Iglesia Viva y Movilización ciudadana

Al acercarse su 50º aniversario, la Revista de pensamiento cristiano Iglesia Viva (fundada en 1966) está manifestando un renovado empeño en incidir en los temas de mayor actualidad. Sabemos que se prepara una profunda renovación del Consejo de Dirección y de los instrumentos de comunicación de la que próximamente empezaremos a tener noticias.
Entretanto me urge presentar el número 259, que estos días estará en las librerías y cuyo contenido se puede consultar ya por la página de internet que pronto será renovada, con este título: Movilización ciudadana responsable.

El número está dedicado a las movilizaciones ciudadanas que han surgido en los últimos años al calor de las medidas adoptadas por los poderes económicos y políticos para hacer frente a la crisis sistémica en la que se encuentra el capitalismo neoliberal en fase de necrosis. Como es habitual, el número está estructurado en diversas secciones, siendo la primera "Estudios", la que da cuerpo al tema elegido: Movilización ciudadana responsable. Tres son los estudios que abordan el tema, el primero, de Félix Rodrigo Mora, "Movilización, autoorganización popular y ética de la responsabilidad", plantea la necesidad de un nuevo sujeto social que sea capaz de asumir su responsabilidad en la aplicación de los cambios necesarios para que la sociedad responda a las necesidades de personas libres y responsables. De nada sirven los sujetos pasivos de la constitución política tradicional que dejan en manos de otros, políticos o instituciones, la asunción de responsabilidades ciudadanas. En la coyuntura actual se hace necesario un nuevo sujeto político que nace de la asamblea ciudadana, pero que asume sus responsabilidades respecto a qué hacer, cómo y cuándo.

El segundo estudio es de Xavier Domènech Sampere. Su título es ilustrativo: "Asaltando muros. De movimientos sociales a movimientos sociopolíticos (2011-2014)". Analiza el surgimiento de los movimientos sociales como respuesta a la crisis, pero entiende que son un índice de la verdadera crisis, la social y moral. Estos movimientos, eclosionados con el 15M, son la respuesta de una ciudadanía mayor de edad que ha sabido asumir las propuestas utópicas tradicionales de los movimientos desde el 68, pero con una carga práctica que los hacen verdaderamente peligrosos a los ojos del poder: ahora no piden lo imposible, sino lo posible, y ese es el verdadero cambio revolucionario. No son revolucionarios de salón y aula, lo son en la calle, construyendo poder popular en las luchas concretas: parar desahucios, conseguir viviendas, reivindicar derechos..., no estamos ante movimientos sociales, estamos ante una movilización ciudadana extensiva e intensiva, fuera de los cauces tradicionales controlados por el poder.

El tercer estudio "Mirar la realidad a los ojos Reflexiones sobre la espiritualidad cristiana a partir de I. Ellacuría", de Sebastian Pittl, eleva la mirada y permite sobrevolar la misma historia reciente de la humanidad desde la perspectiva de la necesidad de liberación humana vivida en América Latina. Ellacuría y Sobrino permiten al autor austriaco descubrir la unión profunda entre espiritualidad cristiana y compromiso social. Nuestra fe en Jesús de Nazaret nos lleva a encargarnos de la realidad cargando con ella, esto implica una reconfiguración de la mirada que nos saque de las propuestas manidas del poder y libere nuestros ser de las ataduras del pecado que se extienden en la sociedad. Vivir el mensaje de Jesús supone descubrir la presencia de Dios en los "deshechos" de la sociedad global y comprometerse por transformar esa realidad.

El volumen de Iglesia Viva incluye las habituales secciones de libros, con dos magníficas aportaciones sobre Metz y Aranguren; página abierta, con el agujero negro del laicismo del sociólogo francés Edgar Morin; Conversaciones, con una entrevista de Paolo Rodari a Víctor Manuel Fernández, teólogo del papa, sobre "A dónde quiere el Papa Francisco llevar a la Iglesia"; por último, el muy recomendable Debate entre Teresa Forcades y Demetrio Velasco sobre el nacionalismo a propósito de los acontecimientos vividos en los últimos tiempos en Cataluña.

En mi caso, siempre empiezo leyendo la revista por la sección que aún no he citado, Signos de los tiempos, por ser la que une la actualidad con la esencia de las necesidades eclesiales y sociales actuales. De las cuatro aportaciones dejamos aquí el enlace a la de Martínez Gordo: "La 'conversión' del papado. El estado de la cuestión", en la que el autor realiza un breve, pero acertado análisis de la necesidad de un primado colegial, como el que está poniendo en práctica Francisco.

Es evidente que el número 259, Movilización ciudadana responsable, responde, valga la redundancia, a las necesidades de los tiempos que corren en nuestra sociedad e Iglesia. Es mucho más que probable un cambio político radical en los próximos meses y ese cambio debe contar con la aportación que la reflexión crítica cristiana puede y debe aportar. De la misma manera que Iglesia Viva nació para impulsar las propuestas del Concilio Vaticano II en la Iglesia, también lo hizo para esas propuestas llegaran al diálogo con la sociedad. Por eso, para la nueva etapa la revista se propone actualizar este fin fundacional, haciendo todo lo posible para apoyar el impulso renovador del papa Francisco.


Creo que de estos nuevos planes que significan una refundación de la cincuentenaria revista tendremos pronto noticias más concretas.
Volver arriba