Maran Atha - Ven Señor Jesús

Durante el tiempo de adviento se suele recordar la esperanza de Israel que aguardaba la llegada del Mesías salvador. También sirve de marco para aupar la esperanza cristiana que conlleva, entre otras cosas, el deseo de que el Señor Jesús venga a culminar la obra redentora al final de los tiempos. El Apocalipsis termina con dos expresiones Una de ellas es de origen arameo: “MARAN ATHA”; la otra es de origen griego y que es traducida “VEN SEÑOR JESUS”. Es común escuchar que la expresión aramea equivale a la griega, traducida en las diversas lenguas en forma de un imperativo al Señor Jesús para que venga pronto.

Sin embargo, gracias a los estudiosos que han tratado el tema, se puede distinguir claramente lo que significa una y otra expresión. De verdad que están vinculadas una a la otra; pero no es correcto traducir MARAN ATHA como VEN SEÑOR JESUS. ¿Qué significa la expresión aramea? ¿Dónde está el vínculo con la expresión griega (ERXOU KYRIE ‘IESOU, VEN SEÑOR JESUS)?

La expresión aramea no está escrita en imperativo, sino en tiempo presente y viene a ser como el indicativo que sostendrá la petición imperativa que le sigue (sobre todo en el libro del Apocalipsis). Puede ser traducido de la siguiente manera: “TÚ (EL SEÑOR) ESTÁS PRESENTE (HAS VENIDO YA)”. Los estudiosos del tema nos quieren señalar que se trata de una profesión o reconocimiento de una realidad que permitirá mirar hacia el futuro de la salvación. Aquel que debe volver, ya se hizo presente en la historia.

Cuando se pide VEN SEÑOR JESUS (sobre todo en la perspectiva del libro del Apocalipsis) se puede entender que ya en el momento actual de los creyentes hay que seguir caminando con la presencia de un Dios Salvador hecha realidad con la encarnación y con sus consecuencias en la redención. Se trata de un camino hacia la plenitud. Pero, siendo Jesús el alfa y la ómega, sencillamente se sabe que un día ese caminar tendrá un culmen en el encuentro definitivo con Dios. Por eso, se pide al Señor Jesús que venga. Vamos al encuentro de Alguien que también nos atrae como un imán hacia su encuentro. Por eso, al decir VEN, hacemos oración de confianza en que se cumplirá la gran promesa del encuentro definitivo con Dios.

Ahora bien, cuando leemos en el Apocalipsis ambas expresiones, cuando las rememoramos en la Liturgia y cuando las cantamos en el adviento, estamos reafirmando una realidad cierta: Porque Jesús está y sigue presente en nuestro caminar, porque sabemos que está presente en la eternidad del reino hacia donde peregrinamos, podemos pedirle que VENGA. Esta solicitud no se dirige a Alguien que está lejano. Como cuando oramos “VENGA TU REINO”, sencillamente decimos que siga haciéndose presente el Reino; así mismo cuando imperativamente le pedimos a Jesús VEN, estamos es recordándolo que no está lejos en el futuro sino que se debe manifestar continuamente en el presente. Por eso MARAN ATHA: quien se ha hecho presente como salvador es el mismo que viene cada día y hacia quien dirigimos nuestra oración imperativa.

Por eso, cada día reafirmamos la presencia de Dios en medio de nosotros, pidiéndole que se mantenga, que Venga de manera permanente. MARAN ATHA – VEN SEÑOR JESUS.
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