"No se ha actuado a la altura de los tiempos y necesidades", denuncia la Federación Latinoamericana Los decepción de los curas casados tras la clausura del Sínodo: "No hemos sido escuchados"
"Dado que los sacerdotes casados somos más de 100.000 y, según se puede estimar, más del 90% del pueblo cristiano acepta nuestra postura, la actitud que percibimos es negativamente significativa"
"No se ha actuado a la altura de los tiempos y necesidades, ni de acuerdo a la disposición de escucha expresada por el mismo Sínodo. Da la impresión de que cierto clericalismo se sigue imponiendo de modo absoluto y distante de la realidad"
"Hay una clara contradicción entre el propósito de escuchar y buscar soluciones prácticas respondiendo a las necesidades reales del tiempo que vivimos, por una parte; y por la otra la realidad de la no escucha"
"Hay una clara contradicción entre el propósito de escuchar y buscar soluciones prácticas respondiendo a las necesidades reales del tiempo que vivimos, por una parte; y por la otra la realidad de la no escucha"
| Sebastián Cozar Gavira. Presidente de la Federación Latinoamericana de Sacerdotes Casados
Leyendo las conclusiones del Sínodo de la Sinodalidad, los miembros de la Federación Latinoamericana de Sacerdotes Casados queremos dar nuestra opinión con todo respeto, recordando lo que se expresa en el número 3. del Documento: “Nos pusimos en escucha, atentos a captar en las múltiples voces -lo que el Espíritu dice a las Iglesias- (Ap. 2,7). El camino comenzó con una amplia consulta al Pueblo de Dios…“.
Ante todo, expresamos nuestras felicitaciones por este evento eclesial, que nos presenta temas muy interesantes que deseamos sean vividos y practicados para bien de la Evangelización, fundamentados en escritos teológicos, bíblicos y doctrinarios, que dan consistencia a lo dicho por el Concilio Vaticano ll y otros documentos Eclesiales.
Pero nos pesa que, aunque hemos conversado y planteado nuestras inquietudes a la Jerarquía por muchos y distintos medios, al CELAM, a otros medios de comunicación, y a varias instancias más, sin embargo no hemos sido escuchados, ni hemos escuchado que se reflexionara y planteara en el Sínodo la posibilidad de que el celibato sea opcional y no obligatorio, expectativa que consideramos buena y saludable para la Iglesia y la Evangelización. No lo hemos escuchado siquiera como un tema que se pueda tratar posteriormente.
Clericalismo
Dado que los sacerdotes casados somos más de 100.000 y, según se puede estimar, más del 90% del pueblo cristiano acepta nuestra postura, la actitud que percibimos es negativamente significativa: consideramos que se repite una situación frecuente; quizás peor aún, ya que no se ha actuado a la altura de los tiempos y necesidades, ni de acuerdo a la disposición de escucha expresada por el mismo Sínodo. Da la impresión de que cierto clericalismo se sigue imponiendo de modo absoluto y distante de la realidad.
Desde nuestra opinión ha faltado valentía y coraje para superar una postura de clericalismo anclado y obsoleto. Hay una clara contradicción entre el propósito de escuchar y buscar soluciones prácticas respondiendo a las necesidades reales del tiempo que vivimos, por una parte; y por la otra la realidad de la no escucha. Da la impresión de que se escuchó lo que se quería escuchar, y no lo que plantean temas conflictivos y dificultosos debido a tanto tiempo transcurrido sin querer enfrentarlos, como es nuestro caso.
Es lógico que experimentemos frustración por haber creído en la postura de escucha, y que el tema del celibato opcional sería tenido en cuenta para ser analizado
Todo ello nos ha llevado a una enorme decepción y a sentirnos ignorados. Es lógico que experimentemos frustración por haber creído en la postura de escucha, y que el tema del celibato opcional sería tenido en cuenta para ser analizado. Es duro asumir que una Asamblea que se auto definió “a la escucha” no nos quiso escuchar; y esto no tanto por nuestro interés, sino el de las futuras generaciones sacerdotales, y un bien saludable para nuestra Iglesia.
Frente el Sínodo de la Sinodalidad que se definió por ser el Sínodo de la escucha, termino con un refrán español: “Mucho ruido y pocas nueces”.
Que la Virgen María nos dé a todos luces de esperanza.