Enfriamientos católico-anglicanos ©

Últimamente, anglicanos y católicos se han esforzado por descargar de religión ambas confesiones: Los primeros autorizando la ordenación de mujeres y personas abiertamente homosexuales y, los católicos, acentuando su derrape seudo-ecumenista en camino hacia ninguna parte. Justamente, el diario “Los Ángeles Times”, del 9 de julio de 2005, ponía el dedo en la llaga:
«Como todo el mundo admite, excepto unos cuantos obstinados, todas las iglesias y los movimientos dentro de las iglesias que han desdibujado su doctrina y ablandado los preceptos morales han visto reducirse sus efectivos...»


En los años ochenta se publicó en Londres un best seller titulado “Sí, Ministro”. En tal libro se recogían notas del diario de un miembro del Gobierno, encargado de la cartera de Asuntos Administrativos. La BBC realizó una serie de telefilmes, reforzados con algunos episodios de ficción, encomendando el grueso de la interpretación a tres magníficos actores: Paul Eddington, Nigel Hawthorne, y Derek Fowlds, en los papeles respectivos de James Hacker, Ministro (y “Primer Ministro”), Sir Humphrey Appleby, Subsecretario, y Sir Bernard Woolley, Secretario Privado.

En relación al “clima de aggiornamento de la Iglesia Anglicana, ya en marcha en los años setenta, escojo un corte del capítulo titulado “El gambito del Obispo”.

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El Primer Ministro conversa con sus consejeros acerca de la elección que la Iglesia Anglicana le pide entre dos candidatos a obispo. Dispongámonos a oírles con mucha atención.

Despacho del Primer Ministro.

PRIMER MINISTRO.- (Dirigiéndose al Sub-Secretario) Humphrey, ¿qué es un modernista en la Iglesia?

SIR HUMPHREY.- ¡Ah…! La palabra modernista significa “no creyente”.

PRIMER MINISTRO.- Es decir... ¿ateo?

SIR HUMPHREY.- No, Primer Ministro, un clérigo ateo no continuaría cobrando su estipendio. Así que cuando dejan de creer en Dios se llaman modernistas.

PRIMER MINISTRO.- ¿Cómo puede la Iglesia sugerirme a un ateo como candidato a obispo?

SIR HUMPHREY.- Pues, muy sencillo. La Iglesia anglicana es primordialmente una organización social, no religiosa.

PRIMER MINISTRO.- (Con ojos de asombro) ¿Sí…?

SIR HUMPHREY.- Sí. Es parte del engranaje social de esta nación. Los obispos han de ser hombres con facilidad de expresión y que sepan qué cubierto utilizar. Gente que invite al respeto.

PRIMER MINISTRO.- Así que ahora para la Iglesia el candidato ideal es un cruce entre sociable y socialista.

Entra el secretario Bernard Woolley con unos papeles, el Currículum Vitae del candidato Stanford, que lee de inmediato.

BERNARD.- (Carraspeo) Perdón… Tras estudiar teología fue capellán del Obispo de Sheffield y, después, Consejero Diocesano de Comunidades Étnicas y Responsabilidad Social. Dio conferencias sobre nexos entre religiones, vínculos entre cristianos y marxistas y relaciones entre cristianos y las mujeres de la… Hummm . Después fue ascendido a Capellán de la Universidad de Essex y Vicerrector de la Universidad de Teología. Ahora es, como sabe, Secretario del Comité Pro-Desarme, de la Iglesia anglicana.

PRIMER MINISTRO.- ¿Nunca ha sido vicario de una parroquia?

BERNARD.- ¡Cielo santo! No, Primer Ministro. Quienes aspiran a obispo evitan la labor pastoral.

PRIMER MINISTRO.- Por lo que dice, el canónigo Stanford es algo así como un agitador político.

SIR HUMPHREY.- No exactamente... Pero sí sería una espina en temas como huelgas, presupuestos de Seguridad Social, Urbanismo, desempleo, Defensa... Es interesante, no crea, que hoy en día los políticos hablen de ética y los obispos de política [...]

BERNARD.- (Terminando su lectura) Es también un experto en islamismo; asegura que la Biblia es una copia del Corán. [...] Diseñó una iglesia en el sur de Londres y en los planos había salas para “planificación familiar” y organización de manifestaciones... Pero ningún lugar para la Comunión.

PRIMER MINISTRO.- ¿Habla en serio?

BERNARD.- Bueno, había un forum multifuncional para los servicios.

