Las palabras sobre 'la gran Rusia' causan una grave crisis con Ucrania, que trata de aprovechar Moscú Francisco le hace un roto a la misión de paz del cardenal Zuppi
Probablemente nadie haya lamentado tanto las palabras del Papa sobre “la gran Rusia”, como el propio Papa. Aquel puñado de frases improvisadas han hecho un roto en la telaraña diplomática que estaba tejiendo -por iniciativa y empeño del propio Bergoglio- el cardenal Zuppi con la misión diplomática que, tres meses después de ser anunciada, le ha llevado a visitar Kiev, Moscú y Washington
Con Ucrania ganando terreno y un Putin que libra otra batalla interna, el traspié de Francisco ayuda a desacreditar una de las iniciativas que tenía más visos de concitar el respaldo de Estados Unidos, Europa o países tan significativos para los BRICS como Brasil
Rusia ahonda en el desencuentro de Ucrania con el Papa porque también Putin quiere ganar tiempo. Lo que lleva al cardenal Zuppi prácticamente a la casilla de salida
Rusia ahonda en el desencuentro de Ucrania con el Papa porque también Putin quiere ganar tiempo. Lo que lleva al cardenal Zuppi prácticamente a la casilla de salida
Probablemente nadie haya lamentado tanto las palabras del Papa sobre “la gran Rusia”, como el propio Papa. Aquel puñado de frases improvisadas, dirigidas a los jóvenes católicos rusos que el 25 de agosto celebraban en San Petersburgo el Día de la Juventud, han hecho un roto en la telaraña diplomática que estaba tejiendo -por iniciativa y empeño del propio Bergoglio- el cardenal Zuppi con la misión diplomática que, tres meses después de ser anunciada por el Vaticano, le ha llevado a visitar Kiev, Moscú y Washington, reuniéndose con Zelensky, Kirill y Biden.
Desde luego, nada de aquello ha caído en saco roto y Francisco sigue acordándose de “la martirizada Ucrania” a cada instante y enviando a su limosnero con ayuda humanitaria al país invadido en cuanto puede. Pero las partes enfrentadas han utilizado a su conveniencia aquellas palabras en donde, según matización del propio Vaticano, “el Papa pretendía alentar a los jóvenes a preservar y promover todo lo positivo del gran patrimonio cultural y espiritual ruso, y ciertamente no exaltar la lógica imperialista”.
Ucrania, que desde un primer momento vio con cierta displicencia la misión de paz puesta en marcha por el Papa, se ha mostrado profundamente irritada. Lo hizo desde el primer día, acusando a Francisco de hacer “propaganda a favor de Rusia”. Y a pesar de las explicaciones de la Santa Sede y de la propia nunciatura apostólica en Kiev, sus dirigentes no desaprovechan la ocasión para denostar a Francisco y, consiguientemente, su misión pacificadora.
Lo acaba de dejar meridianamente claro uno de los asesores de confianza del presidente Zelesnky en declaraciones al Corriere della Sera. Preguntado por Lorenzo Cremonesi sobre las polémicas palabras del Papa, la respuesta de Mykhailo Podolyak no deja resquicios a la interpretación: “Un discurso destructivo para el humanismo contemporáneo. Si evaluamos las sentencias del Papa con la mente abierta, vemos que son un estímulo incondicional al imperialismo agresivo, un aplauso a la idea sangrienta del ‘mundo ruso’, que implica la destrucción brutal de las libertades y estilos de vida de los demás".
"Francisco alienta a Putin"
"Francisco alienta la ideología misántropa de Putin, sus manías genocidas -continúa la descarga del asesor de Zelensky-. Debemos preguntarnos qué es la Iglesia católica, qué es el cristianismo, qué Ucrania está ensangrentada con víctimas inocentes. Parece que el Pontífice, una vez más, ha sido instrumento de propaganda rusa. Precisamente fortaleciéndose en la tríada Pedro-Catalina-Stalin, el ejército ruso viene a matar a los ucranianos. El Papa los exalta y Putin los utiliza para eliminar nuestra identidad. Todavía no puedo entender cómo la Santa Sede no ha comprendido la maldita inutilidad y la nada de la perspectiva histórica inherente a la esencia genocida del Moscú moderno".
Esta andanada contra la línea de flotación de la misión del cardenal Zuppi por parte de las autoridades ucranianas hay que inscribirla, en todo caso, en su propia estrategia bélica. La iniciativa vaticana de la primavera pasada vino a coincidir con la anunciada contraofensiva de Ucrania para, tras los reveses militares de Moscú, enfangado en el invierno que hizo caer uno a uno a otros invasores, recuperar parte del territorio.
La estrategia de Ucrania y la debilidad de Putin
Ahora, con Ucrania ganando terreno y un Putin que libra otra batalla interna -tratando de que la grieta que abrió el defenestrado jefe de los mercenarios Wagner con su avance militar hacia Moscú de hace un par de meses no acabe tragándolo a él mismo-, el traspié de Francisco ayuda de alguna manera a desacreditar una de las iniciativas que tenía más visos de concitar el respaldo de Estados Unidos, Europa o países tan significativos para los BRICS como Brasil.
Más tiempo, en definitiva, para consolidar posiciones militares y dejar que Putin se cueza un poco más en su salsa para ver, quién sabe, si también él desaparece del escenario, como el propio líder de los mercenarios… No, desde este punto de vista, no es el momento para una negociación de paz que, desde el lado de Ucrania, ven que sólo beneficiaría al nuevo ‘zar’ ruso.
Pero tampoco Rusia quiere esa distensión. A Putin, probablemente en una huida hacia delante en estos momentos, tampoco le sirve una paz que no le confirme los territorios conquistados y anexionados desde hace ya una década. De ahí que Moscú haya aprovechado la alusión a ‘la gran Rusia’ realizada por Francisco para subrayar que el Papa “conoce nuestra historia y eso está muy bien" y que "aprecia mucho la línea equilibrada del Vaticano sobre el conflicto en Ucrania y los esfuerzos de la Santa Sede y del papa Francisco personalmente para buscar una solución pacífica que desgraciadamente el régimen de Kiev rechaza abiertamente".
Unas declaraciones por parte de portavoces oficiales que realmente no tienen como destinatario a Bergoglio, sino a Zelensky, convencido este de que el Pontífice no puede ser equidistante en este asunto.
Si realmente Rusia hubiese estimado sinceramente esos esfuerzos del Papa, Putin habría recibido personalmente a Zuppi, en lugar de haber delegado en el patriarca Kirill. Rusia ahonda en el desencuentro de Ucrania con el Papa porque también Putin quiere ganar tiempo. Lo que lleva al cardenal Zuppi prácticamente a la casilla de salida. La única señal esperanzadora a estas alturas sería que Rusia, que dice apreciar los desvelos pontificios, hiciese un gesto humanitario repatriando a los niños ucranianos que mantiene en su territorio. Esa es la pieza que hay que mover en vez de agitar las palabras de Francisco.