Justin Welby: "El ataque a Ucrania es un acto de gran maldad" Bartolomé advierte a Rusia de que la invasión "puede ser el detonante de un conflicto militar mundial"
El patriarca de Constantinopla telefoneó al metropolitano Epifanio, Primado de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania, expresando su "profundo dolor" por esta "flagrante violación de toda noción de derecho y legalidad internacionales", así como su apoyo al pueblo ucraniano, "que lucha por Dios y la patria" y a las familias de las víctimas inocentes.
El patriarca Bartolomé "condena el ataque no provocado de Rusia contra Ucrania", así como "la violación de los derechos humanos y la violencia brutal contra nuestros semejantes". El patriarca ortodoxo, "conmocionado por la invasión de las fuerzas armadas de la Federación Rusa en el territorio de Ucrania", telefoneó este mediodía al metropolitano Epifanio, Primado de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania, expresando su "profundo dolor" por esta "flagrante violación de toda noción de derecho y legalidad internacionales", así como su apoyo al pueblo ucraniano, "que lucha por Dios y la patria" y a las familias de las víctimas inocentes.
En un comunicado, Bartolomé "ruega al Dios del amor y de la paz que ilumine a los dirigentes de la Federación Rusa para que comprendan las trágicas consecuencias de sus decisiones y acciones, que pueden ser incluso el detonante de un conflicto militar mundial".
Al tiempo, el patriarca "hace un llamamiento a los dirigentes de todos los Estados, las instituciones europeas y las organizaciones internacionales para que trabajen en pro de una solución pacífica de esta crítica situación mediante un diálogo sincero", que es "el único medio para resolver cualquier problema y afrontar cualquier desafío".
Por su parte, los arzobispos de Canterbury y York, Justin Welby y Stephen Cottrell, han calificado el ataque de Rusia a Ucrania como "un acto de gran maldad". En un comunicado, ambos mandatarios piden a los cristianos que hagan del próximo domingo "un día de oración por Ucrania, por Rusia y por la paz".
Al tiempo, la Iglesia anglicana se suma al llamamiento del Papa Francisco para celebrar una jornada mundial de oración y ayuno por la paz el 2 de marzo, Miércoles de Ceniza.
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