"El Opus Dei es una respuesta a la necesidad pastoral de los tiempos" Mariano Delgado: "En el desarrollo del Opus Dei podemos ver una cierta imitación de los jesuitas"

(Kath.ch).- ¿Por qué la renuncia de Joseph Maria Bonnemain al escudo episcopal es 'singular' y el Opus Dei tiene aspectos revolucionarios? Mariano Delgado (65 años), historiador de la Iglesia de Friburgo, viene de España, país de origen del Opus Dei y cree que “la prelatura personal es ciertamente conservadora, pero también tiene aspectos revolucionarios. Especialmente con respecto a los laicos”.

- El futuro obispo de Chur (= Coira, en Suiza), Joseph Maria Bonnemain, ha anunciado que prescindirá del escudo episcopal y que con la cruz será suficiente. ¿Es algo típico del Opus Dei?

De ninguna manera. Los demás obispos del Opus Dei tienen escudo. El logotipo (sello) del Opus Dei y, al mismo tiempo, símbolo de la prelatura personal es un simple círculo alrededor de una cruz igualmente sencilla. Ciertamente, pretende simbolizar la pretensión de que todo el mundo esté bajo el signo de la cruz. Por cierto, el símbolo de los dominicos también es una cruz, al igual que el de los franciscanos. Y el de los jesuitas es una cruz con el acrónimo IHS en un círculo que irradia su resplandor por todo el mundo, como los rayos del sol.

- ¿Cómo valora la decisión de Joseph Maria Bonnemain?

La decisión del nuevo obispo es singular y, por otra parte, indica su propia identidad espiritual, marcada por el Opus Dei. Sin embargo, más importante que el escudo es el lema con el que los obispos expresan su apropiación personal del Evangelio. Los obispos del primer milenio no tenían escudo de armas. El escudo episcopal surgió a partir del siglo XII, siguiendo la heráldica secular. Pertenece, en cierto modo, a la mundanidad que entró en la Iglesia. Hasta ahora, ningún papa ha renunciado a su escudo o ha criticado la utilización de los mismos por obispos a abades.

- El nombre oficial del Opus Dei es "Prelatura de la Santa Cruz y del Opus Dei", en Roma la Universidad del Opus Dei se llama "Santa Croce": ¿Por qué la cruz es central para los seguidores del Opus Dei?

La cruz es el signo de los cristianos, y está en el escudo o sello de las más importantes órdenes tradicionales. El Opus Dei sigue esta dinámica. Con una sencilla cruz en un simple círculo, el Opus Dei quiere presumiblemente recordar la esencia de la misión cristiana.

- La leyenda del cine español Pedro Almodóvar llama al Opus Dei "la mayor y más peligrosa secta". ¿Por qué?

El propio Almodóvar es un miembro destacado de una secta moderna con sus propios dogmas, que incluyen la crítica barata de la iglesia según 'la corriente del uso', como decía Miguel de Cervantes en el prefacio del Quijote. Pero, bromas aparte, para cierta generación de españoles la percepción del Opus Dei está distorsionada por el papel político de algunos de sus miembros en la etapa final del franquismo.

- ¿Qué papel desempeñó el Opus Dei durante ese período?

En 1957, los representantes del catolicismo político cercano a los obispos -Acción Católica, Pax Romana- como Joaquín Ruiz Giménez salieron del gobierno, porque se dieron cuenta de que el régimen no podía transformarse desde dentro según las tendencias democristianas de la posguerra. Franco encontró entonces entre los miembros del Opus Dei a los católicos con los que podía adornarse.

De 1957 a 1975, hasta cuatro ministros solían ser miembros del Opus Dei. Ocuparon puestos importantes como el Ministerio de Asuntos Exteriores, Comercio, Economía y Finanzas, Industria. Eran destacados profesionales, los llamados ‘tecnócratas’. Ellos dieron forma al milagro económico español de los años sesenta. Muchos miembros del Opus Dei subrayan que esto no estaba en el espíritu del fundador, o indican que aquéllos eran miembros del gobierno a título personal, o señalan que también Rafael Calvo Serer, fundador del periódico ‘Madrid’ y muy crítico con el franquismo, también era miembro del Opus Dei. Lo cierto es que instituciones del Opus Dei como la Universidad de Navarra han recibido en ese tiempo una cantidad desproporcionada de ayudas públicas, si se compara con otras Universidades católicas.

