Es el Santo Rosario una oración repetitiva, como los 150 salmos de la biblia, pero en este caso en honor de la Virgen María y para recuerdo de los principales pasajes de la vida de Cristo. Se llama rosario a una sucesión de rosas, y por extensión a una repetición de cualquier cosa: "un rosario de piropos", etc. Así, “el Rosario” es una sucesión de avemarías ofrendadas a la Virgen Madre de Dios.

Fue difundido por los frailes de la Orden de Predicadores, no sólo en vida de su fundador, Santo Domingo de Guzmán, sino por ellos mismos 300 años después en la evangelización de América. Deberíamos pensar que el Santo Rosario fue entronizado en el corazón de los españoles, y del entero mundo cristiano, en «la más alta ocasión que vieron los siglos»: la victoria en Lepanto. En la cual confiaron rezándolo antes de la gran batalla.

Como se deduce de esta espléndida ocasión, el rezo del Rosario era, ya entonces, una devoción sostenida de antiguo por los católicos. De ahí que lo que aquí se debería considerar es si fue realmente un encargo del cielo a Santo Domingo de Guzmán, o algo muy anterior. Uno de sus primeros conventos, si no el primero, se encontraba en Prouille, cercana a la actual Fanjeaux, junto a una capilla dedicada a la Santísima Virgen. Se cuenta que en ella el santo predicador pidió ayuda a la Madre de Dios pues se veía fracasando en la conversión de los albigenses.
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La Virgen pide a Santo Domingo le ayude a propagar la devoción.

Dicen, leyenda o testimonio, que se le apareció mostrando en su mano un rosario y le enseñó a Domingo a recitarlo. Le pidió que lo predicara por todo el mundo para que multitud de herejes se convirtieran. Por otro lado, el franco-aragonés Simón V de Montfort recurrió a Santo Domingo para que enseñara a sus tropas a rezar el rosario. Lo rezaron antes de otra decisiva batalla, la de Muret. El de Montfort y sus hombres atribuyeron la victoria a su rezo y, en su memoria, se dice que Simón de Montfort construyó la primera capilla a la Virgen del Rosario.

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La cueva de Segovia

Haré un paréntesis en este post para citar un caso muy particular, el de la cueva de Segovia (España). Se encuentra por los alrededores del monasterio de El Parral, y se conoce porque a ella se decía que Santo Domingo se retiraba a orar. Y en la que se le apareció la Virgen para encomendarle el Rosario. Si así fue debió ocurrir en 1218, año del que consta que Santo Domingo estuvo en España, justo en esa ciudad. Ya entonces, casi 60 años atrás, aquella cueva mostraba, al igual que hoy, un abandono vergonzoso y sin apenas algo que esponjara el alma. La explicación creo será que no hay pruebas... de tal “arqueología”. Y uno se pregunta: Si se cree, incluso sin pruebas, que Santo Domingo oraba allí ¿por qué los dominicos, o dominicas, no convierten esa cueva en lugar de peregrinación? Y si no se cree, ¿por qué engañar a nadie dando por buena una historia irreal?
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El Rosario ¿es francés o es español?

Primer supuesto.- El Rosario es una devoción regalada a la Iglesia, por elección de Santa María a Santo Domingo de Guzmán, hijo de una familia noble de Caleruega, Burgos (España). Famoso por fundar la Orden de Predicadores, anterior a los franciscanos y que pervivió íntegra en la Iglesia hasta el Concilio Vaticano Segundo. Nació en su casa solariega el 8 de agosto de 1170 y murió en Bolonia, Italia, el 6 de agosto de 1221. Vivió, pues, 51 años, la mitad como sacerdote católico y un tercio con inmensa importancia en la evangelización de enteras regiones francesas, por ejemplo, la Occitania y, quizás, el Languedoc. Y, principalmente, por la aniquilación de los albigenses, secta seudojudaica negadora de la divinidad de Cristo -como siempre- y con ambiciones territoriales separatistas -también como siempre-, razones que justificaron la intervención del de Montfort.

Segundo supuesto.- Del origen del rosario sabemos muy poco. Que si fue en Toulouse, que si fue en Muret; que por qué no en Bolonia; o en Prouillé En realidad, a un católico saber de su lugar poco le importará pero sí, y mucho, conocer de su utilidad, puesto que durante siglos el rosario ha alimentado la piedad cristiana lo mismo en el pueblo llano que dentro de los altos castillos. Sin que nadie dude de que su lanzadera fue el apostolado del burgalés Domingo de Guzmán, a principios del s.XIII.

Pero sin mermar sus "derechos de autor", hay que decir algo de uno de sus discípulos, llamado Alano de la Roca. La más clara huella histórica -no legendaria- del Rosario está en las Confraternidades constituidas por este fraile. Fray Alano fue un bretón, seguidor de la espiritualidad dominicana. Se le considera gran difusor de la devoción al Santo Rosario. En 1450, cuando contaba 22 años de edad, ingresó en la Orden de Predicadores. Fue conocido popularmente por ciertas apariciones y visiones y como predicador de la espiritualidad mariana del Rosario. Sus Confraternidades eran asociaciones seglares, o cofradías, donde se adoptó la obligación del rezo diario del Psalterio de la Virgen, en 150 avemarías, llamadas Rosario. Venerado como beato murió el 8 de septiembre de 1475 en Zwolle, precisamente el día en que fue erigida por el Papa, en Colonia, la primera cofradía del Rosario.
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Otros parientes.-

El recitado del rosario es también una costumbre en la mayoría de los monasterios Ortodoxos de Oriente, en Grecia y Turquía, aunque con 100 avemarías en lugar de 150.

En Rusia se rezan 103.

En el Islam hay un recitado, parecido al rosario, con tres grupos de "los 33 más hermosos nombres de Alá", que en el Corán suman 99.

Desde que el Papa León X lo aprobó oficialmente, en 1520, el Santo Rosario ha sido rezado de manera pública y universal por todos los fieles de la Iglesia Católica, muy en especial en las comunidades religiosas y en el calor del hogar de miles y miles de familias. Al menos, hasta los años '60 del siglo XX.

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NOTA.-

Este post finalizaba comentando las jaculatorias añadidas a partir de las apariciones de Fátima, pero como no es un asunto menor lo aplazo para el próximo domingo con el tratamiento que merece.