PRIMER MINISTRO.- ¿Y la Iglesia lo aprobó?

SIR HUMPHREY.- ¡Por supuesto! La Iglesia está regida por los teólogos.

PRIMER MINISTRO.- ¿A qué se refiere?

SIR HUMPHREY.- La teología es un instrumento para mantener en la Iglesia a los agnósticos.

PRIMER MINISTRO.- (Resuelto) No deseo que Stanford entre. (Mira suplicante a los dos) ¿Qué puedo hacer?

SIR HUMPHREY.- Podría usted rechazar a ambos candidatos, pero sería excepcional y no aconsejable.

PRIMER MINISTRO.- ¿Aunque un candidato quiere echar a Dios de la Iglesia y el otro quiere echar a la Reina?

SIR HUMPHREY.- La Reina es inseparable de la Iglesia anglicana.

PRIMER MINISTRO.- ¡Ah! ¿Sí? ¿Y qué hay de Dios?

SIR HUMPHREY.- Es lo que se llama un extra opcional.


Por la tarde, en su casa del 10 de Downing Street el Primer Ministro conversa con su esposa Annie. Mientras ella plancha un vestido él lee el periódico sentado en un sofá.

PRIMER MINISTRO.- (Cerrando el periódico) He de elegir un obispo…

ANNIE.- ¡Es ridículo!

PRIMER MINISTRO.- ¿Por qué?

ANNIE.- No eres lo que se dice muy religioso.

PRIMER MINISTRO.- Soy el Primer Ministro. La religión no tiene nada que ver.

ANNIE.- ¿Ni con los obispos…?

PRIMER MINISTRO.- Nada que ver. Son como empresarios, pero disfrazados. […]

ANNIE.- Como practicante prefiero que elijas a un hombre de Dios.

PRIMER MINISTRO.- Me ofrecieron uno pero quería hacer de la Iglesia un movimiento religioso. Quieren obligarme a elegir a un modernista.

ANNIE.- ¿Marxista o ateo?

PRIMER MINISTRO.- Ambas cosas. No es que me importe que sea ateo, pero si es marxista podría causarme graves problemas con sus discursos en la Cámara de los Lores.

ANNIE.- ¿No puedes rechazarlo?

PRIMER MINISTRO.- Parecería un acto político.

ANNIE.- ¿Pero no acabas de explicarme que ahora la Iglesia es esencialmente política?

PRIMER MINISTRO.- Sí, pero no debe parecerlo.

ANNIE.- Ya… Bueno. ¿Por qué no lo rechazas por motivos religiosos?

PRIMER MINISTRO.- No te entiendo.

ANNIE.- ¿Cree en el cielo y en el infierno?

PRIMER MINISTRO.- Desde luego que no.

ANNIE.- ¿En la Virgen?

PRIMER MINISTRO.- No.

ANNIE.- ¿En la Resurrección?

PRIMER MINISTRO.- No, no, en absoluto.

ANNIE.- ¿Y no es suficiente para rechazarlo?

PRIMER MINISTRO.- (Levantándose) ¡Annie…! ¡Estupendo! Rechazaré a ambos candidatos y habrán de presentarme otros. Lo que en realidad quiero es un candidato que guste a todo el mundo.

ANNIE.- (Asintiendo) Ya. Alguien que no tenga ideas propias sobre nada.

PRIMER MINISTRO.- Sí... Y si, además, sintiera inclinación sobre la Cristiandad no nos haría ningún daño.

ANNIE.- Entonces lo que prefieres es un pastor de los de antes.

PRIMER MINISTRO.- Eso es. (Se marcha)

* * *

Es de nueva actualidad este post que hoy resucito puesto que según se interpreta del Papa Francisco los ordinariatos no tienen futuro... Inquietante comentario de quienes por su afán ecumenista nos despojarían de todo lo que lo estorbase, incluso de su propia salvación, con tal de unir el agua y el aceite. Más inquietante si el Papa, Dios nos asista, piensa que no se necesitan condiciones para quienes son, todos los anglicanos altos y bajos, "ramas de un mismo tronco de fe y de Iglesia".

En este blog , pocos meses después del ensayo de ingreso en la Iglesia Católica, se colgó un post con declaraciones confidenciales de un sacerdote anglicano por las que no parece que la conversión a la Iglesia Post-Conciliar esté dando el resultado querido. Algo así como que mejor se hubieran quedado en la English High Church de que salieron. Para leerlo seleccionen este enlace.
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