Diálogos en la Frontera: Blade Runner.
Desde el Instituto Teológico de Murcia estamos empeñados en que la Teología vuelva a estar en el lugar que nunca debió dejar de ocupar: el ámbito de reflexión académica y civil. Allí es donde realmente puede dar un servicio al mundo y a la Iglesia que suponga "dar razón de nuestra esperanza" y cumplir con la parte que le toca en la "encarnación de nuestra fe". Medios para ello son tanto el Máster Universitario en Teología como el Programa de Doctorado en Teología, ambos en colaboración con la Universidad de Murcia. También lo es el incipiente Grupo de Investigación Metanoia, Ciencias, Humanidades y Teología. Ahora bien, desde la programación de actividades del Instituto Teológico también hemos querido abrir la Teología a la reflexión del mundo contemporáneo desde hace más de 30 años. Por eso, la serie de mesas redondas con el título genérico Diálogos en la frontera quiere ser esto mismo, quiere poner el medio para que las artes, las ciencias y la teología puedan pensarse en el límite mismo de sus respectivos territorios.
El viernes 30 de noviembre, a las 18 horas, tendrá lugar la inauguración de esta serie de mesas donde intentaremos reunir a pensadores venidos del ámbito de las ciencias, las humanidades, las artes y la teología. El objetivo es poner en común el pensamiento para dar respuestas a la experiencia humana. El formato de mesa redonda es el que mejor se adapta al intercambio de ideas en pie de igualdad, a la dialéctica del saber. Diálogos en la Frontera quiere ser eso mismo, un intercambio dialéctico en los límites mismos de los saberes, borrando los márgenes del texto, saltando los límites de demarcación, colmando el espacio entre los procesos de pensamiento, en un momento en el que la Globalización se ha crecido cual Minotauro encerrado en el laberinto postmoderno.
Hoy, cuando el proceso de desterritorialización ha llegado al máximo de su expresión geopolítica, precisamente hoy, necesitamos redefinir las fronteras de lo que nos hace ser humanos. Por eso también, hoy, necesitamos los mismos mimbres que hace 200 mil años, cuando nuestra especie nacía en este planeta. Porque hoy, nuestra especie es capaz de destruir ese mismo planeta que la alumbró, por ejercer despiadadamente los instrumentos de los que la naturaleza lo dotó para sobrevivir en medio de un mundo necesariamente hostil para una criatura inerme y desamparada, necesitada de prótesis que le ayuden a subsistir. La técnica, el fuego, la palabra, esas fueron las primeras herramientas de supervivencia con las que esta especie inadaptada al medio se las pudo apañar.
Hoy, la frontera no es una simple metáfora, es una realidad que nos puede poner ante el borde mismo del abismo. La frontera es el lugar donde se encuentran los diferentes, pero también donde se identifican las diferencias. La frontera entre el mundo habitable y el no-mundo se juega en nuestras elecciones, en nuestras convicciones, en nuestro modo de contarnos lo que somos y lo que queremos ser. Por eso, el Instituto Teológico de Murcia abre este espacio, este lugar teológico para dar cabida a los no-lugares que se están atisbando en el horizonte. Queremos poner en diálogo las ciencias, las artes, la filosofía y la teología para ir creando mapas que nos permitan asentarnos en el nuevo territorio del tercer milenio. Porque, como nos recordaba Juan Pablo II en Novo Millenio Ineunte, 5, el cristianismo es la religión que ha entrado en la historia, y lo ha hecho por ser expresión del Dios que se compromete, que abandona su lejanía y se hace uno con nosotros en la encarnación de su ser más íntimo. Fieles a este compromiso con el mundo, la historia y los hombres y mujeres de este siglo, el Instituto Teológico de Murcia busca vivir más profundamente esta kénosis de la fe y la teología.
Blade Runner: ¿sueñan los dioses con androides inteligentes?stract: Los sueños son el indicio de realidad biológica de los seres superiores. Un androide no puede soñar, las máquinas están sujetas a los programas que las determinan. Pero, si las máquinas son programadas para soñar, si se puede introducir un software que lo realice, entonces ¿qué nos diferencia de ellos? Quizás, dirán algunos, las respuestas emocionales. Las emociones son difíciles de codificar binariamente y tienen muchas posibles respuestas que dependen de algo que Descartes dio por supuesto, el sentido común, pero ¿dónde está el sentido común cuando nos damos a la barbarie, cuando respondemos con violencia o cuando nos arrastra la pasión? En definitiva, si los hombres podemos ser ya programados, al menos en parte, nuestros recuerdos implantados y los sueños inducidos, entonces, ¿sueña Dios con androides?
Key words: actitud prometeica, deicidio, distopía, nihilismo, silencio de Dios.
Mesa:
Ignacio Martín Lerma, profesor y director de cine.
Vicente Llamas Roig, físico y filósofo.
José A. Molina Gómez, historiador y traductor.
Bernardo Pérez Andreo, teólogo.
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