"Aburren al consumidor. En ellas se dice casi siempre lo mismo" La 'homilía' del Rey y las 'homilías' de la TRECE
A propósito de las homilías y no solo de las de la catedral de Santiago- , testigo el Maestro Mateo- , sino todas las “predicadas” y televisadas por LA TRECE, es preciso volver a referir con urgencia sagrada que en las mismas se echan de menos otros guionistas, redactores y predicadores ,que habrán de contar con grados bien merecidos de” cum laude” y compromiso cristianos
No pocos de estos medios, de sus responsables, inspiradores y financiadores están a favor de la Iglesia SINODAL, sino todo lo contrario
La “hombrada” –“valiente y animosa” para tantos - , protagonizada por la reina Letizia con ocasión de la última “Ofrenda al Apóstol Santiago”, le quitó relieves a datos de interés que configuraron celebración tan solemne y significativa. . Bien es verdad que, gracias en parte al “plante” regio de la experiodista asturiana, la noticia dio la vuelta al mundo y este se enteró que “persignarse” no es lo mismo que “santiguarse” y que el rey, la princesa y la infanta bordaron a la perfección el devoto signo de la cruz en su frente, pecho y hombros, haciendo uso del ”dedo de la mano derecha” con el esmero y el rito prescritos por la liturgia y con el aval riguroso del protocolo regio vigente.
Y de entre los datos, circunstancias y “porqués”. De la referida “Ofrenda”, a muchos les llamaron favorablemente la atención las palabras pronunciadas por Felipe VI justificando acontecimiento político-religioso constitucional al sistema democrático que rige y acoge al Estado Español…
Destaco aquí y ahora, en mi condición de informador y comentarista del gremio, que las regias palabras tuvieron notable dimensión cabalmente religiosa. Aseguro que a muchos hasta les sonaron a “homilías”, más que a discurso. Desde el mismo nivel que le corresponde al pueblo en los actos litúrgicos , con sencillez, claridad, tono de voz, sin aparatosidad, ni signos externos de ninguna clase, , dando además la impresión de no ser esclavo de ninguna clase de puntos y comas, de las sílabas y letras, del texto que leía, con convicción y si tropiezos gramaticales y con el ritmo debido, el mensaje del que , dirigido al Apóstol, era su destinatario el puebl , a este le llegó con la garantía de ser entendido y apreciado con facilidad y pedagogía.
Pero las palabras de Felipe VI ni fueron ni podrían ser consideradas como homilía. Por supuesto, pero así les parecieron a muchos. Y además con el aditamento de las características que presupone haber sido inspiradas por el Concilio Vaticano II , con alguna intromisión feliz del papa Francisco y de sus más cercanos teólogos y pastoralistas…
Ya sé que las homilías de las misas, más en las solemnes y más aún en las celebradas en la catedral de Santiago con la ocasión de la “Ofrenda al Apóstol”, es de competencia de su obispo- arzobispo, en ocasiones, con el título y colorines de Cardenal, por tratarse de una de las sedes episcopales de mayor relevancia del orbe católico, por poseedora del título y las indulgencias concedidas al Camino jacobeo y a su perdonanza….
Pero llegada la hora de la misa citada, ante los oyentes en directo y televisivamente, el turno litúrgico hizo actuar al presidente de celebración eucarística tan solemne, en la figura de un señor mitrado, vestido de raro -rarísimo- , con signos, símbolos incomprensibles y paganos, como llegado de otro planeta, con tono de voz, énfasis y gestos doctorales y dogmatizantes, citas conciliares y un puñado de páginas en sus manos, que fue desglosando al pie de la letra, leídas, y dando la impresión de no haber sido escritas por él mismo.
(Es de dominio público que mayoritariamente los discursos y las homilías no las redactan ni los reyes ni los obispos. Los textos se los proporcionan los expertos y allegado. En ocasiones y dadas las prisas y otras circunstancias, a los predicadores o proclamadores de discursos, no les da tiempo ni siquiera a leer antes el texto, tal y como se percibe con precisión en la falta de respeto para con los puntos y comas, tildes, acentos y otros tropiezos gramaticales y académicos)
A propósito de las homilías y no solo de las de la catedral de Santiago- , testigo el Maestro Mateo- , sino todas las “predicadas” y televisadas por LA TRECE, es preciso volver a referir con urgencia sagrada que en las mismas se echan de menos otros guionistas, redactores y predicadores ,que habrán de contar con grados bien merecidos de” cum laude” y compromiso cristianos, logrados en la universidad de la vida , al igual que en las Ciencias Sagradas, como las relacionadas con la Sagrada Escritura, la historia , la pastoral, el ocio y el negocio, la vida y la muerte y esta siempre con elcorrelativo complemento de la con-resurrección.
Las homilías y más las de LA TRECE aburren al consumidor. En ellas se dice casi siempre lo mismo. No facilitan la con-versión propia y ajena. No las sienten como algo propio y específico, Las homilías no tienen por qué ser “pronunciadas” siempre y en exclusiva por el clero. No son de su exclusiva competencia. También los seglares y “seglaras” han de tomar parte activa. Son sus protagonistas, como el clero y sus adláteres., tanto en la selección de las lecturas como en sus comentarios y en la proyección y aplicación del evangelio en las circunstancias concretas de lugar y de tiempo, en las que se vive o malvive, sin comunión y “sea lo que Dios quiera”,
El papa Francisco es experto en homilías, tanto en los textos que lee, como en los que improvisa. También es tristemente obligado tener que reconocer que, con las “palabras de Dios” pronunciadas y hechas imagen en LA TRECE y en otros medios de comunicación “oficiales” de la Iglesia, a parte importante del esfuerzo sinodal de inspiración “franciscana” difícilmente le será posible florecer y dar fruto. No pocos de estos medios, de sus responsables, inspiradores y financiadores están a favor de la Iglesia SINODAL, sino todo lo contrario.
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