También es cierto que el cardenal Tarancón atribuiría al Opus Dei los problemas que tuvo la Asamblea Conjunta de 1971 con Roma. Así era percibido en una parte importante de la Iglesia.

- ¿Qué poder tiene hoy el Opus Dei en España?

El Opus Dei ha aprendido de sus propios errores y ha llegado al corazón de la Iglesia. Parte de la hostilidad hacia el Opus Dei, incluso dentro de la Iglesia, recuerda a la agitación contra los jesuitas. En algunos aspectos, el Opus Dei ha actuado como los jesuitas: Ha buscado el favor de los poderosos, de los que tanto depende; comenzó centrándose en la formación de élites en colegios y universidades. Y con el tiempo ha descubierto también lo social, en el sentido de promover escuelas de formación profesional y proyectos sociales.

- Y hoy el Opus Dei dispone de las mejores universidades de España...

La Universidad de Navarra, fundada por el Opus Dei, es una de las mejores de España y la más americana de todas en su cultura universitaria. Cuando asistí a un congreso de historiadores allí en 2010 con motivo del bicentenario de la independencia de Hispanoamérica (1810), Mark Zuckerberg acababa de llenar el Aula Magna por invitación de la facultad de Ciencias de la Comunicación. Su hospital clínico es de los mejores de España. Y con el IESE de Barcelona, el Opus Dei dirige una escuela de negocios que pertenece al primer ranking mundial -lo mismo que el ESADE de los jesuitas o el ESIC de los Sacerdotes del Sagrado Corazón o dehonianos- (en el IESE han creado un laboratorio de ideas para combatir la pobreza). En la Conferencia Episcopal Española es habitual que algunos obispos sean del Opus Dei. Y el Opus Dei ya no es un tema político, excepto, por supuesto, para Almodóvar y su secta, que necesitan sambenitos eclesiásticos sobre los que abalanzarse para mantener vivo el anticlericalismo decimonónico que en España, al contrario de otras partes de Europa, sigue siendo santo y seña de la ‘izquierda’.

- Pero el Opus Dei sigue siendo un factor de poder?

Gracias a la formación de élites, ciertamente, pero en este caso también se parecen a los jesuitas. El problema de las universidades católicas (sobre todo en América Latina, donde suelen estar entre las mejores) es que forman a las élites para la política, la economía y la cultura, pero cuando éstas asumen responsabilidades ya no parecen querer saber nada de los principios de la doctrina social de la Iglesia. Este es un problema que debería hacer reflexionar sobre la pertinencia de las universidades católicas.

- ¿En qué se diferencia el Opus Dei español del suizo?

 Suiza tiene una sólida red educativa y universitaria pública en manos del Estado, por lo que la Iglesia no tendría mercado para sus propias universidades o escuelas de negocios. Así que las condiciones estructurales son diferentes. En Suiza, el Opus Dei y la Iglesia tienen la oportunidad de concentrarse en su propia actividad principal: anunciar el Evangelio y actuar como levadura en la sociedad con el fin de difundir los valores del Reino de Dios, empezando por la invitación a todos a seguir a Jesús, que se definía a sí mismo como manso y humilde de corazón y fuente de todo consuelo, abogando por una cultura de la misericordia para todos y de la solidaridad con los desfavorecidos o vulnerables.

- ¿A quién quiere servir el Opus Dei, y cómo?

El Opus Dei tiene aspectos revolucionarios por un lado, y una tendencia eclesiástica conservadora por otro. Parte del elemento revolucionario es la espiritualidad laica. Para el Opus Dei, incluso antes del Concilio Vaticano II, los laicos eran fundamentales.

Sus puntos de vista eran una especie de calvinismo católico: un movimiento fundado en 1928 que defendía la filiación universal de todos como hijos de Dios, la unidad de la vida o la superación de la separación entre el servicio de Dios (liturgia) y el servicio del hombre (trabajo). Habla de la santificación del trabajo profesional en el mundo como eje y forma de la llamada universal a la santidad, como un ‘Opus Dei’.

- ¿Y dónde está la tendencia conservadora eclesiástica?

