enseñan, viven y oran nuestros hermanos cristianos, bautizados como nosotros, y, por ello, pertenecientes a la Iglesia de Cristo.
8.- Salud.
Esta etapa de su vida es realmente dura para un hombre de acción como es Segundo. De todos modos, cuenta con el apoyo de la familia en su pueblo natal (Buriz-Guitiriz), que está pendiente de él en todo momento. Su delicado estado de salud le obliga a visitar a los médicos con frecuencia. Ha sido una larga temporada de operaciones (la de corazón la más importante) y otras complicaciones que le han llevado a retirarse de todas sus actividades.
Sin embargo, a pesar de ello, él sigue atendiendo pastoralmente la parroquia de su pueblo. Su fuerte espiritualidad, fortalecida con muchas lecturas, oración, vivencias, y las amistades que ha ido forjando, le mantienen, con esperanza, a sabiendas de que la pesada cruz ha de soportar no es nuestro destino definitivo. Todo lo vive con gran discreción y, por ello, es muy remiso a recibir visitas o, incluso, a contestar al teléfono.
Se puede decir que, después de tanto bregar, quiere volver al seno materno que constituyen su familia y su gente. ¡No es mal plan para un retiro verdadero, como es el de Segundo! Yo siempre recuerdo lo que decía a este respecto: cuando uno se va de un sitio, no debe ‘dar la lata’ volviendo allí, aunque sea de visita. Siempre se pueden producir interferencias con las personas que han quedado. En este sentido, Segundo mantiene esta praxis hasta el final y, desde luego, yo no lo he visto por Santiago o por Mondoñedo desde hace ya un par de años.
9.- ¿Tuvo el reconocimiento eclesiástico que se merecía? ¿Por qué, por ejemplo, no llegó a obispo?
Su trayectoria, su persona, su valía le hubieran hecho un excelente candidato al cualquier ministerio eclesial, y, especialmente, el episcopal. Es ‘vox populi’ que fue en varias ternas a lo largo de bastantes años. Sin embargo, está claro que, o bien había informes que no eran positivos, o que a “alguien” no le caía bien. Amigos suyos de toda la vida, de gran valía también, llegaron al episcopado. Yo, personalmente, siempre le dije ‘en plan de broma’: “no te quieren, porque les vas a poner a trabajar”. Puede ser cierto, fuera bromas, pues Segundo siempre fue una persona libre, que no se amilana ante nadie y que, por lo tanto, fue capaz de ‘cantarle las cuarenta’ a quien fuera. Su carácter intrépido, trabajador, comprometido con pasión con sus proyectos, y, al mismo tiempo, creativo, es posible que le haya perjudicado para llegar al episcopado. Pero, claro está, todo esto es una consideración personal mía.
En todo caso, es evidente para mí que un reconocimiento eclesiástico, llámese homenaje o lo que sea, es de justicia hacérselo. En Santiago, se le dedicó un número de la Revista Compostellanum. En Mondoñedo, lo que vamos a hacer es un acto de reconocimiento mínimo con la publicación de los números de 2023 y 2024 de Estudios Mindonienses. De todos modos, valdría la pena pensar en otras iniciativas que pusieran en valor su figura como eclesiástico y como ilustrado en el mejor sentido de la palabra. Por lo que a mi respecta, voy a hacer todo lo que sea necesario para que la Biblioteca que vamos a crear lleve su nombre.