Hoy quiero estrenar el traje de la esperanza,
que tanto me cuesta vislumbrar cada día.
Hoy quiero alzar la sonrisa y el anhelo,
como una niña en brazos de su madre.
Hoy quiero recorrer una nueva senda
tras la estela de la ternura y la alegría.
Hoy quiero abrazar cada lágrima, cada herida,
para que renazca la fraternidad, la vida compartida.