Al aspecto conservador pertenece lo que el Opus Dei denomina ‘piedad doctrinal’, es decir, una piedad totalmente acorde con la doctrina de la Iglesia. Esto no deja de ser importante en un país como España, donde muchos han tendido históricamente al ‘alumbradismo’. Es decir, en el lenguaje actual, a una religiosidad a la carta con desprecio de los ritos católicos.

Y mucho depende, por supuesto, de lo que se entiende por ‘doctrina de la Iglesia’: ¿la esencia del cristianismo, o también todo lo que sale de Roma? Cuando se comprende la ‘piedad doctrinal’ en el último sentido, suele derivar en una obediencia eclesiástica afirmativa y ciega que no percibe la tarea de la ‘parresía’ o libertad de expresión a la que insta el Papa Francisco hoy, incluso en la Iglesia, porque entonces no es de buen ver criticar nada de lo que venga de Roma.

- ¿Cuál es la principal especificidad del Opus Dei?

La particular espiritualidad laica y la santificación del trabajo en el mundo como ‘Opus Dei’.

- En cuanto a la historia de las ideas: ¿Cómo debe clasificarse el Opus Dei?

Delgado: El Opus Dei es una respuesta a la necesidad pastoral de la época (esto vale para todas las órdenes religiosas), en este caso la preocupación por los laicos, especialmente por los académicos. En el desarrollo del Opus Dei podemos ver una cierta imitación de los jesuitas.

- ¿En qué sentido?

Al igual que los jesuitas, el Opus Dei también está interesado en las universidades, en la educación de élites, y se ha abierto poco a poco a lo social. Se puede ver en la iconografía del fundador del Opus Dei, San Josemaría Escrivá de Balaguer. A veces se le estiliza como un segundo San Ignacio, como puede verse en la capilla de la Universidad ‘Santa Croce’ de Roma. El edificio fue antes un colegio jesuita. En el lado izquierdo de la capilla se ve un altar con una pintura histórica al óleo de San Ignacio con la casulla. En el siguiente altar lateral, San Josemaría también está representado con la casulla.

- Desde 1982, el Opus Dei se llama oficialmente Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei. ¿Qué significa la extensión del nombre?

Parece que es una forma de enfatizar la importancia de su propia Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Por supuesto, esto puede dar la impresión de que se da especial importancia a la distinción tradicional entre dos estados, el clero y el laicado.

Y con la elevación a Prelatura, queda claro que sólo un hombre y un sacerdote pueden ser superiores del Opus Dei. En este sentido, otros movimientos eclesiales con laicos y sacerdotes, como los Focolares, son diferentes en su estructura, menos clericales.

Pope Francis named an Opus Dei priest to be a diocesan bishop has me canonically confused. Honestly!

What will Fr Joseph Maria Bonnemain's role within Prelature of the Holy Cross and Opus Dei be and how will his relationship with the Prelate change as a result?#HonestQuestionpic.twitter.com/sbngTPZm7y

— +Seraphim Mary, OSF (@BpSeraphimMary) February 19, 2021

- El Opus Dei es una Prelatura personal. ¿Qué significa eso?

La forma jurídica canónica de ‘prelatura personal’ refuerza el carácter clerical del Opus Dei, cuando la mayoría de sus miembros son laicos. De 1950 a 1982 fue un instituto secular. Una prelatura personal está sujeta a la Congregación para los Obispos, lo que se subraya con la ordenación -no obligatoria- del prelado del Opus Dei como obispo.

La estructura de la prelatura personal tiene ventajas sobre todo para el estatus de los miembros del clero en las respectivas diócesis en las que trabajan: son prestados a éstas por la prelatura, pertenecen al clero de la diócesis y están entonces sujetos al obispo. Pero siguen incardinados en la prelatura y pueden ser reclamados por los prelados del Opus Dei y asignados a otras tareas.

- ¿Significa esto que Joseph Maria Bonnemain no está incardinado en la diócesis de Chur, aunque es canónigo y pronto será obispo?

Un sacerdote del Opus Dei esta incardinado en la prelatura, pero pertenece al clero de la diócesis como otros sacerdotes seculares y está a disposición del obispo. Es, pues, una doble pertenencia.

* Mariano Delgado es decano de la Facultad de Teología de Friburgo y profesor de Historia de la Iglesia.

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